CESAR MIGUEL RONDÓN
Si algo demuestran las recientes declaraciones de algunos personeros del alto gobierno, es por qué perdieron de manera tan aplastante. Lo de ayer del Presidente de la República es lamentable. Frases como esta son imperdonables: “Se impusieron los malos, ganaron los malos, ganaron como ganan los malos con la mentira, con el engaño, con la oferta engañosa, con la estafa.” En otras palabras, Nicolás Maduro le está diciendo a los venezolanos ustedes son malos y ustedes ganaron estafando. Es decir, usted nos está acusando a los venezolanos de ser unos estafadores. Más es exactamente al revés, Maduro, porque si algo dijeron claramente los venezolanos el 6D es que el malo es usted.
Dice: “En Venezuela no ganó la derecha democrática, ganó una contra revolución, hubo cambio pero el cambio fue para peor, para mal”.¿Por qué habla en pasado si las elecciones fueron antier y todavía no se ha instalado la Asamblea Nacional? Conciencia un tanto negra podrá ser eso.
“Yo entiendo ese voto pero fue un error, porque ustedes votaron pero votaron contra ustedes mismos”. El señor Maduro, pues, según se desprende de sus palabras, es una persona que está por encima de los venezolanos, él sólo es más que cualquiera de nosotros juntos como nación, el que arrogantemente puede decirnos ustedes se equivocaron porque votaron contra ustedes y no votaron por mi.
Otra cita: “Yo el año que viene iba a construir 500 mil viviendas pero ahora me lo estoy pensando porque yo te pedí tu apoyo y tú no me lo diste”.
¿Qué reflejan estas opiniones? Infantilismo. Son reacciones de un niño malcriado. El niñito rico que dijo yo recojo mis juguetes y me voy. Recogió sus métricas y se fue, ya no juego más. Pues quizás los venezolanos le tomamos la palabra, señor presidente, no juegue más.
Si es lamentable su actitud, también lo es la de Diosdado Cabello quien le “entrega” la ANTV a los trabajadores. En nuestro foro del lunes Adriana D’ Elia, quien en tanto secretaria de gobierno del Estado Miranda le tocó asumir la transición de Cabello a Capriles, contó cómo aquél había arrasado con todo y hasta había dejado -dicho textualmente por D’Elia- “unas candelitas” porque se quemaron unos archivos. Procede Cabello, pues, como si las instituciones fueran de él y no del pueblo. Y ahora le entrega el canal de la Asamblea Nacional a los trabajadores. ¿Qué significará eso?
Como decíamos, las voces de Maduro, Cabello, Jorge Rodríguez y hasta del mismísimo Tareck Willian Saab evidencian por qué han perdido: porque no estuvieron ni están a la altura del pueblo venezolano y del compromiso nacional.
Pero la lección que dio Venezuela el domingo es de tal envergadura que estamos obligados a ver el porvenir con optimismo. A algunos, sin embargo, les cuesta quitarse el pesimismo de la piel. Quizás sea la consecuencia de diecisiete años siendo víctimas de trampas, atropellos y marramucias. “Ahora va a inventar esto, ahora van a inventar lo otro”, “La MUD con tanta celebradera se va a quedar dormida”, “La unidad no va a durar”, son voces que se oyen en ciertos sectores opositores. Pero sería prudente espantar los fantasmas y asumir la realidad. Señores, empecemos a respetar a la tan vapuleada MUD, porque si se llegó a una victoria de esta envergadura fue, precisamente, por el buen manejo político que llevó adelante esta coalición de partidos en medio de circunstancias tan adversas. Y confiemos en que esa misma MUD sabrá administrar el dictamen tan abrumador que le dio el pueblo venezolano. ¿Por qué seguir dudando de ella ahora que obtuvo tan importante victoria?
No, que si ahora van a inventar lo de las comunas, el poder comunal, porque si cuando ganó Antonio Ledezma inventaron el Gobierno del Distrito Federal y se lo dieron a Jacqueline Faría, y si cuando perdió Cabello se inventaron el protector de Miranda, pues ahora van a inventar una Asamblea Nacional paralela que será la Asamblea de la comunas… Insisten las voces agoreras.
Administremos los temores y no dejemos que se conviertan en pánico. Recordemos que el miedo fue uno de los grandes derrotados el 6D. Venezuela todavía es un país nacional, no una nación de una unión de comunas; no nos adelantemos y dejemos el pesimismo de un lado.
El porvenir luce luminoso, luminoso como nunca antes, y la actitud malcriada, infantil, vengativa, pequeña que ha tenido el alto gobierno después de esa derrota evidencia, como decía al principio, el por qué perdieron. Con la misma, la ponderación, la cabeza fría para la acción política, el respeto a las formas y, sobre todo, a la voluntad de las mayorías venezolanas por parte de la MUD, evidenciaron que lo que viene por delante, si bien no será fácil ni sencillo, no será necesariamente malo. Creo que es todo lo contrario: el viento empieza a soplar a favor.
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