jueves, 29 de octubre de 2009


LO DICE CARLOS RAÚL HERNANDEZ HOY EN EL UNIVERSAL:

"Muchas personalidades descomedidas, que tendrían que aprender a domeñarse en el entrenamiento que da la organización a los que quieren dirigir a "los muchos", se desesperan por la falta de reconocimiento inmediato, y con frecuencia se lanzan de los ferrocarriles en marcha. Felipe González decía que el apresuramiento es el cementerio de los políticos y Betancourt acuñó aquello de "sin prisa pero sin pausa", como ideal de la acción. De allí la tendencia a la destrucción, la antipolítica, el cataclismo, en síntesis, el arranque revolucionario que consiste en llevarse por delante todo lo que no se pliegue a los "elevados fines", en resumen, MIS FINES. Así se destruye primero al partido al que pertenezco, y luego, al tener más poder, las instituciones y todo aquello que obstaculice la voluntad gloriosa del predestinado. La experiencia histórica enseña que, con pocas excepciones, los que triunfan sin aprobar EL PENSUM de coexistir y vencer hombro a hombro con los que los retan, cuestionan y quieren sustituirlos, resultan una verdadera tragedia para los pueblos que cometen el error de seguirlos."

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