Arias y las generaciones perdidas
MIGUEL ÁNGEL SANTOS
Tenía la firme intención de hacer referencia hoy al breve discurso de despedida de Oscar Arias en la Cumbre de Cancún, pero los resultados divulgados por el BCV me hicieron vacilar. Y esa no es una situación puntual. Uno vive por estos días esforzándose por mantener la mente clara, la frente en alto, cierta visión acerca del rumbo del país y de la propia vida, mientras es bombardeado por toda suerte de sucesos y noticias, ¿viste lo que dijo?, ¿viste lo que pasó?, ¿viste como secuestraron a aquél o mataron a aquél otro?, cuando no inmersos como protagonistas en una de esas situaciones que ya se han vuelto cosa de todos los días. ¡Cuánto ruido, cuánta información, y cuánta dificultad para percibir la diferencia! En cualquier caso, como suele suceder también en la vida real, decidí atender ambos frentes.
Nuestra economía ha caído en el año 3,3%, más que la media de América Latina (1,8%) y el mundo (1,1%). Pero más importantes aún son las enormes diferencias institucionales que afloran en esas estadísticas. La producción del sector público creció 1%, mientras el sector privado cayó 5%. Este último acumula ocho trimestres en cero o negativo, mientras en ese período el sector público ha crecido 17%. Todo un proceso de cambio institucional en la propiedad de los medios de producción. "Muchos quieren abordar un oxidado vagón al pasado, a las trincheras ideológicas que dividieron al mundo durante la Guerra Fría& Así corremos el riesgo de aumentar nuestra insólita colección de generaciones perdidas".
Durante el trimestre el volumen de producción petrolera ha vuelto a registrar una sólida caída (10.2%), pero más importante aún es lo que ocurre en el resto de la economía. Los sectores que registran mayor crecimiento son aquellos donde predomina el Estado: Comunicaciones (10.5%), electricidad y agua (5.5%) y productos y servicios del gobierno en general (2.8%). No les tomará mucho tiempo revertirlo (los resultados y las estadísticas). Dentro de este último rubro resalta en particular el crecimiento de "administración pública y defensa" (4.4%), que contrasta con salud (1.4%) y enseñanza (0.1%). "Un mayor gasto militar es inexcusable ante las necesidades de pueblos cuyos verdaderos enemigos son el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la desigualdad y la criminalidad& Un verdadero demócrata demuestra su energía combatiendo la pobreza, la ignorancia y la inseguridad ciudadana, no imperios extranjeros y conspiraciones imaginarias... ¿Con qué derecho se queja América Latina de su pobreza, si gasta 60.000 millones de dólares al año en armas y soldados?". Esas cifras contrastan con el descalabro registrado en áreas donde predomina el sector privado: transporte (-16,9%), el comercio (-13,9%), la industria manufacturera (-6,9%).
"¿Cómo habríamos de permitir el dantesco desfile de cohetes, misiles, y rifles que pasa frente a pupitres desvencijados, loncheras vacías y clínicas sin medicinas?" En nuestro caso, habría que agregarle la insólita perspectiva de los grifos sin agua y los postes sin luz. Qué difícil resulta conjugar la sana envidia y la alienación que se siente ver un país tan pequeño y tan frágil con un Presidente así. ¿Cómo así? Así, así.
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