TOMÁS GUANIPA
Las próximas elecciones parlamentarias de 2015 tienen que convertirse en una misión por la que deben luchar todos los sectores de la sociedad; es decir, deben ser una causa país, ya que es el único mecanismo real y viable que tenemos para frenar al Gobierno y su modelo autodestructivo.
Todos somos necesarios y todos sumamos, la población debe sentirse la protagonista del próximo proceso electoral, porque es esa la fecha para, que con consciencia, rechacemos las políticas oficialistas con un voto castigo; y rescatemos la Asamblea Nacional. No es momento de agendas personales y ni mezquindades, la crisis del país es generalizada y sumamente peligrosa; por tal razón todos tenemos que movilizarnos unidos.
El desánimo no tiene sentido, porque la coyuntura que estamos atravesando nos exige estar de pie. Los problemas que todos padecemos diariamente deben ser el mejor estímulo para seguir luchando. Una Asamblea Nacional dominada por la Unidad Democrática representa un avance y una victoria enorme; que nos permitirá realizar cambios sustanciales en la vida diaria de todos los venezolanos.
Renovar los poderes públicos; impedir la entrega de recursos, que son para resolver problemas internos, a otros países y frenar los desajustes del Ejecutivo, son parte de las medidas palpables que en corto plazo podrá sentir la ciudadanía. Los nuevos parlamentarios tienen que ser amplificadores de los problemas de las comunidades que representan, para que de esa forma las necesidades de la población sean discutidas y aparezcan las respuestas respectivas.
Los sectores políticos tenemos la responsabilidad de la conducción y debemos dar ejemplo de trabajo y unidad. Nuestra meta debe ser que la ciudadanía confíe en nosotros y nos siga acompañando; por ende, aunque haya diferencias de enfoque, los objetivos deben ser los mismos.
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