lunes, 3 de diciembre de 2012


La Conspiración contra el Grupo La Colina

Rafael Orihuela

Debemos comenzar por puntualizar que La Colina es tan solo la carnada de una pesca mucho más suculenta cuya presa principal es la Mesa de la Unidad Democrática, a cuya estructura dirigente se le pretende pasar factura por todos y cada uno de los supuestos errores cometidos en el lapso que transcurre desde las primarias de Febrero del 2012, legítimamente ganadas por Henrique Capriles Radonski, hasta las elecciones presidenciales del 7 de Octubre.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) es hoy una coparticipación bastante compleja de 25 partidos políticos nacionales, con el respaldo de muchas organizaciones sociales y gremiales no partidistas, diversas ONGs y amplios sectores independientes del país, que por voluntad propia decidieron agruparse en la búsqueda de un frente unitario, capaz de enfrentar con éxito las políticas y el proyecto totalitario del actual gobierno.
Los Partidos políticos fundadores fueron Un Nuevo Tiempo (UNT), Primero Justicia (PJ), Acción Democrática (AD), COPEI, Proyecto Venezuela (PVZL), La Causa Radical (CR), Movimiento al Socialismo (MAS), Alianza Bravo Pueblo (ABP) y Voluntad Popular (VPA). Los partidos políticos integrantes designaron después a su Coordinador General, nombramiento que recayó en el muy conocido Dr. Ramón Guillermo Aveledo, quien fuera dos veces Presidente de la Cámara de Diputados y dirigente nacional socialcristiano. Ramón José Medina Simancas fue nombrado Coordinador Adjunto de la MUD junto al Dr. Marino González y también fueron seleccionados para su Junta Directiva Arnoldo José Gabaldón, Diego Bautista Urbaneja, Ricardo Sucre, Edmundo Gonzalez Urrutia, Néstor Luis Luengo, Teresa Albanes y Luis Aparicio.
Posteriormente quedó constituida la Comisión Técnica (Mesa Técnica), bajo la coordinación del Dr. Marino González y la Comisión de Estrategia de la MUD integrada por Diego Bautista Urbaneja (Coordinador), Carmelo Lauría (fallecido), Arístides Hospedales, Joaquin Marta Sosa, Víctor Ramos, Teodoro Petkoff, Gustavo Tarre Briceño, Luis Emilio Rondón, Carlos Genatios, Andres Stambouli, Fernando Gerbasi, Alfredo Padilla, Ángel Álvarez, Luis Manuel Esculpi, Manuela Bolívar, Ricardo Sucre y Abdón Vivas Terán.
Como podemos constatar, las comisiones de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) quedaron constituidas por una verdadera constelación de la diversidad ideológica actual, muestra bastante representativa del pensamiento democrático moderno que fluye hoy en la intelectualidad venezolana y nos ayuda a pensar para confrontar con el plan autocrático militarista. En está conformación quedó claro el principio de la unidad dentro de la diversidad y el respeto por la opinión disidente, buscando siempre el consenso para mejorar los resultados de la acción política en el complejo conjunto opositor.
La MUD adoptó un cuerpo de resoluciones para viabilizar su funcionamiento diario y presentó a la consideración de sus integrantes partidistas un conjunto de instrumentos, incluido el Reglamento Electoral para la celebración de unas elecciones primarias democráticas, con el claro objetivo de fortalecer la unidad del país, buscar una estrategia única, y moverse dentro de la vía electoral como el camino para desplazar del poder a la autocracia gobernante.
Entre sus antecedentes más relevantes podemos observar que los primeros pasos para la integración unitaria ya se daban desde finales del 2006, con motivo de las elecciones presidenciales donde fue presentada al país la candidatura del gobernador del estado Zulia Manuel Rosales. Las propuestas unitarias avanzaron con el Referéndum Constitucional del 2007, donde resultó derrotada la megalomanía autocrática del presidente Chávez y se hizo más evidente frente al país que la Unidad Democrática debería fortalecerse en el tiempo, hasta consolidarse por completo.
El 23 de enero del 2008 se presenta al país el Documento de Acuerdo de Unidad Nacional y nace formalmente la Plataforma bautizada como “Mesa de la Unidad Democrática” bajo el patrocinio de 9 partidos políticos. Para el 8 de junio de 2009 se produce una primera reestructuración y ampliación con la entrada de nuevos actores del mundo partidista y el 22 de Abril de 2010 la MUD presenta a Venezuela su propuesta programática contenida en el documento “100 soluciones para la gente”. El 15 de Mayo se entrega al país la lista definitiva de candidatos unitarios para las elecciones parlamentarias del mismo año
Transcurridos los meses necesarios para la lubricación de esta polifacética y formidable multimaquinaria, la Mesa de Unidad Democrática amanece el 2011 constituida por 25 agrupaciones políticas a saber y por orden alfabético: Acción Democrática (AD), Alianza Bravo Pueblo (ABP), Avanzada Progresista (AP), Bandera Roja (BR), Copei, Cuentas claras (CC), Democracia Renovadora (DR), Fuerza Liberal (FL), Gente Emergente (GE), La Causa Radical (CR), Movimiento al socialismo (MAS), Movimiento de Integración Nacional Unidad (MIN-U), Movimiento Ecológico de Venezuela (MOVEV), Movimiento Laborista (ML), Movimiento Republicano (MR), Moverse, Primero Justicia (PJ), Proyecto Venezuela (PRVZL), Solidaridad Independiente (SI), Unidos para Venezuela (UNPARVE), Unión Republicana Democrática (URD), Un Nuevo Tiempo (UNT), Vanguardia Popular (VP), Venezuela de Primera (VDP) y Voluntad Popular (VPA)
Vistos los resultados 4 años después, resulta evidente que la recuperación sostenida de las fuerzas democráticas del país marcha paralela con la unidad de sus actores políticos y que el salto cuantitativo nos lleva desde 4.292.466 votos el 2006 hasta 6.498.776 votos el 2012, pasando por los 5.322.426 votos obtenidos en las elecciones parlamentarias del 2010. Saltamos de 37 al 45 % en materia presidencial y nos colocamos frente a una opción cierta de triunfo si no se interrumpe esta marcha ascendente.
La autocracia gobernante ha tomado conciencia del peligro real que se cierne sobre su futuro inmediato y ha desplegado todos sus efectivos, desde diversas facetas, para alcanzar el caro objetivo de dividir a la oposición democrática. Las primeras andanadas divisionistas partieron de un conjunto de descalificados sujetos que bajo los efectos de las “lumpias” de Aristóbulo comenzaron a ver bondades en los desafueros del socialismo del Siglo 21. Vendieron su integridad moral por ofertas de “cargos a futuro” y quién sabe que otras trapacerías. Ese efecto, por efímero y por el carácter reptante de sus protagonistas, llegó a su fin rápidamente sin penas ni glorias.
La segunda andanada vino de la mano de los intrigantes de oficio que comenzaron a “dejar colar” en los intersticios del mundo opositor que el candidato opositor “había reconocido muy rápido” la derrota, que eso sonaba raro, que no había “esperado las auditorías ciudadanas” y cuanta vesania se les ocurría, sin presentar prueba alguna de discrepancias numéricas de resultados y desmentidos también rápidamente por el tiempo. Este es un daño de carácter mayor, por tratarse de la descalificación injusta del candidato que se había fajado con una voluntad inquebrantable a lo largo y ancho del país, echando el resto en la jornada electoral. Tanta miseria parecía imposible pero ya vemos que el gobierno encontró “aliados circunstanciales” en el camino de la depredación y la carroña. Capriles tuvo la hidalguía de responder con serenidad y temple a la canalla.
La tercera andanada vino de la mano de otros intrigantes de oficio, felizmente disecados por el Secretario General de Acción Democrática en declaraciones recientes.
La última ráfaga parte de la extraña circunstancia de un ataque desmedido contra el Grupo La Colina que pretende descalificarlos, obedeciendo oscuros y aun más extraños intereses. Esta camada de ingenieros y profesionales brillantes, de decidida vocación democrática y posturas ideológicas diversas son víctimas de la “nanosecta” abstencionista de clóset, que no ha dudado en difamarlos y calumniarlos con el único propósito de sacarlos del camino de recuperación de la unidad democrática, al que han contribuido con especial dedicación y honestidad. Estamos en el deber de descubrir qué es lo que hay detrás de esta maniobrilla vil. Encontrar a los verdaderos culpables y autores intelectuales, para dar cuenta al país democrático de la jugada y sus protagonistas. Lo que está en juego, una vez más, es la Unidad Democrática y el país que resiste sabrá aislar a los recalcitrantes y derrotarlos en observancia estricta a las reglas de juego aprobadas por todos. Una vez más repito a nuestros compatriotas: El gobierno cuenta con tu abstención. “”Derrótalo!!
Rafael Orihuela. Política Tropical

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