viernes, 19 de diciembre de 2014

La transición


Eduardo Fernandez
Viene la Navidad. Viene el Niño Jesús. Viene de nuevo el mensaje de paz, de esperanza, de reconciliación que representa el nacimiento del niño Dios. Ojalá el niño Dios nos traiga una transición ordenada, pacífica y feliz.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) la transición es “la acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto”.
Los venezolanos queremos una transición que nos lleve de un estado de confrontación permanente e infecundo a un clima de armonía y de entendimiento.
Queremos una transición que nos lleve de la inflación, la recesión y el desabastecimiento, a una economía productiva sin inflación, con crecimiento y con mercados abastecidos con los productos que necesitamos para nuestros hogares.
Queremos una transición que nos garantice un árbitro electoral imparcial que genere confianza en todos los ciudadanos y un gobierno que nos garantice el respeto a la vida y a las propiedades y una Asamblea Nacional que legisle y que controle la marcha de la Administración Pública tal como lo ordena la Constitución Nacional.
Queremos una transición que nos dé a los venezolanos una administración de justicia independiente, autónoma y capaz de asegurar la plena vigencia de nuestros derechos humanos.
En definitiva queremos más y mejor democracia, y eso incluye profundizar la descentralización y darles un mayor protagonismo a los gobiernos regionales y locales. Acabar con el centralismo exagerado, con el modelo rentista petrolero y con la concentración patológica del poder en las manos del presidente de la República.
Los venezolanos queremos una transición que acabe con el control de cambios y con los controles artificiales de la economía y que estimule la diversificación y el fortalecimiento de nuestro aparato productivo.
Una transición que nos dé más y mejores empleos. Que defienda el poder adquisitivo del salario. Que haga de la educación la prioridad nacional y que nos garantice mejores escuelas y mejores salarios para nuestras maestras y maestros.
En definitiva, una transición que nos saque del atraso y nos permita disfrutar de un país más unido, más próspero y más feliz.
Ojala el Niño Dios nos conceda esa transición.

Seguiremos conversando
Eduardo Fernández  
@efernandezve 

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