El crecimiento de la economía venezolana en el primer trimestre de 2011 fue pírrico, además de ser insostenible a mediano plazo: una tasa anualizada de crecimiento del 0,7% en los últimos 12 meses es un fracaso rotundo, ya que la población crece al 1,6% anual; es decir, ya que el PIB per cápita sigue cayendo -0,9%; peor aún es el hecho de que tal crecimiento sea insostenible, pues se debe a un repunte hasta hace poco impensable del precio del petróleo, que no podrá sostenerse en el futuro cercano (en lo que va de 2011, el precio internacional del petróleo ha crecido un 21% o, lo que es lo mismo, lo ha hecho a una tasa anualizada de casi 70%, que lógicamente nadie espera continúe).
Las autoridades venezolanas hablan de la recuperación de la senda del crecimiento de la economía venezolana; es decir, afirman que desde ahora en adelante el crecimiento será vigoroso y sostenido, pero, la verdad, no existe razón alguna para pensar que será así, pues tal crecimiento está basado plenamente en la mayor inyección de divisas producto de un incremento a toda luz insostenible del precio del petróleo, mientras: (i) el salario real, fuente esencial del financiamiento del consumo privado, sigue y seguirá en caída libre (más devaluaciones tendrán lugar más temprano que tarde); (ii) la inversión bruta fija del sector privado no se recupera; y (iii) la exportación petrolera no da indicios de que vaya a crecer.
En términos de su variación anualizada, el consumo privado creció tan solo 0,1%, al igual que la formación bruta de capital fijo; el consumo del gobierno creció 4,5% y las exportaciones petroleras cayeron -10,1%. La actividad petrolera creció 0,1%, y la actividad no petrolera 0,6%. La minería cayó -12,2%, electricidad y agua -4,8%, construcción -6,5%, comercio -1,2%, e instituciones financieras y seguros un -3,2%; mientras que, la manufactura creció sólo un 0,6%, transporte y almacenamiento 2,6%, comunicaciones 7,5%, servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler 0,9%, y, finalmente, producción de servicios del Gobierno General 4,2%.
Un crecimiento anualizado del 0,7%, a pesar del alza mencionada del precio del petróleo, es un resultado lamentable, que sólo puede reflejar desbalances y problemas muy graves, como el endeudamiento crónico, la sobrevaluación, el miedo de invertir en Venezuela, la preferencia por el dólar, la desconfianza en el gobierno nacional, y la aversión por el bolívar.
lunes, 23 de mayo de 2011
Crecimiento pírrico e insostenible
ÁNGEL GARCÍA BANCHS | EL UNIVERSAL
lunes 23 de mayo de 2011 04:37 PM
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