La importación de casas
por Alfredo Michelena (@Amichelena)
Durante la última gira presidencial por Eurasia fue acordada la construcción de unas 50.000 viviendas. Chávez anunció con bombos y platillos que ha asumido el reto de la vivienda. Desde hace algún tiempo el gobierno ha confiscado la producción de cemento y cabilla, controlando la tenencia de la tierra y la adquisición de otros materiales, y ha regulado la venta y alquiler de viviendas. También fomenta, desde hace varios años sin resultados aparentes, la Misión Villanueva con sus “ciudades socialistas” donde la propiedad sería colectiva. Es decir, el estado será dueño de todo.
El gobierno minoritario, “para proteger a la clase media”, acaba de confiscar o ocupar 33 conjuntos residenciales afectando a miles de personas. Pero en vez de facilitar una solución que pasa al menos por aumentar la producción y facilitar la distribución de los insumos que controla, optó por un “!exprópiese! Lo que paralizará la construcción privada, que es el 75% de lo que se construye. Contrayendo más la ya escuálida producción de viviendas de un régimen, que contó con un millón de millones de dólares.
No puedo sino pensar que Chávez, cuyo objetivo fundamental es mantenerse en el poder, sabía que era inevitable el ahorcamiento del sector construcción al aplicar su ideología comunista, y no le quedó más remedio que buscar ayuda en el exterior. Y por eso en su gira selló varios acuerdos para construir viviendas, con países tan extraños como Irán y Siria. Entre ellos, el caudillo barinés firmó convenios para construir 10.000 viviendas con Rusia, 5.000 con Bielorrusia, 10.000 con Irán y 12.000 con Portugal y otras miles más las dejó “palabreadas”. Incluso con Colombia acordó complementariedad en materia de “vivienda y materiales de construcción”, y por supuesto incluyó a Cuba. Que se construyan es otra cosa.
Todo esto lo llevará a fracasar estrepitosamente. Lo que nos sobra en este país son constructores grandes, medianos y chiquitos; lo que hace falta es estimularlos. Se sabe que uno de los fracasos más abismales de la Unión Soviética fue la vivienda y no se diga menos de Cuba. Como muestra, la importación de viviendas de Uruguay fracasó. ¿Qué significa importar la producción de viviendas? ¿Importar los materiales y traer los ingenieros, arquitectos y maestros de obra del extranjero? ¿Y los nuestros? ¿Los desplazará como a los médicos? Chávez está enredado en su maraña ideológica que lo lleva al fracaso y, sin poder evitarlo, paso a paso está socavando su permanencia en del poder.
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