La situación en
Venezuela continua siendo motivo de profunda preocupación estos días para la comunidad internacional. El
hecho que en el marco de una democracia se llegue a los niveles de
violencia que se ha visto la última semana en Caracas y
en otros lugares de ese país, con muertos, heridos, líderes
de oposición perseguidos, restricciones a las libertades como las de información
y otras, apuntan a la gravedad del momento que vive esa Nación.
La Internacional Socialista no puede ser
indiferente a la búsqueda de más justicia, igualdad y
de mayor solidaridad en sociedades marcadas por el signo de
la desigualdad, como la que aún se aprecia hasta el día de hoy en ese país
latinoamericano. Sin embargo, sabemos por la experiencia de las luchas políticas
de tantos de nuestros propios miembros, que no es posible alcanzar un
orden de equidad y justicia para todos, sin que este esfuerzo vaya acompañado
por la profundización de las libertades y el respeto de los derechos de todos
los ciudadanos. La comunidad de las nuevas democracias a través
del mundo pueden hoy testimoniar, que nunca la lucha por mayor justicia
e igualdad puede lograrse a costa de la negación de la democracia y la
libertad. En Venezuela hemos acompañado con regularidad como
Internacional Socialista los procesos electorales que han sido la
fuente generadora de los mandatos de sus autoridades políticas, y
hemos observado que esos actos democráticos no siempre se proyectan a
la vida política de todos los días, donde la tensión, la
descalificación o el irrespeto a libertades y derechos fundamentales aparecen presentes.
Es ahí donde apreciamos las razones y causas
fundamentales de la situación crítica de estos últimos días. La
tolerancia a la violencia, como la ejercida por grupos
irregulares de individuos que, como han apreciado millones en
sus pantallas de televisión, disparaban impunemente a la luz del día a manifestantes
en el centro de las calles de Caracas, debe de cesar de inmediato. Las
autoridades de gobierno deben de contribuir a generar una cultura que reemplace
la confrontación por el diálogo y la negociación, como acontece en todas las
naciones donde existe la democracia.
Venezuela hay una
sola, a pesar de las diferentes visiones que aparecen en el relato de sus distintos
interlocutores y esta es una Venezuela que necesita urgentemente poner fin
a la violencia, lo que sabemos muy bien se logra con el reconocimiento
de los derechos de
todos, y que constituye hoy sin ningún lugar a dudas una crítica responsabilidad de sus gobernantes.
todos, y que constituye hoy sin ningún lugar a dudas una crítica responsabilidad de sus gobernantes.
Venezuela necesita
el diálogo de la democracia, y reencontrar urgentemente la fortaleza institucional
y jurídica que se logra con el ejercicio pleno de las libertades de todos sus
ciudadanos.
La Internacional
Socialista que sigue día a día los desarrollos de la vida política
venezolana y que ha condenado sin reservas las muertes de los tres manifestantes
la última semana, continúa esperando que un diálogo constructivo
y respetuoso pueda ser iniciado en el interés de toda Venezuela para
superar los desafíos de futuro que hoy preocupan a todos los venezolanos.
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario