sábado, 2 de noviembre de 2013

LA SUPREMA FELICIDAD BOLIVARIANA
                                                                             
Enrique Viloria Vera

Querido Brian:

Con algún retraso paso a contestar tu inquietud acerca del asunto de la decretada Suprema Felicidad  Bolivariana. Te confieso que no sé mucho del asunto, pero ya lo resolverán, como sabes este es un país de epistemológos: los hay para todo, economistas, políticos, historiadores, y, en especial, sobran en el mundo académico donde muchos se creen los Umberto Eco tropicales. En lenguaje coloquial acá dices algo e inmediatamente te preguntan ¿Qué quieres decir con eso?, ¿Cuál es tu discurso?, así que me imagino las discusiones epistemológicas en el cogollo del partido de gobierno para definir y concretar el problema , el marco teórico y las variables principales y derivadas., los otros grupúsculos y militantes no cuentan.

En fin, querido amigo, sé que en Oxford no pasa mayor cosa, pero acá la vaina es diferente, la gente se muere de hambre, pero no de fastidio. Todos los días hay algo nuevo, un intento de magnicidio, un atentado contra la Primera Combatiente, se cae un puente, meten en un avión toneladas de droga sin que nadie se percate, y el Imperio nos tiene bajo permanente ataque y bloqueo.

Lo único que puedo comentarte lo he sabido por el cuñado de un primo de la señora que trabaja en casa, quien labora en Palacio y ha oído que habrán varios niveles de felicidad, según un indicador que está preparando el ministro del caso, pronto lo llevarán a Cuba, que como sabes es la Isla de la Felicidad verdadera para que nuestros presidentes de allá le den el OK final. 

Se prohibirán expresiones de alegría y contento tales como: hurra,  enhorabuena, y por supuesto el imperialista vocablo yupi está absolutamente vedado, en su lugar, cuando la gente esté feliz deberá gritar voz en cuello: ¡UH AH! ¡UH AH!   Chávez  no se fue y así hasta el agotamiento.

Me dicen que también habrá una nomenclatura por género: los hombres serán felices y las mujeres felizas, distinción que habrá que poner antes del No de Cédula de Identidad en cada gestión oficial, te doy un ejemplo: Yo, Ramón Paredes Díaz, Venezolano feliz titular de la c. i. No xxxxx, y por supuesto las mujeres harán lo propio.

Bueno chamo, ahorra para que vengas pronto a ver el Paraíso Terrenal,  nuestro regreso a la Edad de Oro,  la Utopía Sir Tomás Moro.; si te aburres mucho con la niebla, la lluvia y el frío, sintoniza el Canal de todos los venezolanos para que te diviertas con las ocurrencias de nuestros gobernantes. Te dejo porque llego papel higiénico al super, si vienes en febrero tráeme unos rollos del suave y perfumado,  y unas toallas sanitarias para una sobrina, si no es mucho abuso, espero no te los confisquen en la aduana, y, por favor, no hables como gringo que te pueden acusar de espía de Su Majestad, un 007 pues, un abrazo.


 EVV

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