domingo, 21 de octubre de 2012


R. G. AVELEDO: "La Mesa Unitaria debe estar presente en la vida cotidiana del país"

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domingo 21 de octubre de 2012 
Ramón Guillermo Aveledo (Barquisimeto, 1950) recuerda que el único Presidente de la República que surgió de su generación será Hugo Chávez. Por eso, dice que él está al servicio de que en Venezuela se forme una nueva generación de líderes que no cometan los errores que su generación cometió. Para eso "deben comprender al país, lo que somos como sociedad, nuestra historia reciente, nuestra economía y el papel del Estado y del petróleo".

Tras la derrota electoral del 7-O, Aveledo insiste en que los ciudadanos tienen mucho qué defender y por eso pide dejar a un lado el abatimiento y atender el calendario apremiante que imponen las elecciones regionales del 16 de diciembre. 

-¿Qué le toca hacer ahora a la Mesa de la Unidad? 

-Hay cosas que requieren de un análisis responsable y no tienen respuestas rápidas. Nosotros tenemos que analizar la campaña y nuestra política, porque cumplimos una etapa. Mientras finiquitamos la elección de gobernadores y alcaldes hay que pensar que en 2013 la alianza debe traer un repertorio renovado de formas de comunicarse con el país y eso incluye la organización, los mensajes y los voceros. Preservar la unidad no es conservarla intacta, no es meterla en un invernadero, esta política puede funcionar de distinta manera y para eso se nombró un equipo que producirá un informe para tomar decisiones estratégicas con serenidad, para someterlo a un juicio crítico y mejorar. No podemos dejar al país sin alternativa. 

-¿Cuál es el balance de la MUD luego de sus tres años de existencia? La tarjeta de la Unidad fue la más votada. 

-Hay unos haberes. Un haber es la unidad, todo el mundo la valora. Esa valoración de la unidad, no nos equivoquemos, es el secreto de la votación de la tarjeta de la MUD, que fue creada según la proposición de Julio Borges y Roberto Enríquez en julio de 2011, como símbolo y alternativa a los electores. Ellos nos dan un mensaje muy claro: "los queremos unidos, sigan trabajando juntos". Eso no es un voto contra nadie, tampoco a favor de nadie, es un voto por el proyecto unitario.

Otro haber es el liderazgo de Henrique Capriles. El tiempo nos dirá hasta dónde se desarrolla, pero es un hecho democrático. Él logró una comunicación con la población y envió un mensaje a todos los venezolanos que es muy consistente con el mensaje de la Mesa. Si nosotros decantamos el uso de ciertas palabras, ese mensaje de unir a todo el país ese es el mensaje de la MUD desde el documento del 8 de junio (2009) y por eso era creíble, porque era consistente. Para aumentar el haber de la Unidad y el liderazgo de Capriles, todos tenemos que trabajar. Tiene que trabajar Capriles en asumir este nuevo papel que la realidad democrática le ha dado y comprenderlo en su integridad, para lo cual tiene potencial. 

-La tarjeta de la MUD aplicó sólo para el 7-O pero tengo entendido que no fenece hasta el 31 de diciembre. ¿Podrían reconsiderar y usarla para las regionales?

-Hubo que crear un partido político para poder tener tarjeta, porque en Venezuela no hay tarjetas sin partido. Fue una decisión unánime crearla y hubo el compromiso muy firme de que sólo por unanimidad podría usarse para otros procesos. En ese momento yo propuse que dejáramos eso con flexibilidad pero ese no fue el criterio que privó. Ahora, para las gobernaciones, nadie planteó formalmente que se usara esa tarjeta. Lo interesante es que la tarjeta es un símbolo y es por lo tanto un instrumento. Ahora, el destino de la Unidad no está asociado a una tarjeta. La tarjeta nos envió un mensaje, unidos es como la gente quiere vernos y en eso no sólo están los que votaron en la tarjeta de la Unidad, también están los que votaron en las tarjetas de los partidos. Así como la tarjeta de la Unidad no puede ser leída como contra los partidos, el voto de los partidos no puede ser leído como contra la Unidad. Yo considero deseable que la tarjeta sobreviviera como alternativa, al fin y al cabo habemos electores que queremos expresarnos en un símbolo que sea plural y no monocolor, pero ahora lo importante es que el compromiso unitario se fortalezca, con independencia de la tarjeta. 

-¿Con la alianza perfecta? 

-Con la alianza perfecta y con una actividad unitaria, por ejemplo, con los equipos de trabajo. Aquí viene una dimensión que tiene esta política desde el primer día, desde el documento del 8 de junio (2009) y que sin embargo se ha desarrollado insuficientemente, que es la creación de una basta "red social de solidaridad democrática", que se trata de la presencia en la vida cotidiana del país. El país no existe solamente de elección en elección, el país existe todos los días. Por ejemplo, nuestra respuesta a la Misión Vivienda Venezuela no puede limitarse a la proposición de una política pública alternativa. Eso es importantísimo, pero eso es gestión de Gobierno por lo tanto debe ser objeto de control parlamentario y es vida social, por lo tanto debe ser objeto de activismo social. Entonces, esa visión más integral que está en el plan original, tenemos que desarrollarla. 

-Capriles dijo que faltó hacer más campaña sin él y pidió mantener activados los "comanditos" Venezuela. 

-Eso es una manera de verlo. Yo sí creo que hubo campaña sin candidato y en ese examen que vamos a hacer hay que ver porqué, qué pasó. Los hechos ocurren por algo, vamos a ver qué causó eso, porque si no podemos decretar que eso no exista más y sucede. Ahora, que sigan existiendo las direcciones en todas partes, esa es la idea, el asunto es que sean sitios donde todo el mundo se encuentre.

Capriles decidió de manera inteligente cambiar el nombre a los comandos Tricolor que usó en su precandidatura porque daban a los que no habían estado allí una sensación de exclusión y a los que sí estuvieron una sensación de propiedad. Así se pasó al Comando Venezuela como una idea de ampliación -eso tuvo desarrollos desiguales según los estados y las personalidades-, así como una dirección de campaña común y una dirección política común. Hasta ahora, eso es la Mesa. El cómo opera, cómo se cumpla esa tarea, es algo que debemos definir de acuerdo con la realidad y siempre será una cosa plural, en cuanto a la presencia de los partidos. 

-Hubo y hay quejas. Mientras se pide al Gobierno reconocimiento para una mitad del país, parece que no hubo en la alianza una actitud cónsona con ese reclamo.

-Claro, pero también debo decir que las quejas no tienen un solo color. Yo lo digo con franqueza porque yo soy servidor de esta causa y no cuido puestos. La razón por la que yo he durado en este puesto es porque no lo cuido. La verdad es que en todas partes esos problemas no tienen el mismo color. Ahora tenemos que atacar rápido y duro las regionales y sobre la marcha deben haber correcciones para poder meter a todo el mundo y eso significa tolerancia, amplitud genuina, esfuerzos mayores de todos. También del que pide tolerancia debe haber reconocimiento del que es mayoritario. Es verdad que todo el mundo es igual en su dignidad, igual en su venezolanidad, igual en su patriotismo, pero hay unos que tienen más gente que otros en las regiones y eso también hay que reconocerlo. Se nos atraviesan las elecciones de gobernadores y en poquísimas semanas no vamos a resolver cosas que llevan muchísimo más tiempo incubándose, pero hay un valor superior que es la unidad y la defensa de la descentralización. Los que estudiamos Derecho aprendimos que lo accesorio sigue a lo principal y la unidad no es algo adjetivo, es algo sustantivo, porque es como la gente nos quiere ver. A todos nos toca una idea que suena rara en política: esfuerzo de desprendimiento. 

-¿En la revisión de su estrategia, la MUD responderá al Presidente sus tergiversaciones históricas y sus ataques a la "vieja política"? 

-En Venezuela lo que es viejo es la arbitrariedad, el personalismo, el caudillismo, el militarismo. Este Gobierno ha representado lo más viejo de la política venezolana, porque la república civil, la democracia, es una cosa nueva. Para poder hacer una política nueva hay que comprender el país en el que estamos y para eso hay que dedicar esfuerzo, estudio, no lugar común, no consigna para despachar el pasado. Al país no podemos ponerle a voluntad una fecha de inicio. La democracia en Venezuela es el producto de una larguísima lucha que hay que comprender. ¿Por qué somos un pueblo pacífico? Porque fuimos muy violentos en el siglo XIX y, aunque es un país siempre nuevo, es hijo de su experiencia.

Elvia Gómez
El Universal

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