Esteban Oria
El Nacional
Para muchos analistas políticos no hay sorpresas en los resultados electorales del 8-D, unas alcaldías más o menos prácticamente, que coincidimos que el voto popular favorecería al gobierno y la oposición ganaría alcaldías emblemáticas, no obstante, detrás de estos números hay lecturas que pueden indicarnos qué puede estar ocurriendo en nuestra democracia.
Como especie de leyenda urbana se creía que la abstención favorecería al gobierno dada cuenta de que ese ha sido el comportamiento electoral tradicional, argumentado bajo la premisa de que quien tenga mayor maquinaria gana en un ambiente de alta abstención. Esa regla mantuvo su tradición y vigencia hasta el domingo 8-D, donde si hubo alta abstención, más de 40%, pero la regla no aplicó, lo que sí evidenció es que la movilización electoral dejó al descubierto el verdadero tamaño tanto de la oposición como del gobierno y créanme: no lucen como se venden, pero en particular para el gobierno es realmente una decepción verse en ese espejo y a pesar del enorme esfuerzo, gasto y maquinaria, reconocerse en un estado de semejante desnutrición.
Si midiéramos la eficiencia del voto, la relación costo-resultado, el gobierno pudo haber empleado hasta cuatro veces más recursos que la oposición para lograr casi los mismos resultados electorales, es donde vale el análisis autocrítico que muy seguramente Chávez estaría haciendo si estuviese vivo.
Ahora el espacio de maniobra opositor tiene un ámbito geográfico más amplio y estratégico, consolidando estructuras corporativas gubernamentales propicias para el crecimiento organizacional. Obviamente que el país va a tener oportunidad de medir la gestión diferencial municipal, ambiente propicio para destacarse con miras y alcances presidenciales.
Ciertamente que le hemos visto el hueso a las maquinarias políticas, notando que bajo un ambiente inclemente de presión mediática y de escasez de recursos se libera un espacio de abstención que afecta a todos por igual, dejando al descubierto las verdaderas conexiones y sus alcances; por ejemplo, presumo que el efecto de las políticas de control de precios y lucha contra la usura pudieron haber disminuido el ritmo y nivel de caída de la popularidad del gobierno, pero medido en números absolutos y en objetivo totales, dada cuenta de que fueron creadas y vendidas para la clase media y trabajadora y en particular para las zonas urbanas, con estos resultados arrojados no creo que se hayan traducido en votos esperados para el gobierno. La lectura que doy es que el interés nacional esta prelando otros temas y, peor aún para el gobierno, creo que se esta generando un distanciamiento con el fondo y la forma en que se conduce (una política pública beneficiosa como la protección social a los ancianos, consumidores, etc. puede verse anulada e inservible electoralmente si existen violaciones de otros derechos civiles y humanos)
Se esta evidenciando una ruptura con los niveles de tolerancia mostrados hacia formas de conducción políticas del gobierno, en este sentido, la población entiende que una política de protección social no puede justificar al mismo tiempo el desconocimiento de los derechos humanos y civiles, por ejemplo, la aplicación continua de la Lista Tascon, lo cual hoy día sigue vigente y afectando a 3 millones de ciudadanos; la sistemática negación del CNE a autorizar nuevos partidos o la falta de seguridad jurídica para los beneficiados de la Gran Misión Vivienda, eso, tarde o temprano, va a verse reflejado en distanciamiento, reclamo o revancha. Es por ese motivo que para el PSUV, un partido vertical con un pensamiento vinculado al mundo militar, es todo un reto adaptarse a este nuevo ambiente poschavista, el cual está empezando a mostrar un rostro radicalmente independiente con un comportamiento electoral lateral.
Finalmente, la abstención, que si fuera un partido sería hoy mayoría, también tiene mucho que decir, quizás sea la nueva Venezuela que nos lleve a un país más equilibrado, desarrollado, igualitario y libre. En fin, el 8-D es realmente una fecha de gran importancia para todos aquellos que creemos en la paz
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