miércoles, 19 de diciembre de 2012

NACIDAS PARA PERDER




CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ| 

ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

Las elecciones del 16D fueron concebidas para que se dieran en medio de una baja participación. El Gobierno calculó que luego de una victoria el 7-0, vendría una barrena de abatimiento opositor. Entre el hastío de los electores, la enfermedad de Chávez y el Niño Jesús, extendieron la abstención a las fuerzas del Gobierno, que quedaron igualmente afectadas.
Creían que se produciría un arrase numérico, que no ocurrió. La alternativa pierde gobernaciones esenciales, como Zulia y Carabobo, otras simbólicas, Táchira, donde se produjo el milagro de ganarle a Chávez en persona el 7-0, y no obtiene unas nuevas que parecían seguras (Mérida, Monagas). Aún así su votación no se derrumba, sino que se mantiene en una proporción parecida a la del 7-0 (55.4 vs. 44.6, por el momento).
Las elecciones se realizaron bajo el signo del abuso de poder, como es característico en los autoritarismos, y por lo tanto no sirve de nada invocar eso como una de las que llaman "causas" de la derrota. Esas son las condiciones dentro de las que siempre habrá que competir, precisamente porque no vivimos en un país donde hay democracia plena. En ese contexto se ha perdido y ganado.
La cadena de memeces frauduleras contra la MUD y los activistas políticos, como de costumbre halló terreno abonado y desde hace días no se conseguía un cupo de avión ni para el infierno. Hubo twitts el mismo día de las elecciones que increpaban a los líderes por "no reclamar condiciones favorables", "aceptar el CNE" e incluso la peor de todas: sacralizar ingenuamente los procesos manuales.
Si la abstención fue políticamente pareja, también lo fue socialmente. Las clases medias igual se abstuvieron que los sectores populares, lo que vuelve a romper el mito de que el chavismo es un subproducto de una especie de inconsciencia plebeya, o de "la ignorancia" como dicen algunos. Los centros comerciales estaban atiborrados de potenciales electores con su dedo impecable.
Es posible que los resultados electorales se relacionen directamente con "el discurso" y la "gestión social", y algunas variables adicionales, aunque las derrotas de Pablo Pérez y otros permiten dudarlo, pues eran candidatos que cumplían con tales requisitos. El secreto podría estar más en la hiperintensa campaña alrededor de la salud de Chávez y del "regalo" que para él representaría el triunfo de "sus" gobernadores.
Al principio es posible que la situación del Presidente los hubiera perjudicado, porque la tristeza no estimula por si sola energías activas, pero el comando de campaña logró crear una contratendencia que podría haber sido el factor decisivo de los resultados, al sacar del letargo por lo menos una parte de los electores chavistas deprimidos.

Resultará esencial estudiar un problema. Para dar el salto quántico en el futuro, será necesario contar con partidos de profunda raíz en la provincia. No en las grandes o medianas ciudades, sino en los municipios más distantes. Betancourt atribuía la fortaleza de AD a que se propuso que hubiera casas de partido y organización hasta en las más remotas aldeas. Las maquinarias electorales solo son verdaderas cuando corresponden a partidos profundamente enraizados.

@carlosraulher

No hay comentarios:

Publicar un comentario