miércoles, 23 de julio de 2014

CÓMO RECOMPONER LA MUD

Christian Burgazzi

Para entender la situación de la MUD hay que comenzar por recordar su origen: la MUD nació como un acuerdo entre múltiples partidos políticos de diversas tendencias, con el fin común  para enfrentar al régimen en procesos electorales, por lo tanto su estructura organizativa responde a su estrategia, es decir la dirección de la MUD es un Comando de Campañas Electorales, con un equipo coordinador, NO una Dirección Política común de todos los partidos presentes en la MUD; de hecho cada partido mantiene su propia dirección política y define su estrategia, lo cual es totalmente legítimo.
Lo que se ha visto en los meses recientes es la acción política de algunos partidos, que, en tiempos no electorales decidieron impulsar su estrategia propia contra el régimen, que se diferenció de la estrategia de otros partidos de la MUD, y que no fue propuesta en su seno probablemente por no ser un asunto electoral.
Sin embargo, la expectativa del electorado de la MUDes que ésta se conduzca como un partido político, con una estrategia unitaria más allá de las elecciones. Y hay razones obvias para ello: la espantosa crisis nacional y el poder autoritario del régimen exige una estrategia común para enfrentarlo aún sin elecciones a la vista y una fuerza enorme para derrotarlo, que ninguno de los partidos opositores tiene por sí sólo. Las confrontaciones entre diversos partidos de la MUD y los reclamos de sus electores se agudizaron con el estallido de la protesta social en Febrero pasado, generada por el Movimiento Estudiantil, que luego los partidos opositores acompañaron, unos más que otros.
Algunos enfrentamientos entre líderes y partidarios de diversos partidos de la MUD llegaron a extremos que parecían poder minar el futuro de la misma; estrategia claramente impulsada también desde el régimen.
Sin embargo, hay indicios recientes que la unidad puede recomponerse y fortalecerse.
¿Cómo lograrlo?
En primer lugar la MUD requiere acordar una estrategia política común, más allá de lo electoral.
Una Estrategia se define con varios elementos, en este orden:
  • Una Visión a largo plazo de lo que se quiere alcanzar (lo cual va más allá del cambio del régimen)
  • Análisis de los Escenarios posibles y probables, de sus Oportunidades y Amenazas
  • Análisis de las Fuerzas y Debilidades propias
  • Objetivos estratégicos para el logro de la visión, alineados entre sí, con sus respectivos Tiempos, Planes de Acción y Responsables de conducirlos.
Una vez definida la estrategia política común, que seguramente contendrá de forma coherente lo mejor de las diferentes posiciones políticas actuales, la MUD debe alinear su Estructura Organizativa a esa estrategia.
Es muy probable que para lograr los objetivos estratégicos comunes que se establezcan, los partidos de la MUD requieran conformar una Dirección Política Unitaria, por encima de sus propias Direcciones políticas, hasta alcanzar su propósito esencial, su razón de ser.
Este es un tema muy álgido para los partidos políticos; no es sencillo pedirle a los partidos que se “desfiguren”, pero la realidad nacional parece estar cada vez más llevándolos hacia la necesidad de construir a partir de la MUD, una alianza de mayor alcance del que hasta hoy han tenido.
Esto no significa convertir a la MUD en un nuevo partido, producto de la fusión de todos sus componentes, por el contrario, supone mantener las diferencias que enriquecen la acción política democrática, con una dirección común para fortalecer a la unidad y a los partidos, ante una crisis nacional que así lo demanda.
Tampoco significa incorporar una mayor cantidad de actores, a la imagen de la antigua Coordinadora Democrática, en la que los partidos figuraban con un peso menor entre muchos; esa dispersión y la falta de conducción política fue parte importante de su fracaso.
Al revés, se trata de consolidar una Dirección Política Central elegida entre los partidos, que por definición debe ser pequeña para ser efectiva, lo cual no es excluyente si se establecen normas democráticas para su conformación y funcionamiento.
La MUD ha enfrentado con éxito los retos que se ha planteado, los cuales hasta hace poco fueron electorales. Gracias a la MUD más de la mitad del país ahora acompaña la alternativa democrática, cuando pocos confiaban en ello.
Para culminar su faena con su triunfo mayor, los partidos democráticos deben adaptarse a los nuevos retos, redefinir y fortalecer la unidad, adaptando su estrategia y estructura organizativa para recuperar la esperanza y confianza de todos los venezolanos en la posibilidad de reconstruir un mejor país, más allá de la derrota del régimen.

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