domingo, 29 de junio de 2014

Parlamentarias o Constituyente

Gonzalo González

Después del fracaso de La Salida como objetivo- que no de llamar a protestar- la oposición democrática debe hacer un ejercicio de realismo y responsabilidad. Realismo para evaluar correctamente el estado de la opinión pública,  la correlación de fuerzas y los tiempos; responsabilidad para proponer el camino más eficaz y menos costoso para construir la mayoría socio-política capaz de desplazar al chavismo del poder.
Hay quienes son partidarios de enfocarnos en ganar los comicios para renovar la Asamblea Nacional y otros en trabajar para un proceso constituyente.
Antes de entrar a considerar ambas propuestas es bueno señalar que ambos caminos son excluyentes en el sentido de que la oposición en su conjunto no puede trabajar simultáneamente para ambos escenarios: no tiene ni la capacidad ni los recursos para hacerlo. También debe precisarse que ni la victoria en las parlamentarias ni en la constituyente supone el inmediato cambio de gobierno. 
Realizar una Constituyente sin el apoyo y con la oposición activa del aparato del Estado es prácticamente imposible, para todas las etapas de ese proceso es indispensable contar con los recursos del mismo. Debemos recordar que todos los procesos constituyentes realizados en Venezuela fueron posibles por ser organizados con el concurso del aparato estatal. Para no ir muy lejos recordemos por un momento los procesos de 1947, 1958 y 1999. Por otro lado- y este es un requisito clave- estos procesos deben contar con  el respaldo de una mayoría política determinante para poder materializarse y ser viables políticamente cosa que no pareciera posible en el lapso que media de aquí al año que viene, 2015, cuando debe renovarse la Asamblea Nacional.
Tambíen se corre el riesgo de sabotaje del proceso vía CNE o de secuestro mediante convocatoria hecha por el régimen vía Poder Ejecutivo o Asamblea Nacional.
La opción correcta para el movimiento democrático es ayudar a incentivar la protesta y prepararse desde ahora para ganar las elecciones parlamentarias, las cuales van, el régimen no tiene-por ahora- razones para suspenderlas, hacerlo les supone pagar un alto costo político.
Una AN con mayoría opositora generaría una dinámica político- social contraria a la permanencia en el poder del chavismo, materializaría el enorme rechazo existente hacia el gobierno y lanzaría un enorme mensaje de cambio.
 Para que la victoria sea posible en el 2015, el cual esta a la vuelta de la esquina, la oposición debe cumplir ciertos requisitos y superar algunas situaciones inconvenientes. Reconstruir la unidad, conectar con el descontento y la inconformidad creciente del país ante el fracaso del proyecto chaviano, promover y participar en la protesta, posicionarse como alternativa de poder and last but not least alejarse de atajos y quimeras.


                                                              Caracas, 29 de junio de 2014

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