miércoles, 11 de noviembre de 2009


DECLARACIÓN DEL GRUPO LA COLINA SOBRE LAS TAREAS UNITARIAS URGENTES DE LA OPOSICIÓN DEMOCRÁTICA.

11 de Noviembre, 2009

El Consejo Nacional Electoral (CNE) acaba de anunciar que el 26 de Septiembre de 2010 se celebrarán las elecciones de la Asamblea Nacional. Sin duda, tan importante evento político-electoral representa una gran oportunidad para avanzar de las fuerzas democráticas, cuya significación no puede sernos indiferente.

De allí que la oposición y la disidencia democráticas del país estemos obligados a abordar en toda su dimensión lo que eso comporta para el futuro de Venezuela. Son muchas las tareas que desde ya debemos iniciar si deseamos alcanzar un resultado exitoso.

No obstante, en primer lugar, y sin dilación, tenemos que acometer el asunto de las candidaturas unitarias y/o únicas (nominales y por lista) que representarán a estas fuerzas.

Ha sido expresado desde todos los ámbitos nacionales que para tal ocasión nos corresponde concretar una Unidad Perfecta que nos permita ganar la mayoría de la próxima Asamblea Nacional, y desde allí defender y debatir con las mayorías y de cara al poder Ejecutivo, las políticas y leyes que se requieren para encaminar al país por derroteros de libertad y bienestar, todo en función de detener y corregir el profundo deterioro que afecta a la Nación, sólo atribuible a un gobierno incompetente y corrupto.

Necesitamos con urgencia que las fuerzas políticas y la sociedad toda en sus diversas formas de organización, acometan con celeridad el proceso de selección y confección de esas listas de candidatos unitarios y de la oferta política que habrá de presentarse.

Es indispensable que la Mesa Unitaria adopte decisiones en cuanto a la metodología que va ser utilizada a tales fines. Ella debe incluir un cronograma de trabajo, los plazos, la forma de participación de las organizaciones de la sociedad civil y los procedimientos de escogencia que serán empleados para la selección definitiva de los candidatos, priorizando aquellos los consensos y aquellos menos costosos y traumáticos.

Por otro lado, los partidos reunidos alrededor de la Mesa Unitaria deben, de manera definitiva, despejar todas las dudas y rumores malsanos e interesados de que se estaría fraguando un reparto de puestos que no consideraría a los sectores independientes del país. Esto puede convertirse en un factor inconveniente y propiciador de malos entendidos que poco ayudan a la intención unitaria. “La democracia empieza en la oreja, escuchando a todo el mundo”. Ésta es una frase que hemos oído recientemente, que encierra una gran verdad. Hagamos nuestra esa idea.

Por su parte, las ONG, gremios, sindicatos, movimientos estudiantiles y juveniles, en fin, el resto de la sociedad y sus organizaciones, deben asumir y comprender la importancia que le corresponde a los partidos políticos en éstas y en todas las elecciones por venir, y permitir que los mismos puedan fortalecerse en el proceso electoral que nos conducirá a la renovación y rescate de la Asamblea Nacional, en medio de la compleja y delicada situación que vive el país. Siempre se señala la importancia que tienen los partidos políticos en una sociedad democrática abierta y libre, pues bien, asumámoslo de verdad y no nos enfrasquemos en una pelea sin sentido contra ellos. El esfuerzo es de todos y a favor de todos.

Algunos sectores del campo democrático han expresado ante la opinión pública la idea de que sólo el procedimiento de unas elecciones primarias sería el apropiado y exclusivo para designar a los candidatos unitarios. Esta perspectiva nos luce inflexible, dogmática, aunque pueda albergar elementos positivos, y ser recomendable en algunos casos muy especiales. Ningún método para seleccionar el candidato en si mismo garantiza el éxito, tampoco el ser militante de partido, independiente o miembro de la "sociedad civil". Lo decisivo es que el candidato único seleccionado sea el resultado de la confluencia de todas las fuerzas democráticas, incluidas las que se desprendan del bloque adversario, que asegure el éxito político que buscamos.

Asimismo, debe tenerse en cuenta que la óptica del país en general no es la misma que se tiene desde Caracas, y que la aceptación o no de un partido o de una persona independiente reflejada en una encuesta en un momento determinado y fuera del entorno de una campaña electoral, no es necesariamente una medida o criterio definitivo para tomar decisiones.

Para nosotros, el Grupo La Colina, el gran objetivo es ganar la Asamblea Nacional con una lista de candidatos únicos apoyados por todos y el debate sobre el procedimiento a emplear no puede privar por encima de ese gran objetivo, ni convertirse en obstáculo insalvable. La experiencia de las elecciones regionales nos enseña que el método de selección de los candidatos por la vía del acuerdo y del consenso fue válido. No debemos mostrarnos intransigentes y dogmáticos a este respecto.

Por último, aunque pareciera innecesario decirlo, debemos subrayar que estamos ante una situación nacional que exige desprendimiento, comprensión, madurez y la mayor buena voluntad de parte de todos. Es una obligación y un deber terminar con la ristra de errores que hemos cometido. La acción concertada y sinérgica nos hará avanzar el 26S. Se abre una gran oportunidad de ganar. Hagámoslo y hagámoslo bien.

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