Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), explica los diferentes puntos del informe.
Para este año ustedes proyectan una caída de 3 por ciento hasta un aumento de 7 por ciento en la IED. ¿Por qué ese amplio rango?
Es un rango de 10 puntos, no tan grande, pero creemos que la IED va a permanecer estable en la región sobretodo porque los activos no han cambiado demasiado en el tiempo.
Hacia abajo lo proyectamos porque hay cierta volatilidad en los precios de las materias primas, y hacia arriba porque tiene que ver con una operación pendiente del 2012, y fue la compra del Grupo Modelo de México por parte de una empresa belga, que estaba por concretarse, pero no fue posible porque Estados Unidos la objetó, y es una compra de 20.000 millones de dólares que hará la diferencia.
Recomiendan diversificar el destino de la IED a otros sectores que no sean los recursos naturales. ¿Cómo hacerlo?
Estamos invitando a los países a que no solamente basen su estructura productiva en ventajas comparativas estáticas, que son los recursos naturales, sino que miren al futuro en función de ventajas comparativas dinámicas, es decir, que miren un poco hacia dónde va el mundo en materia de tecnologías de la información, científicas, biotecnológicas, las nuevas dimensiones de la demanda en materia alimentaria. En todos estos sectores, América Latina se ha quedado bastante rezagada. Además, por primera vez estudiamos la generación de empleo que produce la IED y encontramos que hay mucha en sectores de menor productividad, y por productividad me refiero a cuántos, empleos se crean y de qué calidad, y sobretodo con que capacidades se cuenta en términos de mano de obra.
¿En qué consiste la creación de fondos?
A que con las rentas extraordinarias que se obtinen se invierta en sectores como investigación, innovación, tecnología, ciencia, en sectores muy específicios. Pensamos que esto se puede lograr con una política industrial que permita un desarrollo productivo más diversificado, que abra nuevos horizontes y nichos para cada país. Hay que ver los recursos naturales como una bendición, pero no como una concentración, que es lo que está pasando en Suramérica.
Las transnacionales están repatriando el 55 % de las ganancias, ¿qué se puede hacer para que reinviertan más en la región?
Por primera vez estudiamos las utilidades de las empresas y encontramos que pasaron de una media de 20.000 millones de dólares hace casi una década a 113.000 millones en el 2012. La región puede poner en marcha mecanismos e instrumentos para apropiarse de una parte de esas ganancias de productividad a través de tributos y regalías, y creo que ese es uno de los mecanismos que la región tiene a la mano, pero para eso debe haber cooperación y coordinación. La propuesta que tenemos es que ante inversiones similares se puedan cobrar tributos y regalías similares que se puedan después reinvertir. Las diferentes tasas que se cobran no ayudan.
Las translatinas aumentaron su inversión en 17 por ciento. ¿Qué quiere decir?
La cifra que se alcanzó fue de 48.000 millones de dólares. Creemos que las translatinas deberían convertirse en las grandes empresas que ayuden a la articulación de las cadenas globales de valor para incorporar a la pequeña y mediana empresa.