AECIO NEVES, LA ESPERANZA
DE CAMBIO SIGUE VIVA
Emilio Nouel
Dilma Rousseff, como se esperaba, ganó la primera vuelta. Para
el ballotage, el resultado le es incierto, aunque sigue teniendo la opción
principal.
El tucano Aecio Neves descontó de manera impresionante la
ventaja que le llevaba Marina Silva, hasta hace unas semanas la rival con mayor
peso frente a la presidente en ejercicio, desplazándola del segundo lugar.
Las encuestas del último mes y medio descaminaron a los
observadores, la polarización tradicional entre el PT y el PSDB lucía rota. Marina
se derrumbó estrepitosamente con la misma velocidad con que se colocó en cierto
momento en el primer puesto. Flor de un día.
Al ver los resultados del domingo pasado, sólo queda decir
que o los sondeos se equivocaron, al darle una preeminencia que no tenía
sólidamente en el electorado, o Silva, con sus errores de campaña, sumados a
los ataques inclementes de sus contendores, perdió en pocos días el apoyo que
inicialmente tuvo a la muerte de Campos.
Lo cierto es que Marina vuelve a sacar una cifra nada
desdeñable, mayor a la de las elecciones pasadas. Mantiene un capital electoral
“cautivo” de alrededor de 22 millones de votantes, que habrá que seducir para
la confrontación final del 26 de Octubre.
Los tucanos -así
llaman a los socialdemócratas en Brasil- ya andan conversando con
representantes de Silva para llegar a unos arreglos que abran la posibilidad de
ganar en la segunda vuelta. La mayoría de los dirigentes importantes del
Partido Socialista acordaron unirse a la
candidatura de Neves, a pesar de algunas disidencias. Por otro lado, dirigentes
tucanos quieren acordarse sólo con
ella, porque representa un símbolo importante que goza de un apoyo considerable.
Queda la decisión del partido de Marina, Red
Sustentabilidad.
El ex presidente Fernando Henrique Cardoso ha estado muy
activo en lograr ese acuerdo, que podría significar la derrota del gobierno.
En Brasil hay escepticismo sobre el futuro, la economía anda cojitranca.
Los casos de denuncia de corrupción en el gobierno son numerosos. El PT y el lulismo están involucrados en todos. Y
esa llaga purulenta la seguirá abultando Neves en los días venideros.
Neves ganó en todos los barrios de Sao Paulo. Los mercados se
entusiasman con la posibilidad de que éste derrote a Rousseff.
Neves ha prometido llevar al Banco Central a quien lo
presidió en la época exitosa de Cardoso, tiempo en que la moneda se estabilizó
y las cuentas del país se sanearon. El
programa de Neves propugna por la descentralización.
Mientras Dilma habla de los fantasmas del pasado, crítica
velada al gobierno de Cardoso, Neves dice que los brasileños están preocupados
con los monstruos del presente: inflación, recesión y corrupción.
Muchos demócratas vemos con simpatía un probable triunfo del tucano. Aecio Neves representaría no
sólo para los brasileños un viraje importante en la situación política y
económica doméstica, también para la región y el hemisferio. La reputada
Itamaraty, institución diplomática devaluada en los gobiernos del PT,
recobraría su prestigio y estima, muy disminuidos en años recientes por la
ideología, y cambios estratégicos y alianzas internacionales incomprensibles.
En materia de integración regional, Neves señala el
estancamiento de Mercosur, plantea una nueva estrategia para salir del encierro
en que lo han metido los gobiernos últimos. Un Mercosur ensimismado no está en
sus planes. Comparte la idea de uno volcado a otros socios en el continente y
el mundo. Es de esperar una nueva orientación en la política exterior hacia el
hemisferio, EEUU y los países desarrollados.
Para los venezolanos que luchamos contra un
gobierno autoritario, el triunfo de Neves podría convertirlo en un actor
político en el entorno regional que propicie con otros factores, cambios
favorables a la recuperación de nuestra democracia.
La pelea aun no está ganada. Dilma Rousseff
dispone de muchos y grandes recursos políticos que están puestos en tensión
para evitar la derrota. El PT es un partido implantado y fuerte, aunque
carcomido por la corrupción.¿ Como votaran el 26 los que votaron por Marina?
Desde Venezuela, unos cuantos apostamos por el
triunfo del tucano. Quién quita que gane.
EMILIO NOUEL V.
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