lunes, 22 de marzo de 2010

Mi lista de Schindler
Ibsen Martínez

Lunes, 22 de marzo de 2010

La semana pasada llovieron e-mails sobre mí. De todo tipo.

El motivo fue mi artículo del lunes pasado que glosaba las ideas de otro suelto mío publicado en “Zeta”. Muchos lectores los interpretaron como expresión de un inconmovible pesimismo sobre las posibilidades de la oposición en las parlamentarias de septiembre.

Como el país todo lleva ya demasiadas décadas huyéndole a las complejidades de la vida, mi nota bastó para que, por ejemplo, el distinguido humanista Mario Silva lo leyera ante las cámaras del canal 8 como prueba del desconcierto en las filas de oposición. Lo leyó ni más ni menos que como se lee un vaticinio.

[En esto último, por cierto, debo ser justo conmigo mismo y decir que me lo contaron: tengo cosas mejores que hacer por las noches que mirar programas de “periodismo” estercolero.]

Como seguramente recordará quien me haya leído, aposté una botella de Ballantine’s 12 a que, como la Mesa Unitaria Democrática siga conduciendo sus negociaciones del modo en que lo hace – en la trastienda , solicitando paciencia y confianza en su sabiduría y experiencia con seguridad terminará ofreciéndonos unas listas de gente tan desconocida y tan inconducente como las focas de Chávez. Con lo que llego a la nuez de este artículo de los lunes.

2.- Estoy de acuerdo en que hay que llevar a la AN a gente curtida, a políticos de oficio que se repartan el trabajo; que conviene que los demócratas contemos en la AN con aporreadores y estilistas, con constitucionalistas de alta competencia tanto como con fajadores capaces de ponerse los guantes con los “camisas pardas” chavistas.

[Lo de “aporrerar” y “ponerse los guantes” es sólo lenguaje figurado, ministro Blanca Eckouth; no una instigación a la violencia.]

Pero no es menos cierto que – ¿cómo decirlo sin que se piense simplistamente que soy un aguafiestas criptochavista o un abogado de la antipolítica?– cada vez que centenares de miles de electores de oposición vemos – y esto es sólo un ejemplo: nada personal– a Omar Barbosa como vocero de la MUD, a quien inevitablemente vemos es al aborrecible adeco arquetipal que satirizaba José Ignacio Cabrujas. Indistinguible del adeco cazurro, “relojudo y empaltosado” en contra de quien los venezolanos votaron masivamente en 1998. Una preguntica antes de continuar: ¿no tendrán un vocero menos refractante? ¿Alguien que no produzca, y me perdonan, tanto dolor de bolas, tantas ganas de declararse abstencionista y no ir a votar el 26 de septiembre?

Alguien como Roderick Navarro, sin buscar más lejos, joven dirigente estudiantil que milita en la misma tolda de Barbosa, y que dicho si más vueltas, se expresa muchísimo mejor y seguramente resulta más entusiasmante para el millón y medio largo de jóvenes que todavía no se han inscrito para votar.

No se piense, por favor, que mi reparo es únicamente sobre el elenco “mediático”. Lo que realmente tiene a mucha gente ladillada no es exclusivamente el elenco. Comparto la opinión de quienes piensan que con el repudio a los partidos políticos no hemos ido ni iremos a ninguna parte. Pero piénsese en que se trata de una elección parlamentaria, que se trata de decenas de candidatos que, sobre una plataforma unitaria, tendrían una ventaja enorme a la hora de protagonizar sus propias campañas, individualmente consideradas, que el hatajo de focas de Chávez.

Los caimacanes de la MUD parecen estar convencidos de que la idea unitaria y el discutible vigor organizativo de sus organizaciones son por sí solos el portaaviones oponible al de Chávez. Pudiera ser, tal vez tengan razón y que baste con señalar en el tarjetón : “este desconocido, este Caralampio militante del partido tal, es el candidato de la MUD: vote por él”. Lo del tarjetón es otro modo de decir, Barbosa.

3.-Finalizo: se comprende que la elaboración de las planchas es un proceso laborioso y demorado. Pero la de septiembre no va a ser una elección cantonal en Suiza: se precisa poner en la calle, ¡y muy pronto!, nombres, imágenes y reputaciones verdaderamente entusiasmantes, no solamente una consigna unitaria. Y es en esto donde estoy por la llamada sociedad civil, con toda las reservas que tan arropante denominación despierta en mí.

Hece dos sábados topé muy de mañana en el mercado de Chacao con María Corina Machado haciendo campaña para las primarias de su municipio. En el pasado me he descargado a Súmate, pero esta vez me pareció que, al separarse de una ONG y asumrise candidata –esto es, al decidirse a hacer política y cortejar activamente votos –, Machado acierta al picar adelante haciendo lo que sólo individualidades nítidamente reconocidas pueden hacer. Yo no voto en Chacao, así que lo dicho no es palangre.

Horas más tarde me senté con Héctor “Chiqui” Manrique, el batallador director del “Grupo Actoral 80”, a tomarnos un café en una panadería donde lo dejan fumar para hablar de nuestros planes teatrales. Terminamos, fatalmente, elaborando una lista de paladines procedentes de todos los sectores a quienes nos gustaría ver en las listas opositoras. La hicimos sin consultarles, sin discurrir sobre la disposición de ninguno de ellos a ir a la Asamblea y, ciertamente, hay algunos que ya militan en algún partido: fue sólo un ejercicio soñador, como cuadra a gente de teatro cuando se pone a pensar en un elenco ideal.

Prescindimos del orden alfabético para deliberadamente forzar a leerla completa. Aquí la comparto con mis lectores del lunes , con razonable certeza de que en la MUD no van a parale la más mínima bola.

Tulio Hernández, Roberto Patiño, Liliana Ortega, Javier Conde, Fernando Luis Egaña, Carlos Melo, Luis Pedro España, Gledys Ibarra, Carlos Genatios, Eduardo Gómez Sigala, Carlos Raúl Herández, , Félix Velázquez, Adrián Liberman, Maye Primera, Gustavo Linares Benzo, Angel Lombardi, Américo Martín, Mercedes Muñoz, Leonardo Padrón, Rocío Sanmiguel, Jaime Requena, Pedro Palma, Enrique Sánchez Falcón, Teodoro Petkoff, Simón Boccanegra, Elías Pino Iturrieta, María Corina Machado, Luis Ugalde – ¡si la casa matriz de la transnacional de que forma parte se lo permitiera sería del carajo!–, el general José Antonio Olavarría, Orlando Ochoa, Benjamín Sharifker, Gustavo Tarre Briceño, Ana Teresa Torres, Vladimir Villegas – está técnicamente en la oposición y sería un lujo verlo debatir–, María del Pilar Simonovis, Félix J, Tapia, Dámaso Blanco, César Peña Vivas, Marino González, Damián Prat, Milagros Socorro, Diego Bautista Urbaneja, Abdón Vivas Terán, Ana Nuño, Emilio Nouel, Laureano Márquez , Margarita López Maya, Trino Márquez, Stalin González, José Guerra, Erika de la Vega, Alberto Arteaga, Héctor Malavé Mata, Gonzalo Himiob Santomé, Eduardo Fernández, Luis Chataing – sí, dije Luis Chataing –, Adicea Castillo, Colette Capriles, Fabiola Colmenares, Gustavo Azócar, Marcelino Bisbal, Rosa Bethermit, Carlos Ayala Corao, Amalio Belmonte, Alonso Moleiro y un sinfín de gente más que no anotamos porque se nos acabaron las servilletas.

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