miércoles, 19 de marzo de 2014

¿A QUE VIENE UNASUR?
ADOLFO R. TAYLHARDAT   
EL UNIVERSAl


En la reunión de cancilleres de Unasur que se realizó durante la toma de posesión de la presidenta Bachelet  se decidió que una misión de ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros venga nuestro país.

La tarea de esa misión consistiría en: apoyar y asesorar "un diálogo político y amplio para superar la crisis que afecta a esa nación" En la resolución los cancilleres acordaron también "respaldar los esfuerzos" del gobierno venezolano para propiciar un diálogo entre el Ejecutivo y "todas las fuerzas políticas y actores sociales" para propiciar un acuerdo "que contribuya al entendimiento y la paz social" partiendo de la "conferencia nacional de paz" que ha inventado el ilegítimo.
El mandato de esa misión no podía ser más sesgado y prejuiciado. Ese texto anticipa, de por sí, un resultado parcializado a favor del régimen,
Como es sabido, la "Cláusula Democrática" de Unasur, dentro de cuyo marco se decidió la visita de esa misión, fue concebida, no para proteger la institucionalidad democrática y constitucional de los Estados Miembros, sino para proteger a los gobiernos indistintamente de cuál sea su condición desde el punto de vista de su desempeño, ya sea legítimamente democrático, o una vulgar dictadura presidida por un sujeto ilegítimo entronizado mediante la violación de las disposiciones constitucionales que rigen la sucesión presidencial.
Pero si lo anterior fuera poco, un somero análisis de la composición actual de Unasur y de la actitud de esos países vis a vis Venezuela inevitablemente nos conduce a abrigar una sensación de profundo pesimismo en cuanto a la imparcialidad que debería mantener esa misión.
De los once gobiernos de los Estados Miembros solamente uno, el de Perú podría asumir una actitud equilibrada en relación con la actual situación venezolana.

Veamos la posición de los demás países: Ecuador y Bolivia, miembros de esa entelequia que llaman ALBA, siguen siendo títeres del régimen chavista. Argentina, o mejor, su presidenta, se identifica con el fallecido führer y mantiene una actitud evidentemente favorable al ilegítimo. Además hay intereses financieros y comerciales en juego. Uruguay tiene también con Venezuela compromisos comerciales y financieros importantes y no hay que olvidar la filiación política de su Presidente. Paraguay, que mantuvo durante mucho tiempo una posición firme y digna en cuanto a la naturaleza del régimen del difunto dictador y de ilegítimo sucesor, ahora parece temer ser objeto de los desplantes irracionales del usurpador de la jefatura del Estado venezolano. Brasil, que podría aprovechar esta coyuntura para afianzar su aspiración a ser una gran potencia  regional tiene también importantísimos y cuantiosos intereses financieros y comerciales que limitan su autonomía. Dos países muy queridos de todos los venezolanos, de los cuales podría haberse esperado una actitud ecuánime e íntegra, ya han adelantado su parcialización con el ilegítimo. La presidenta Bachelet y la canciller colombiana han hecho declaraciones que abiertamente favorecen al régimen. Finalmente, de Guyana y Surinam no vale la pena comentar.

De manera que nada bueno puede esperarse de la visita de esa misión. Sin embargo, la oposición venezolana no debe perder la oportunidad de reunirse con los cancilleres unasureños para demostrarles que la fulana conferencia de paz no es sino una trampa caza-bobos con la cual el ilegítimo pretende lograr que la oposición le confiera la legitimidad que no tiene. La oposición debe reunirse con los cancilleres de Unasur para mostrarles la verdadera realidad, presentarle todas las evidencias que demuestran la crueldad con la cual el régimen del ilegítimo ha arremetido contra los jóvenes estudiantes, cuya concentraciones, marchas y protestas pacíficas han recibido acometidas desproporcionadas, ataques violentos, agresiones de todo tipo de parte, vejaciones, violaciones y torturas de parte los órganos de represión del régimen incluidas las brigadas criminales de irregulares armados y asalariados por el Gobierno.
Me calificarán de traidor a la patria (¿cuál patria? ¿La piltrafa de país que nos está dejando el ilegítimo bajo la orientación del régimen cubano?), pero ante el fracaso de la mediación de los gobiernos de los países "hermanos" queda en pie el anuncio del secretario de Estado, Kerry, quien dijo que Washington está preparado para imponer sanciones a Caracas si no prosperan los esfuerzos mediadores de la región. Ante el Congreso de su país afirmó: "estamos preparados, de ser necesario, para invocar la Carta Democrática Interamericana y a implicarnos de forma seria mediante sanciones.
Un intento de invocar la Carta Democrática se estrellará contra la misma pared de cinismo e indiferencia de los "países hermanos" que vimos en el Consejo Permanente de la OEA y como fracasará la misión de Unasur, queda la opción de las sanciones. Esperemos que Washington mantenga su palabra, porque eso podría precipitar el cambio.

@taylhardat

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