Éxito y fracaso de las naciones
CARLOS MACHADO ALLISON
EL UNIVERSAL
El discurso oficial, tras los eventos protagonizados por los estudiantes, ilustra las diferencias entre un gobierno atrasado en lo ideológico, económico y legal, y los que han tenido éxito en el mundo moderno. Éxito es la realización individual, firmes derechos de propiedad, un buen ingreso, seguridad personal, educación de calidad, alimentación, salud, servicios públicos, libertad de pensamiento, tránsito y expresión; la posibilidad de escoger un camino en la vida al margen de lo que piense el vecino, el Gobierno o la mayoría. El discurso debería haberse centrado en pedirle perdón al pueblo por la escasez, la inflación y la inseguridad.
Entre los países fallidos y aquellos que han tenido éxito, hay varias diferencias fundamentales. La primera es el derecho a la propiedad, sea un campo de cultivo o de cría de ganado, vivienda, ahorros o el cepillo de dientes. En los países exitosos, unos grandes, económicamente poderosos y con muchos habitantes, otros pequeños o con escasa población como Noruega, Finlandia, Nueva Zelandia, Suiza, Holanda o Bélgica, los derechos de propiedad son firmes, casi sagrados.
La segunda gran diferencia es el imperio de la ley, ellos tienen un sistema judicial estable e independiente, a veces hasta con magistrados vitalicios. Allí la impunidad es reducida y la mayor parte de los infractores son penalizados. Además como el sistema judicial es independiente, su empleo como arma política es condenado por la sociedad. La tercera y no menos importante, es laseparación entre los parlamentos y el Gobierno, mucho poder en los entes descentralizados y total subordinación militar y policial a la sociedad civil.
Más corrupción
Aquí, cuando habla el Presidente, los voceros del Poder Judicial, el Ministerio Público, la Contraloría, el Congreso, las Fuerzas Armadas y los motorizados armados, repiten lo que este dijo y manifiestan públicamente y en contra de la ley, su credo ideológico. Una cuarta y fundamental diferencia se refiere al papel regulatorio del Gobierno y el exceso de legislación. No vacilo en señalar que entre más leyes, decretos y normas rigen nuestras vidas, hay menos empleo, progreso y democracia, así como más corrupción.
Más de 15 años atrás escribí un impopular artículo, cuando muchos elogiaban la aprobación de la nueva Constitución. Señalaba que ésta le quitaba todo el poder al pueblo y se lo entregaba al Gobierno. Muchos párrafos señalan como "obligación" del Estado (que aquí se confunde con gobierno) la salud, la educación, la producción agrícola, la distribución de las tierras y la economía. Vean como ahora todo es "estratégico" y según la perversa ley de precios justos y demás hierbas, también de interés público y expropiable. El régimen invita a producir, pero en su terreno, bajo sus normas y, rodeado de militares amenaza sin pudor con "liquidar" a quienes no acepten sus órdenes. Este es un país fracasado y así lo han entendido los estudiantes, de allí tanto odio a la inteligencia y a quienes luchan por un futuro mejor.
Carlosmach2013@gmail.comTweet
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