martes, 25 de febrero de 2014

PROTESTAS Y GUARIMBAS


         Luis Manuel Esculpi

La lucha del movimiento estudiantil ha captado las simpatías de diversos sectores de la sociedad e incluso de factores del oficialismo y ha logrado gran proyección fuera de nuestras fronteras. La brutal represión por parte  de la Guardia Nacional y la actuación de los llamados “colectivos” ha provocado igualmente el rechazo y la condena tanto en Venezuela como en el plano internacional. El gobierno ha mostrado sin el menor disimuló su faz más represiva y se ha colocado a la defensiva.
La lucha debe dotarse de nuevos contenidos además de rechazar la represión, la tortura y exigir el castigo para los asesinos tiene que vincularse con los problemas que más afectan a los sectores populares: la escasez, el costo de la vida y la inseguridad. Para poder avanzar es necesario llegar a las zonas populares e impedir la cohesión del oficialismo, esa premisa que parece tan obvia, sin embargo no es comprendida por algunos opositores que se empeñan en limitar su acción a los lugares ya ganados para la política opositora.
El mejor ejemplo es el de las Guarimbas donde se encierra a los mismos vecinos en su calle e impidiendo la circulación en algunas urbanizaciones, mientras el resto de las ciudades y en general el país permanece al margen de la protesta, esta “forma de lucha” ya en el pasado demostró su inutilidad e ineficacia al producir el aislamiento y la unificación del adversario.
Basta con recordar que el autor del famoso Manual de las Guarimbas le fue muy mal cuando intento poner en práctica su teoría y en la actualidad se encuentra fuera del país, al igual que en otros tiempos se puede estar levantando falsas expectativas que al no cumplirse conducen casi inevitablemente a una nueva frustración.
Los partidarios de la guarimba no conciben otra forma de lucha y subestiman las movilizaciones  pacíficas, la labor de comunicación con los sectores populares y las contradicciones existentes en el campo oficialista. Visualizan el país a través del entorno más cercano de su urbanización, que por lo regular piensan como ellos.
Esta planteado reorientar la lucha en cuanto sus contenidos y sus formas para posibilitar la participación masiva, darle un rumbo cierto e impedir nuevos retrocesos que nieguen los logros hasta hoy alcanzados.
No se trata de inmovilizarse sino de emplear de manera creativa métodos y formas de luchas que posibiliten continuar avanzando, que sumen y no resten e impidan una nueva frustración. Ello es responsabilidad de la conducción opositora es de esperar que nuevamente se coloque a la altura de las exigencias planteadas. Es una necesidad imperativa.

Luis Manuel Esculpi

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