sábado, 16 de julio de 2016

EL HASTÍO INFINITO

FAUSTO MASÓ

Avanza un hastío abrumador. Esto no revienta porque la gente está demasiada cansada, les falta fuerza hasta para indignarse. Llegaron al llegadero. En el interior y hasta en partes de Caracas estallan tumultos, protestan, pero el chavismo se queda indiferente y la oposición no se atreve  a encabezar una protesta nacional, una revolución contra la revolución. No hay quien crea en el futuro en el gobierno, pero tampoco hay quien presente una alternativa. Mientras tanto pasan el tiempo en las colas; a menudo sin encontrar nada cuando llega el turno de comprar.
La gente no le da a Maduro mucho tiempo en el poder, todo se desmorona a su alrededor. Maduro se quedó sin defensores y hasta los propios chavistas no confiesan ser chavistas. Algo está terminando y algo nuevo está por nacer. Nadie le da al gobierno de Maduro una larga vida.
Hasta desde el oficialismo reconocen la crisis terminal. Un líder chavista califica de ridícula la situación de la economía “Los estudiosos de la economía nos dicen que debe haber una sola tasa cambiaria”, pero confiesa a continuación, su perplejidad y que el país se les escapó de las manos: el gobierno está consciente del desastre de mantener varios tipos de cambios, pero no sabe cómo enmendar la economía. También reconoce que los controles arruinaron al país, pero temesuprimirlos. No quieren confesar que Chávez les dejó una herencia mortal, que solo se evitaba porque el barril de petróleo subía y subía de precio.
Se multiplican las señales de que nos aproximamos al final del gobiernito de Maduro. Los trabajadores de la Cantv, denuncian el deterioro de la empresa y piden aumentos de sueldos.
Leemos; “La producción de Venezuela habría alcanzado un mínimo al promediar en junio 2,095 millones de barriles diarios, una caída de 88 mil barriles diarios respecto a mayo de 2016 y de 266 mil barriles diarios respecto al promedio de producción de 2,361 millones de barriles diarios del año 2014”.
¿Qué hacen los venezolanos? Salir huyendo. El número de residentes venezolanos que emigran o retornan a España aumentó 53% con respecto a 2014. Según la estadística de migraciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2015 se produjo 19.663 movimientos migratorios con origen en Venezuela, publicó el diario españolEl País en su portal web.
En 2008, antes de que empezase la crisis en España, la inmigración venezolana se situaba muy por detrás de otros países como Colombia, Ecuador, Perú, Brasil o Argentina. Ahora, Venezuela se convirtió  en el país latinoamericano del que llega más población al país ibérico.Venezuela es el tercer país que más inmigrantes aporta, tras Rumanía (28.474 personas) y Marruecos (24.321).
Leemos “Me quería quitar la vida porque ya no consigo mis medicamentos, principalmente, las pastillas para dormir”.Este angustiante testimonio corresponde a una dama octogenaria, quien se identificó como María, a secas, al ser abordada este miércoles en una de las extensas colas que se forman ante el Centro Plaza, en la urbanización Los Palos Grandes.  Los consumidores hacen un esfuerzo colosal a diario para adquirir alimentos de primera necesidad, o fármacos.
Las situaciones inaguantables como su nombre lo indica no se aguantan, solo que en Venezuela la gente no sabe qué hacer. Estamos apabullados, desconcertados,  cualquier elección la perderá el chavismo por paliza.
Todos creen que el país está a punto de estallar, pero nadie quiere arriesgar su pellejo. La gente se conforma con buscar alimentos por la calle, ir de un lado a otro. Es una sensación rara, de hastío, peligro, desconvierto y de duda porque quizá al final el venezolano siga aguantando plácidamente, aguardando las elecciones, el cambio de gobierno.  O quizá no. La pregunta es la de siempre; ¿hasta cuándo?
Mientras se impone el hastío infinito.

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