Parlamentarias
o Constituyente
Gonzalo González
Después del fracaso de La Salida como objetivo- que no
de llamar a protestar- la oposición democrática debe hacer un ejercicio de
realismo y responsabilidad. Realismo para evaluar correctamente el estado de la
opinión pública, la correlación de
fuerzas y los tiempos; responsabilidad para proponer el camino más eficaz y
menos costoso para construir la mayoría socio-política capaz de desplazar al
chavismo del poder.
Hay quienes son partidarios de enfocarnos en ganar los
comicios para renovar la Asamblea Nacional y otros en trabajar para un proceso
constituyente.
Antes de entrar a considerar ambas propuestas es bueno
señalar que ambos caminos son excluyentes en el sentido de que la oposición en
su conjunto no puede trabajar simultáneamente para ambos escenarios: no tiene
ni la capacidad ni los recursos para hacerlo. También debe precisarse que ni la
victoria en las parlamentarias ni en la constituyente supone el inmediato
cambio de gobierno.
Realizar una Constituyente sin el apoyo y con la
oposición activa del aparato del Estado es prácticamente imposible, para todas
las etapas de ese proceso es indispensable contar con los recursos del mismo.
Debemos recordar que todos los procesos constituyentes realizados en Venezuela
fueron posibles por ser organizados con el concurso del aparato estatal. Para
no ir muy lejos recordemos por un momento los procesos de 1947, 1958 y 1999.
Por otro lado- y este es un requisito clave- estos procesos deben contar con el respaldo de una mayoría política
determinante para poder materializarse y ser viables políticamente cosa que no
pareciera posible en el lapso que media de aquí al año que viene, 2015, cuando
debe renovarse la Asamblea Nacional.
Tambíen se corre el riesgo de sabotaje del proceso vía
CNE o de secuestro mediante convocatoria hecha por el régimen vía Poder
Ejecutivo o Asamblea Nacional.
La opción correcta para el movimiento democrático es
ayudar a incentivar la protesta y prepararse desde ahora para ganar las
elecciones parlamentarias, las cuales van, el régimen no tiene-por ahora-
razones para suspenderlas, hacerlo les supone pagar un alto costo político.
Una AN con mayoría opositora generaría una dinámica
político- social contraria a la permanencia en el poder del chavismo,
materializaría el enorme rechazo existente hacia el gobierno y lanzaría un
enorme mensaje de cambio.
Para que la
victoria sea posible en el 2015, el cual esta a la vuelta de la esquina, la
oposición debe cumplir ciertos requisitos y superar algunas situaciones
inconvenientes. Reconstruir la unidad, conectar con el descontento y la
inconformidad creciente del país ante el fracaso del proyecto chaviano,
promover y participar en la protesta, posicionarse como alternativa de poder
and last but not least alejarse de atajos y quimeras.
Caracas, 29 de junio de 2014
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