ENTREVISTA RAMÓN GUILLERMO AVELEDO
"El 14-A se venció al derrotismo y a la arrogancia del poder"
ELVIA GÓMEZ
EL UNIVERSAL
Desde las elecciones presidenciales del 7 de octubre a la fecha, Ramón Guillermo Aveledo ve ganancias importantes. Entre ellas la consolidación del liderazgo de Henrique Capriles Radonski y la acogida dada por los electores a la tarjeta de la Unidad -"la tarjeta más votada que ha habido en el país"- que desplazó en apoyo a la del PSUV.
"Capriles ha mostrado que es un líder sólido, pero no impermeable, que es capaz de captar las necesidades y de reinventarse, cambiar sin cambiar en su esencia, porque su mensaje es el mismo: él quiere ser el Presidente de todos. Él es el dirigente más importante de la oposición individualmente considerado, por eso todo el afán del Gobierno en golpearlo", dice el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática.
Recalca que salió del 14-A un país dividido en dos mitades donde ninguna parte arrolla a la otra y que la traslación que ese día se produjo del voto chavista a Capriles, demuestra que hasta la muerte del Presidente "había una adhesión personal de una parte de esos votantes que no era transferible (a Maduro) y que no significa vínculo con un proyecto ideológico. Ese país en dos mitades tiene que respetarse y reconocerse".
-Da la impresión de que el Gobierno no está leyendo correctamente los resultados del 14-A. ¿Qué le pasa?
-Creo que el Gobierno cerró los ojos y no quiere admitir la realidad porque tiene en la mente la fantasía revolucionaria. Hay una frase atribuida a (Joseph) Goebbels, el genio de la propaganda del nacional socialismo -es un genio que pongo en duda porque hablaba solo, no había prensa libre- y dicen que él decía que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Y se convierte en verdad primero para los que la dicen, son los primeros sugestionados, esa es la prisión de la fantasía ideológica. ¿Si el Gobierno cree que lo que tiene enfrente es "la burguesía y el imperio", cómo hace para aceptar que según sus cuentas hay un poquito más de 1% de patriotas por encima de los apátridas? Pero lo que ganó el día 14 de abril fue el país plural y hubo dos vencidos: el derrotismo y la arrogancia del poder.
-¿Con los ojos cerrados qué futuro espera al Gobierno? Ya la gente perdió el miedo.
-Los dominicanos tienen un dicho: "Maduro no va pa' verde". Hay cosas que no se devuelven a pesar de que el Gobierno invirtió en el miedo como política de Estado. Ellos hacen un esfuerzo por revertir eso pero nadan contra la corriente. Cerrar los ojos tiene el precio de un conflicto con la realidad y si no la atienden se les viene encima, como les caerá la economía si la siguen manejando como hasta ahora. El Gobierno ha ignorado a los sectores empresarial y laboral, estatiza, invade, expropia, amenaza. Decretan la emergencia eléctrica ¡otra vez! y militarizan al sector, y eso es que a Jesse Chacón, que era teniente, lo ponen de ministro y a un general secretario de él. Pero ellos habían puesto a Ramiro Valdés allí, un general cubano, y no se supo qué fue lo que pasó con eso.
-Chácon dijo cosas que dejan mal a Argenis Chávez.
-Esas son las contradicciones inmanentes. La versión oficial era que la crisis eléctrica era culpa del sabotaje, ahora resulta que tienen que invertir en generación, transmisión y distribución, que es lo que los técnicos de la Unidad vienen diciendo. Hay unas incompetencias ahí y es culpa del ingeniero Chávez y del Gobierno donde está Maduro. ¿Van a asumir la verdad o van a seguir trayéndose unos expertos de Cuba? Chico, habla con la gente de las universidades, no puede ser que se nieguen a discutir con venezolanos porque son "escuálidos". Tienen que escuchar.
-¿Cómo evalúa a Maduro? A veces parece desconectado de la realidad.
-Yo a veces temo que Maduro no se ha dado cuenta de dónde está parado, después de años obedeciendo ahora le toca decidir. Es como si él estuviera buscando demostrarle a sus compañeros que él sí puede y está siempre sometido por ellos a referéndum y eso le da una enorme inseguridad. Si uno disecciona su discurso encuentra tres módulos que lo mantienen prisionero: "Yo soy hijo de Chávez", "Yo no tuve el poder regalado, di una batalla titánica" -se olvida que él recibió el poder entregado con todas las ventajas- y la caracterización del adversario para ver si unifica a los suyos (el fascismo, el golpe, la violencia). Por eso no piensa en los problemas reales que tiene enfrente. Pero ni el Gobierno es producto de una invasión extranjera ni la oposición lo es. Somos venezolanos y vamos a tener que seguir viviendo unos con otros.
-¿Que dice de la amenazas de Iris Varela de meter preso a Capriles?
-Ella tiene que agradecer que la hayan dejado en ese puesto para el cual no tiene ningún mérito. El mensaje de ella tiene un propósito exclusivamente propagandístico. Al Gobierno le da pavor la votación a favor de Capriles y esa es una hemorragia que el Gobierno quiere parar. Yo no creo que ellos sean tan insensatos para meter preso a Capriles. Creo que buscan deteriorarlo moralmente, hacerlo aborrecible para el pueblo chavista y que no lo escuchen y la gente no se dé cuenta de que si aquí gana la alternativa eso no quiere decir que habrá violencia ni guerra.
-Pero también está escuchando la comunidad internacional. ¿Cómo se tomarán ellos esas amenazas?
-Muy mal, muy mal. En la comunidad internacional saben que lo que Capriles solicitó (auditoría) es algo perfectamente democrático. Por eso el Gobierno para tranquilizar a la comunidad internacional y para tener compañía en la toma de posesión, que no fueran Raúl Castro, Evo (Morales), (Daniel) Ortega y (Rafael) Correa aprobó en el CNE la solicitud de Capriles. El Gobierno haría mal creyendo que puede vacilarse a la oposición y burlarse de la comunidad internacional. Esos gestos propagandísticos muestran su peor rostro, como la declaración sobreactuada de Iris Varela, la actuación de Diosdado Cabello en la Asamblea Nacional y las amenazas del ministro (Ricardo Molina) contra los empleados públicos, son los que le complican el asunto al Gobierno. No se imaginan el daño que les ha hecho que el presidente de la AN actúe como si él fuera el amo. Una agresión física a diputados dentro del hemiciclo y después negarles la palabra, eso es como si la AN se autoclausurara.
-¿Es creíble una comisión del oficialismo para dialogar integrada por Cabello?
-Las bases del diálogo son el reconocimiento del otro y la que se deriva de esa, que es el respeto por el otro. Que se defina la comisión implica un reconocimiento y eso es muy importante, porque para un Gobierno como este, que se define como revolucionario, el problema es reconocer que existen otros, porque ellos dicen representar a la totalidad del país. Sobre los integrantes (Cabello, Flores y Arreaza), a primera vista pareciera una comisión para no entenderse. Otros podrían leer: "mejor es que vengan los más duros, porque en un diálogo siempre hay que ceder y si ceden los más duros será más fácil que cedan otros". Otra lectura puede ser: "Qué difícil es para Maduro armar una comisión". Ahora, esos son los que ellos decidieron, nosotros decidiremos los nuestros. No nos pongamos a escoger quién habla de allá para acá, vamos a ver cuál es la sustancia del diálogo. El país no está para que le hagan trucos, para pequeñas maniobras. A mí me parece que en esas conversaciones podría ser útil un tercero de buena fe
-¿Como quién?
-En la realidad nacional hay instituciones y personas con autoridad, que no están en el debate político y que no atienden a ningún interés económico o social -aunque son legítimos- y que pueden cumplir ese papel en estas circunstancias que son tan exigentes.
-¿Se va a quedar la MUD estancada en el reclamo electoral o actuará en la calle con reclamos sociales que el Gobierno sigue sin resolver?
-Nosotros no somos una ONG de tema electoral de masas, ese no es nuestra naturaleza, somos una alternativa política. Esa defensa del respeto a la voluntad popular forma parte de una lucha más grande. Aquí lo que está en juego es que somos una república y tenemos que luchar porque los poderes públicos no sean para una parcialidad. Aquí hay expresiones que se están produciendo, como convergencias en el medio sindical muy interesantes, que debemos alentar para que se produzcan con independencia de la política. No podemos contribuir a la idea de que el único debate que existe aquí es el debate por el poder, no se trata de politizar todas las actividades sociales, se trata más bien de socializar la actividad política.
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