domingo, 22 de noviembre de 2009

NOTICIAS DE VENEZUELA EN EL MUNDO

Chávez reivindica al terrorista «Chacal» como un luchador revolucionario
LUDMILA VINOGRADOFF
El Chacal tiene quien ponga la manos en el fuego por él. Y es nada menos que el presidente Hugo Chávez, que en uno de sus actos impredecibles, defendió y justificó este viernes por la noche alEl Chacal tiene quien ponga la manos en el fuego por él. Y es nada menos que el presidente Hugo Chávez, que en uno de sus actos impredecibles, defendió y justificó este viernes por la noche al venezolano actualmente preso, Ilich Ramirez Sánchez, el terrorista más temible y sanguinario del mundo después del saudita Osama Bin Laden.El mandatario venezolano dio un discurso en la clausura del Encuentro Inernacional de Partidos de Izquierda, celebrado en el Hotel Humbold del cerro El Avila, en donde sin razón alguna mencionó a Ramírez Sánchez, alias «el Chacal», catalogándolo de estar «condenado injustamente» por la justicia francesa.Chávez reclamó que «el Chacal» fuera «secuestrado por la policía francesa. Se lo llevaron secuestrado desde donde estaba viviendo en Sudán. Lo metieron en un saco y se lo llevaron a París. Allá está preso».«Lo reivindico como luchador revolucionario, digan lo que digan. Sobre él cayó una responsabilidad que no es suya», dijo.Esta es la segunda vez en once años que lleva en el poder que Chávez se refiere públicamente del terrorista venezolano, lo que le ha valido más de un repudio nacional e internacional. La primera vez ocurrió en 1999 tan pronto asumiera el mando. Le envió una carta con elogios revolucionarios y citas literarias, que sus críticos franceses la calificaron de «surrealista, desoncertante y enigmática».En febrero de 1999 esta corresponsal le preguntó a Chávez el motivo de la carta al Chacal. «Le envié la carta por solidaridad porque yo sé lo que es estar en prisión», fue lo que respondió.El terrorista venezolano, considerado por la policía internacional como el enemigo número uno del occidente en los años 70 y 80, fue capturado por un comando francés en agosto de 1994 en Jartún, Sudán, y llevado a juicio. Desde esa fecha permanece en La Santé, una cárcel francesa de máxima seguridad en las afueras de París. Fue condenado a dos cadenas perpetuas por los homicidios de dos agentes franceses y por un triple asesinato. También tiene pendientes otros sumarios sobre diversos atentados terroristas.En sus declaraciones dadas a la prensa, especialmente la entrevista que concedió al diario venezolano El Universal, «el Chacal» justificó y se solidarizó con Bin Laden por los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.

Uribe toma una actitud conciliadora frente a la crisis con Venezuela
El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, ha realizado hoy un llamamiento a la tranquilidad después de que el pasado jueves Venezuela destruyera dos puentes peatonales que unían ambos países argumentando que eran usados por narcotraficantes. Uribe declaró en la localidad de Cúcuta, cercana a la frontera con Venezuela, que por parte de Colombia no habría "ni un murmullo de agresión" contra el país vecino, y afirmó que remitiría el caso a los organismos de justicia internacionales, en referencia a Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos. "El hermano pueblo de Venezuela jamás escuchará siquiera un murmullo de agresión del pueblo o del Gobierno colombiano", afirmó Uribe, que también señaló que "el único camino" que correspondía tomar a Colombia en este asunto era "acudir a las organizaciones encargadas de aplicar el Derecho Internacional". Uribe afirmó que en la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela existe el "derecho natural" de los ciudadanos a "vivir libremente, compartir y transitar la zona limítrofe con el hermano país", y sostuvo que "no puede ser este el siglo para dejarnos llevar a las provocaciones de guerras internacionales". El presidente colombiano, por otro lado, descartó que como represalia por la destrucción de los dos puentes vaya a cortar el suministro de gas y energía a Venezuela. La destrucción de los puentes peatonales por parte de Venezuela parece un episodio más de la eslada de tensión que se lleva produciendo entre los dos países desde que el pasado julio Colombia firmara un acuerdo por el cual Estados Unidos usará siete bases militares en su territorio.

La detención de una paramilitar agrava la crisis entre Colombia y Venezuela
MAYE PRIMERA
Se llama Magaly Janeth Moreno Vega, tiene 39 años, es colombiana y, según las autoridades del Gobierno de Venezuela que la capturaron el jueves 19 de noviembre en su territorio, se trata una supuesta jefa paramilitar buscada por Interpol. Al confirmar ayer su detención, el ministro de Interior y Justicia venezolano, Tareck El Aissami, ha dicho que su presencia en la ciudad de Maracaibo -capital del Estado petrolero de Zulia, fronterizo con Colombia- "forma parte de las pruebas, de las evidencias de la escalada de violencia promovida desde el Gobierno de Colombia en contra de nuestro pueblo y nuestro Gobierno".Magaly Moreno, aseguró el ministro venezolano, era apodada La Perla entre las filas del Bloque Santander de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Entre los años 2002 y 2003, agrega El Aissami citando a la prensa colombiana, era persona de confianza del ex fiscal colombiano Luis Camilo Osorio Isaza, y una de las encargadas de las relaciones de las AUC con los cuerpos de seguridad colombianos. "Es decir: DAS [Dirección Administrativa de Seguridad], Ejército, policía (...) Es decir, que una jefa paramilitar era la persona de confianza del fiscal (...) ello da cuenta de la descomposición institucional y moral del Gobierno de Álvaro Uribe, de que las instituciones [colombianas] se sostienen sobre las bases de las mafias del narcotráfico y paramilitarismo", dijo el ministro. Requerida por InterpolSegún han informado las autoridades venezolanas, Moreno era requerida por Interpol. En estos momentos, tratan de determinar si Moreno cometió o no algún delito en Venezuela, ya que están procesando información "sumamente importante" que ella misma ha confesado durante los interrogatorios. Por lo pronto, no han informado cuándo será deportada a Colombia.Esta denuncia por parte de Venezuela se suma a las acusaciones del presidente, Hugo Chávez, acerca de que Colombia planea atacar a su Gobierno por intermedio de fuerzas paramilitares y por orden del "imperio yanqui". La utilización por parte de tropas de los Estados Unidos de siete bases militares colombianas representa también una afrenta para Chávez y una amenaza para América Latina. En agosto pasado, la Cancillería de Caracas decidió congelar sus relaciones diplomáticas con Bogotá.

Bogotá despliega otros dos mil soldados en la zona de conflicto
ALEJANDRA DE VENGOECHEA
Hace muchos años no se veía tanta tensión entre Colombia y Venezuela, países que comparten más de dos mil kilómetros de una caótica frontera escena de asesinatos, secuestros, robos y extorsiones. Tras el último episodio en la escalada entre ambos países, la voladura el pasado viernes de dos puentes sobre el río Táchira, el Gobierno de Bogotá emitió ayer una orden de inmediato cumplimiento: dos mil soldados fuertemente armados fueron enviados a la zona para reforzar la seguridad. Y para «impedir cualquier agresión contra el territorio nacional», justificó el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva. El presidente Álvaro Uribe aprovechó este escenario de «mayor seguridad» para, desde un Consejo Comunal en Cúcuta -provincia de Norte de Santander, fronteriza con Venezuela-, romper su silencio sobre la última «provocación» venezolana: «Es muy grave haber destruido esos puentes, que estaban al servicio de las comunidades de ambos países», dijo. Aunque en tono contemporizador insistió en que «Colombia no puede hacer ni hará gestos de guerra. Nuestra única determinación es la derrota del terrorismo, nunca la guerra a los pueblos hermanos».Cuestionado por los duros calificativos que le lanza Hugo Chávez desde hace semanas -que van desde narcotraficante hasta bandido, pasando por títere de Washington-, Álvaro Uribe aseguró que «nunca recurro a las provocaciones verbales, y en este caso no podemos conceder ni un solo gesto de provocación. Simplemente, hay que acudir a los organismos internacionales, como la ONU y la OEA».Desde Caracas, el presidente Chávez justificaba ayer la voladura de los dos puentes diciendo que «se trata de dos pasos peatonales desmontados en una operación de rutina para evitar el ingreso de narcotraficantes y bandidos colombianos... No son puentes, son pasarelas ilegales y artesanales», aseguró. Maniobras chavistasEn la propia Venezuela, el sector crítico a Chávez considera que su «guerra verbal» con Colombia es una cortina de humo. «Se trata de una táctica dirigida a incrementar la tensión, para tratar de unir al país y a su propia base chavista, que siente que se le escurre entre las manos», afirmó el analista y opositor venezolano Teodoro Petkoff.La principal preocupación del presidente de Venezuela son las elecciones a la Asamblea Nacional -Congreso-, convocadas para septiembre próximo. Para Uribe, un buen manejo de esta confrontación con Venezuela puede ser también de gran utilidad política, ya que apuesta por su tercera reelección presidencial, en agosto de 2010. Ambos presidentes buscan réditos políticos de la actual situación.

Opinión ABC
Chávez apuesta por la guerra
HUGO Chávez ha logrado ya uno de sus principales objetivos: hacer que Colombia tome medidas militares en la frontera y justificar así la continuación de su alocada política de provocaciones. Desgraciadamente, la guerra entre Colombia y Venezuela parece cada día más posible a pesar de que nadie, excepto Chávez, sería capaz de encontrar una verdadera razón que justifique que dos países tan cercanos llegasen a esa tragedia. Sin embargo, enviando tropas a la frontera, el Gobierno colombiano responde a una situación que el venezolano ha envenenado con un mensaje tan explícito como la voladura de los pequeños puentes que unían a ambos países.Hace tiempo que Chávez tiene planes de intervenir en Colombia, desde que propuso considerar a la narcoguerrilla de las FARC como «fuerza beligerante» o levantar en Caracas un monumento a «Tirofijo». Pero ahora se han añadido otras razones internas porque al caudillo venezolano ya no le salen las cuentas. Un dirigente que, derrochando sin control cantidades incalculables de dinero desde hace una década y que no encuentra más argumento que sugerir a sus ciudadanos «duchas de tres minutos» ante las penurias de agua y electricidad, no está pasando por su mejor momento. Para disimular esta desastrosa situación no ha encontrado mejor argumento que alentar una confrontación con la vecina Colombia, algo que muchas dictaduras como la cubana utilizan desde hace tiempo para intentar justificar su estrepitoso fracaso.El pretexto para tensar la situación ha sido el acuerdo de cooperación militar que Colombia ha firmado con Estados Unidos, sobre cuya oportunidad se puede discutir largo y tendido, pero del que no se puede extraer ninguna conclusión que signifique una amenaza para Venezuela. Elevar este acuerdo a la dimensión de casus belli es una gran torpeza porque cierra desde un principio cualquier posibilidad de negociación, puesto que bajo amenazas militares Colombia no podría nunca retroceder, por no hablar del segundo firmante (Estados Unidos), de modo que si los dos países siguen jugando con fuego se irán acercando a un desenlace que nadie en su sano juicio desea.

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