martes, 18 de febrero de 2014

DECLARACIÓN DE LA INTERNACIONAL SOCIALISTA SOBRE VENEZUELA


La situación en Venezuela continua siendo motivo de profunda preocupación  estos días para la comunidad internacional. El hecho que en el marco de  una democracia se llegue a los niveles de violencia que se ha visto la última semana en Caracas y en otros lugares de ese país, con muertos, heridos, líderes de oposición perseguidos, restricciones a las libertades como las de información y otras, apuntan a la gravedad del momento que vive esa Nación.
La Internacional Socialista no puede ser indiferente a la búsqueda de más justicia, igualdad y de mayor solidaridad en sociedades marcadas por el signo de la desigualdad, como la que aún se aprecia hasta el día de hoy en ese país latinoamericano. Sin embargo, sabemos por la experiencia de las luchas políticas de tantos de nuestros propios miembros, que no es posible alcanzar un orden de equidad y justicia para todos, sin que este esfuerzo vaya acompañado por la profundización de las libertades y el respeto de los derechos de todos los ciudadanos. La comunidad de las nuevas democracias a través del mundo pueden hoy testimoniar, que nunca la lucha por mayor justicia e igualdad puede lograrse a costa de la negación de la democracia y la libertad. En Venezuela hemos acompañado con regularidad como Internacional  Socialista los procesos electorales que han sido la fuente generadora de  los mandatos de sus autoridades políticas, y hemos observado que esos  actos democráticos no siempre se proyectan a la vida política de todos los  días, donde la tensión, la descalificación o el irrespeto a libertades y  derechos fundamentales aparecen presentes.
Es ahí donde apreciamos las razones y causas fundamentales de la situación crítica de estos últimos días. La tolerancia a la violencia, como la ejercida por grupos irregulares de individuos que, como han apreciado millones en sus pantallas de televisión, disparaban impunemente a la luz del día a manifestantes en el centro de las calles de Caracas, debe de cesar de inmediato. Las autoridades de gobierno deben de contribuir a generar una cultura que reemplace la confrontación por el diálogo y la negociación, como acontece en todas las naciones donde existe la democracia.
Venezuela hay una sola, a pesar de las diferentes visiones que  aparecen en el relato de sus distintos interlocutores y esta es una  Venezuela que necesita urgentemente poner fin a la violencia, lo que  sabemos muy bien se logra con el reconocimiento de los derechos de 
todos, y que constituye hoy sin ningún lugar a dudas una crítica  responsabilidad de sus gobernantes.
Venezuela necesita el diálogo de la democracia, y reencontrar  urgentemente  la fortaleza institucional y jurídica que se logra con el  ejercicio pleno de las libertades de todos sus ciudadanos.
La Internacional Socialista que sigue día a día los desarrollos de la vida política venezolana y que  ha condenado sin reservas las muertes de los tres manifestantes la última semana, continúa esperando que un diálogo constructivo y respetuoso pueda ser iniciado en el interés de toda Venezuela para superar los desafíos de futuro que hoy preocupan a todos los venezolanos.


 







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