domingo, 28 de octubre de 2012



JUAN MIJARES: "Debemos insistir en el contacto directo para esta campaña"

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ROBERTO GIUSTI , JUAN MIJARES , EX-GERENTE COMANDO VENEZUELA |  
EL UNIVERSAL
domingo 28 de octubre de 2012 
Gerente de la Campaña del Comando Venezuela, Juan Mijares aun no termina de desprenderse de su responsabilidad, que incluyó 18 arduos días dedicados, junto con un equipo de técnicos, a elaborar un informe sobre el papel jugado por la Unidad Democrática y los partidos que la componen, en defensa del voto por Henrique Capriles. 

-Ustedes manifestaron el viernes pasado las imposibilidad de un fraude el 7-O, más allá del ventajismo y de la parcialización del CNE. Pero si no hubo fraude, la derrota es sin atenuantes. ¿En qué fallaron? 

-No es que señalemos como imposible un fraude. Decimos, sí, que no es posible sin que nos demos cuenta. Es otras palabras, no pudieron hacer una trampa tan relevante como para pensar que los resultados no fueron lo que son. 

-En otras palabras, no hubo fraude porque no pudieron hacerlo. 

-En todo proceso electoral, manual o automático, es posible que alguien pueda manipular las votaciones si el otro se lo permite o no se da cuenta. Y nosotros tomamos las previsiones para garantizar el respeto a la voluntad popular. 

-¿Quiere decir eso que en elecciones anteriores, donde no se cubrió la totalidad de las mesas (sólo un 70%), hubo fraude? 

--En ese 30% pudo haber, no digo fraude, sino vivezas de algunos adversarios que, ante la ausencia de nuestros representantes en las mesas, usurparon la decisión de quienes no acudieron a votar. 

-En todo caso, ¿si Chávez ganó sin fraude, en qué fallaron ustedes? 

-Para ganar necesitábamos 7 millones y medio de votos en un escenario con 20% de abstención y un aumento del registro electoral. Partíamos de 5 millones y medio de votos (los que conseguimos en el 2010) y por tanto requeríamos dos millones de votos. De esa cantidad conseguimos un millón. Eso nos lleva a los 6 millones y medio de votos que resultó la cifra obtenida. Es decir, nos faltó un millón de votos. 

-Ese millón que faltó había que arrancárselos a los abstencionistas y al chavismo. 

-Estaba entre los abstencionistas y había que cautivar a una parte del chavismo. Eso, en parte, no lo conseguimos. Muchos venezolanos viven en unas condiciones que les hace difícil optar por la opción que probablemente quisieran y aceptan al oficialismo para evitar lo que creen puede ser la pérdida de... 

-Las políticas sociales. 

-Las políticas sociales, eventualmente. Y el gran reto está en convencer a los venezolanos de que con la alternativa democrática no sólo tendrán esas mismas condiciones sino en mejor y mayor medida. 

-¿Por qué la gente habría de preferir, en materia de políticas sociales, a la copia, si tiene el original? 

-No..no. El mensaje de Henrique Capriles logró cautivar a una parte importante de la población. La gente se atrevió a soñar con un país diferente, que los incluya a todos. Eso sigue siendo válido y es el camino que debemos continuar transitando. Parte de las cosas que debemos entender es cómo segmentos de la población han conquistado unos derechos en la era de Chávez. Nosotros debemos asegurar su continuidad, con la necesaria modificación estructural, para que vayan más allá de unas misiones eventuales. 

-Ustedes sostuvieron, sobre todo en los últimos días, que los números estaban muy parejos. ¿Lo hicieron porque creyeron que era así o porque no querían desilusionar a los adherentes? 

- Sosteníamos la meta de los 7 millones y medio en un escenario de alta participación. 

-Pero, ¿se equivocaron sus encuestas? 

-En los últimos días, cuando ya no se podía publicar resultados, la mayoría de las encuestas advertían cómo la brecha se había cerrado, incluyendo una que no publica sus números (se dijo que era Datos) y daba ventaja a Capriles. Otra (Datanálisis) llegó a a formular escenarios, para sus clientes privados, donde la brecha estaba cerrada. E incluso IVAD señalaba que se estaba cerrando. Sin embargo, cinco meses antes la mayoría de las encuestas daban a Chávez ventajas que oscilaban entre los 8 y los 25 puntos. Como he dicho, eso se fue cerrando y nosotros llegamos a pensar que íbamos camino del triunfo. 

-Ya se ha hablado del ventajismo del oficialismo y de la complicidad del CNE. Pero, ¿cómo evitar que se reproduzca el mismo esquema en el proceso hacia el 16 de diciembre? 

-Debemos tener conciencia de la ventaja comparativa que tiene el adversario sobre nosotros Por eso debemos, en principio, cautivar a una parte de la población que aún vota por el oficialismo y luego superar la forma abusiva que maneja la campaña electoral. 

-¿De qué manera? 

-Acudiendo a la vieja forma de hacer política: el contacto directo. Relacionarse directamente con la población. 

-¿No fue eso lo que hizo el candidato? 

-Precisamente, En los sitios que visitó Henrique se establecieron vínculos afectivos y orgánicos con la alternativa democrática. Hay gente que quedó convencida de esta opción y continuará trabajando con nosotros. Eso explica el millón de votos adicionales que conquistamos respecto a las elecciones anteriores. 

-¿En qué segmento de la población se centro una candidatura que, a juicio de algunos observadores, se acercó más a la clase media que a otros sectores? 

-El acercamiento fundamental se dio en los sectores más depauperados, en los jóvenes (18 a 34 años), en las mujeres, en los beneficiarios de las misiones. Allí estaba el núcleo de los votos necesarios para llegar al número planteado de los 7 millones y medio. Y allí debemos seguir incidiendo. 

-¿Se está trabajando en ese propósito con miras a las elecciones de gobernadores? 

-Yo formo parte del apoyo técnico para la Mesa de la Unidad en la definición de sus estrategias electorales y planificación. Y estamos trabajando en eso. La conclusión del informe presentado al país sobre los resultados del 7-O forma parte la evaluación realizada para establecer los correctivos y aprender de la experiencia. 

-¿Qué tipo de correctivos deben aplicarse? 

-Lo más eficaz, desde la perspectiva política y electoral, es lo que ya te decía: el cara a cara, el casa por casa, el relacionarse con la gente. Ahí se establece un vínculo más sólido que el que puede generarse a través de contactos más fríos y volátiles como los de tipo mediático. Luego está la organización en defensa del voto, que es uno de los avances más importantes. Nosotros logramos presencia en la totalidad de las mesas (el 99.3%) y eso significa la existencia de una red y una logística que llega hasta los puntos más recónditos del país. Eso contrasta con el 70% de presencia en las mesas que cristalizó en el 2010. Pero fue enorme el esfuerzo organizativo de los partidos alrededor del Comando Venezuela y de la Mesa de la Unidad. De manera que todos esos logros deben preservarse con miras al 16 de diciembre y de ahí en adelante. 

-De esa respuesta se deduce que la estrategia debe seguir siendo la misma que se desarrolló en la campaña electoral. 

-La estrategia, básicamente, debe ser la de seguir participando en las elecciones. 

-Pero, ¿no hay fallas en la estrategia, en la organización, en el mensaje? 

-Debemos profundizar en los aciertos que la experiencia nos indica. Por eso insisto en la necesidad de relacionarse con un elector que, sobre todo, es un venezolano, un ser humano con cuyas necesidades y anhelos hay que solidarizarse, comprometerse. Debemos vincularnos con la realidad política que vive y entender como ayudarle a superar sus problemas. Es la vieja forma de hacer política. 

-¿Tomó Capriles una decisiòn acertada al optar por la reelección como gobernador de Miranda? 

-Capriles consolidó un liderazgo en el proceso electoral, es nuestro mejor candidato a la gobernación de Miranda y garantía de continuidad de su propia gestión. 

-¿No es demasiado riesgo poner en peligro todo lo que logró el 7 de octubre? ¿No se perdería un líder nacional en caso de una derrota? 

-Es cierto, en el supuesto que perdiese. Pero en la política se toman riesgos, los dirigentes deben hacerlo y Henrique también lo ha hecho. Está asumiendo un compromiso que estriba en desterrar la posibilidad de que los mirandinos caigan, de nuevo en manos del oficialismo. Eso hay que reconocerlo.

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