El presidente Santos decidió pasar la página, olvidarse del tema de los documentos extraídos de las computadoras de Raúl Reyes. Preguntado sobre el asunto a raíz de la publicación del Informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, el vicepresidente colombiano Angelino Garzón respondió: "No tengo que opinar sobre algo que no he escrito, ni ha escrito ningún funcionario del Gobierno Nacional. Eso se lo tiene que preguntar a quien ha escrito esos papeles". "La postura del presidente Juan Manuel Santos es fortalecer las relaciones de Colombia con Venezuela, Ecuador y todos los países del mundo".
La canciller Holguín lo dijo "claro y raspao": "el Gobierno no hará comentarios" y "hemos decidido pasar página".
Nadie le niega al presidente Santos y a su gobierno pasar la página. Aunque no deja de sorprender esa actitud que traspasa el lindero de la "real politik" para entrar en un ámbito rayano al cinismo y la hipocresía.
Corresponde a nuestros amigos colombianos pedirle a su presidente explicaciones por esta actitud insólita. De hecho, ya varios periódicos del vecino país han publicado escritos criticando acerbamente la posición de Santos. El pasado jueves 12 El Colombiano publicó un editorial titulado "Nada de pasar la página", en el cual se lee: "No es doblando la página en hechos tan graves para la seguridad de la región como se pueden mantener unas relaciones diplomáticas consistentes y serias, pues las actuales parecen basadas más en las apariencias y los buenos modales que en hechos concretos y reales de cooperación contra el terrorismo y el narcotráfico". En otro editorial del mismo diario publicado en la misma fecha leemos lo siguiente: "Muy preocupante también que aquel que siendo Ministro de Defensa y quien se encargara de entregar el material encontrado en el campamento de alias Raúl Reyes al IISS, hoy, en calidad de Presidente de la República... haya resuelto guardar silencio, o mejor dicho, que olímpicamente haya optado por hacerse el de la vista gorda.
Desde el momento en que fueron recuperadas las computadoras de Raúl Reyes trascendieron informaciones sumamente alarmantes acerca de los vínculos del gobierno del comunismo del siglo XXI con las FARC. Ahora, con la publicación íntegra de los documentos extraídos de esas computadoras han trascendido detalles todavía mucho más graves y comprometedores acerca de la relación del führer con la guerrilla narcotraficante terrorista colombiana.
La documentación relacionada con el régimen venezolano consta de 3.052 documentos en 850 páginas de correos electrónicos. No es posible resumir en el limitado espacio disponible todo ese dossier que, por lo demás, está circulando profusamente por Internet.
Algunos de los documentos revelan que funcionarios venezolanos le pidieron a las FARC que entrenara células pro gobierno en guerrilla urbana. También le pidieron que asesinara opositores políticos del gobernante venezolano. Otro documento revela que a solicitud de la guerrilla la Cancillería venezolana hizo varios nombramientos diplomáticos para favorecer los vínculos y la comunicación con las FARC. En cartas de Reyes al Secretariado de las FARC se dice que "para facilitar el rescate de las relaciones maltrechas después la captura en Venezuela del "canciller de la guerrilla", Rodrigo Granda¬, se hicieron nombramientos en las legaciones venezolanas en Bogotá (Roy Daza e Ilsen Castillo), Quito (Nancy del Río) y Bolivia (Duflas Pérez). "Según dice son gente de absoluta confianza y con pasado revolucionario", apunta Reyes. En otro documento se habla de que las FARC disponen de un "búnker" dentro de Fuerte Tiuna. En varios de esos documentos se habla del ofrecimiento 300 millones de dólares que le hizo el führer a la guerrilla. El IIEE dice que no hay pruebas de que el ofrecimiento se materializara, sin embargo el incumplimiento disgustó a la dirigencia guerrillera. Otra correspondencia revela que en 1999 la cúpula rebelde le entregó al führer recién electo presidente 150.000 dólares "para la compra de equipos de radio, teléfonos y otros materiales que necesitaba" para organizar el fallido golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez.
Estas son solamente algunas "pildoritas" de lo que contienen los documentos publicados por el IIEE.
En cualquier país democrático y civilizado, donde funcionen las instituciones y exista separación y autonomía de los poderes, lo publicado por el IIEE y lo reproducido en los periódicos venezolanos sería suficiente notitia criminis para iniciar un proceso de destitución del primer mandatario. La Fiscalía General debería haber emprendido ya los trámites para iniciar el antejuicio necesario que debería llevar nuevamente al führer a la cárcel de la cual en mala hora fue liberado para desgracia de nuestro pueblo. Pero sabemos cuál es la situación actual de la justicia en nuestro país. El führer no puede ser tocado ni con el pétalo de una rosa y todos los poderes públicos cierran filas para protegerlo contra cualquier intento de someterlo a la justicia.
Hechos como los documentados en el "dossier Reyes" configuran casos de traición a la patria que no pueden quedar impunes. A diferencia de Colombia, aquí esta página permanecerá abierta para que cuando se restablezca el estado de derecho rindan cuentas no sólo el principal indiciado sino todos los que lo encubren y lo resguardan.
miércoles, 18 de mayo de 2011
¿Pasar la página?
ADOLFO R. TAYLHARDAT | EL UNIVERSAL
miércoles 18 de mayo de 2011 11:51 AM
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