ESTADO CENTRALISTA: FRACASO A LA VISTA
POMPEYO MARQUEZ
No es un chiste recordar que Chávez amenazó con acabar con el capitalismo y hacer una revolución para favorecer a las grandes mayorías nacionales: la cuestión de fondo de la escasez y el desabastecimiento está en esta concepción anacrónica, la misma que ocasionó el derrumbe de la Unión Soviética y países satélites.
China se salva después del disparate de la Revolución Cultural; hay un libro titulado “El sueño chino” donde se habla del comunismo, pero todos sabemos que el modelo que priva en estos momentos en el país más poblado del mundo es una economía de mercado, “el socialismo a lo chino”, donde se estableció “tanto mercado como sea necesario, tanto Estado como se requiera.”
Lo cierto es que los chinos se han convertido en la segunda potencia mundial después de las reformas de Den Xiaoping, a partir de las cuales China pasó a ser uno de los “motores” de la economía mundial, y se estima que dentro de pocos años se convertirá en la primera potencia comercial del mundo.
Julio Borges, en un artículo donde resume su viaje al país asiático, cuenta que tuvo contactos al más alto nivel, más la preocupación principal de los chinos es que pasaría con la deuda si hay un cambio de gobierno, como se avizora sucederá con el gobierno de Maduro.
Las grandes mayorías nacionales se sienten aplastadas por la crisis política, económica, social, sanitaria, educacional, en poquísimas palabras en una crisis sistémica que hace agua por los cuatro costados.
Nuestra nación llegó a ocupar lugares de vanguardia en el continente por su modelo político, económico, de “capital humano”, con una clase media que hacía gravitar al país en una dirección de progreso, de modernidad. Rigoberto Lanz llegó a hablar de postmodernidad sin haber llegado a esa modernidad en los términos que sirven de parámetros a la economía mundial.
Los demócratas del mundo ven con preocupación lo que acontece en Venezuela y se llega a lo insólito cuando distintos organismos internacionales preocupados por la crisis humanitaria se topan con el hecho de que el gobierno de Maduro rechaza la ayuda alimentaria y de medicinas, y la República se encuentra con una baja en los precios del petróleo y sometida a un endeudamiento que la acerca a un no pago, dada la profundidad de la crisis. Soluciones a la vista se han presentado. Pero una de ellas que no admite más dilación es el referendo revocatorio, el cambio de presidente, de gobierno y de régimen.
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