miércoles, 10 de noviembre de 2010

En Cuba arman el paquete salvador
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 10 de noviembre de 2010

Querido Hugo. Tal y como acordamos te mando este resumen de lo que conversamos en estos días para que lo tengas ahí en el colchón, donde están los reales. Viniste a Cuba otra vez en tiempos de mengua, como guagua en bajada, muy preocupado por el resultado de las elecciones pasadas en las cuales la gente que no te respalda se te montó en el pescuezo duramente por segunda vez desde que nos apoderamos del país. Pero, hijo, esto te lo voy a decir claramente: vas palo abajo, casi que en barrena, y tenemos que actuar rápido.

No se trata solamente de ganar elecciones. Para eso está el CNE, tus leyes, tus jueces, tus tribunales, tus defensores, todo el billete. Lo tienes todo, según nuestro plan. Lo que ocurre es que a estas alturas, casi doce años, soy sincero, nos estamos quedando al descubierto con las cobas. Ya no te creen. Repites y repites lo mismo y nada. Así que me voy de consejos, a lo que viniste. A ver si puedo salvarte otra vez. Será difícil, pero vamos.

Todo ese bojote de Misiones que inventamos en el 2005 tenemos que cambiarles el nombre. Ya no sirven. Tu gente es demasiado incapaz y, para completar el asunto, son ladrones como no hay en todo el mundo. Cambiamos nombres y asegúrate que funcionen hasta el día de las elecciones. Después ya no importa.

Las expropiaciones hay que apuntarlas mejor. No le pagues a nadie. Esos reales los necesitamos. Que demanden donde sea. Si hay que pagar, que lo paguen los adecos en el 2018. Pégale a los grandes y no pierdas más tiempo en bodegas y tonterías de esas.

Yo sé que en esta época es difícil estar fusilando gente como yo hice. Pero se necesitan más presos, más enjuiciados, más miedo. Eso es fundamental para tener a raya a los pitiyanquis y especialmente a la prensa. Juez que se resbale, juez destituido o preso. Eso no falla. Más, sin recular.

Hay que hacer algo bien. Una sola cosa bien. Tampoco es que todo hay que hacerlo bien. Si el país se está cayendo, como en efecto ocurre, no importa si tienes algo que mostrar. Termina una carretera o algún edificio. Eso basta. Cadenas y TV con eso. Tienes que insistir en el asunto de que todo lo malo, que también es bastante, es culpa del imperio o la oposición. Trata de meter preso aunque sea a alguno de tus ladrones. Uno basta. No hay que alcahuetear a todos. Protege solamente a los que saben mucho, el resto es sacrificable. Regala plata, especialmente afuera, a quienes te apoyamos. Los de adentro no valen la pena. Además se acostumbran a pedir.

Amarra por unos meses a los matones que están acabando con la población a tiros y secuestros. Y limpia las calles unos días. Eso bastará.

Así aseguramos seis años más.

Con cariño, Fidel.

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