domingo, 26 de junio de 2016

PICO COMO UNA AVISPA, VUELO COMO UN F-18

CARLOS RAUL HERNANDEZ

El doctor Atanaukas Debello, apellido de extraña antinomia con Pagallo, por su nombre y oficio hubiera podido ser personaje de una ficción borgiana. Se graduó de filósofo creo que con José Rafael Herrera, otra flecha en el aire del pensamiento venezolano, y luego de licenciado en idiomas de la UCV a comienzos de los ochenta. Callado y solitario, nunca se involucró en las pequeñas y medianas subversiones de esa época cuando Jaua el encapuchado cerraba la UCV todos los jueves para disfrutar fines de semana largos. Atanaukas pasaba calladito al lado de las barricadas, cargado de libros y cuadernos. Estuvo un tiempo de profesor y luego se fue a estudiar filología en Tubinga; de ahí pasó a Heidelberger a hacer la tesis doctoral y ya con el Ph.D en el bolsillo se fue a trabajar a Viterbo –ciudad homónima de la inolvidable Beatriz de Borges, por cierto– donde se casó y se quedó a vivir.
El año pasado me lo conseguí en Bogotá por la Zona Rosa, nos reconocimos y luego de estruendosos abrazos fuimos a tomarnos un vino. Andaba en un evento sobre el populismo y el lenguaje político latinoamericano y me invitó a su ponencia el día siguiente, sobre la jerga de los líderes venezolanos. Naturalmente asistí, no solo porque pagó el vino y las tapas –rechazó enérgicamente cuando fingí llevarme la mano a la cartera– sino porque lo aprecio personal e intelectualmente. Su exposición fue excelente y reproduzco algunos párrafos referidos a temas muy cercanos. Oigamos a Atanaukas: “…el estilo político tuvo un macrosismo con la entrada de Hugo Chávez en la escena. La vestimenta (¿te acuerdas los chalecos de drill con muchos bolsillos?), las palabras, la manera de entonarlas y construir metáforas y símiles. Se siente la presencia sobre los adversarios”...

Como aves del paraíso
…“En la Venezuela de mi juventud los dirigentes, concejales, gobernadores, parlamentarios, andaban siempre empaltosados y encorbatados, aunque de  Montecristo, como los políticos en cualquier parte del mundo... Vine hace poco a observar una de las muchas campañas electorales en una capital del interior y me asombró que todos se vestían como guacamayas con la bandera. En Yaritagua a 40 grados, estaban embutidos en esas chaquetas de plástico y gorras tricolores y uno no sabe cómo podían sobrevivir, mientras en la cuarta la ley prohibía a los partidos usar los símbolos de la patria… Chávez quiso lesionar la majestad del poder para afirmar su ego y eso se comprende en un caudillo revolucionario, pero no en demócratas que saben la importancia del culto a las instituciones… Otra es como meten los íconos religiosos en las campañas, particularmente a la Virgen, como los cristeros en la revolución Mexicana…”.
…“Nunca se ha visto a Rajoy cantar saetas en la Semana Santa de Sevilla, ni a Merkel vestida de Nuestra Señora de Schoenstatt, pero si a los musulmanes en el equivalente. En sus presentaciones reproducen la estructura del discurso chavista: una primera parte de quejumbre con brío, enumeración de las malignidades, execraciones, iniquidades cometidas por el gobierno, pero bien matizadas con mentadas de madre, acusaciones de corrupción y demás crímenes. Eso lo llaman ‘habló clarito’ y se supone virtuoso, aunque al final de la presentación uno queda sabiendo lo mismo que al llegar. A diferencia de los líderes de la desaparecida democracia, los de ahora desprecian los planteamientos que contengan ideas, que revelen que el expositor es un estadista y no un mero agitador”.
Brexit y palometa
… “Por ejemplo, si a alguno le preguntan por los efectos del Brexit y cómo podría influir en las economías latinoamericanas, con frecuencia la respuesta es así: ‘yo acabo de estar en Barinas y allá nadie está pendiente de eso. Al pueblo le preocupa que no se consiguen bagre salado ni cachama y apenas hay corocoro solo para hacer sopa, porque tiene mucha espina’ …Eso profundiza la clásica ojeriza entre las clases medias y el liderazgo… Y el centro de la mitad del corazón de arquetipo galáctico: un yo infantil. Según indican las lecturas de centenares de discursos, el trasfondo es de una película mexicana… yo soy bravo, valiente, guapo, inderrotable, duro como un diamante, pico como una avispa y vuelo como un F-18. Cuántas veces hemos oído esas declaraciones de valor reiterativas porque todo el mundo sabe que quienes se oponen al gobierno venezolano se la juegan…”.
…“Es herencia del Galáctico que necesitaba que lo reconocieran, y reconocerse el mismo a cada instante, un caso modélico de narcisismo. O la extraña manía de comparecer con la Constitución en la mano, en el país donde el respeto a ella es cero y la cambian cuando le da la gana a cualquier atorrante en el poder. Jamás he visto a Clinton, Bush u Obama con semejantes alardes de constitucionalismo. Pienso que los opositores deberían salirse del universo simbólico autoritario. Se ven bien los parlamentarios con corbata y nos recuerdan lo importante que es la casa del pueblo, la Asamblea, elegida por más del 60% a todo riesgo y sacrificio, que se magnifica en la misma medida que la atropellan, porque agreden la voluntad del país”. Ese es un resumen de lo que dijo el Dr. Atanaukas Debello, venezolano como la arepa de chicharrón, en la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá.
  @CarlosRaulHer

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