miércoles, 24 de noviembre de 2010

VENEZUELA: PRIMERA EN EXPULSIÓN DE INVERSIONES EXTRANJERAS

Emilio Nouel V

En los últimos años de revolución socialista en Venezuela, hemos visto cómo las inversiones extranjeras han venido cayendo estrepitosamente. Y no podía ser de otra manera, si nos atenemos a la conducta incomprensible demostrada por el gobierno nacional en esta materia. En lugar de atraer inversiones productivas y creadoras de empleo, se ha dedicado sistemáticamente a ahuyentarlas.

Según cifras recientes publicadas por la Comisión Económica para America Latina (CEPAL), la inversión extranjera creció 16, 4 % en la primera mitad de 2010. En dólares, el aumento fue de más de 7.000 millones, al pasar de US$ 43.241 en 2009 a US$ 50.345 en 2010.

Asimismo, los países de América Latina y el Caribe habrían mostrado un fuerte dinamismo en sus inversiones en el exterior, pasando de US$ 5.453 millones en el primer semestre de 2009 a US$ 20.796 millones en igual período del presente año.

De acuerdo con estos resultados, la CEPAL estima que la IED tendría un crecimiento moderado en todo 2010, sin superar los niveles récord obtenidos en 2007 y 2008.

El incremento en la IED tendría como causas la estabilidad y crecimiento económico mostrado por la mayoría de los países de la región debido a los altos precios de las materias prima, la recuperación del comercio mundial y las mejores perspectivas en los mercados financieros internacionales.

En 2010 México se recupera como receptor de IED, al igual que Chile y Perú. Costa Rica y Panamá también experimentan un repunte en relación con 2009.

Brasil sigue siendo el mayor receptor de IED de la región, con US$17.130 millones. CEPAL dice que esto se explica en gran medida por el alto interés que existe por invertir en ese país, ya sea en actividades tradicionales como en sectores emergentes (prospección petrolera y fabricación de etanol), y por las repatriaciones que realizan las subsidiarias brasileñas de empresas transnacionales por concepto de préstamos con sus casas matrices.

En este panorama positivo y alentador de toda la región ¿dónde se coloca Venezuela?

Pues, cuesta abajo en la caída. En 2009, la IED fue negativa: -3.105 y en el primer semestre de 2010, -107. Este índice es el resultado de varios años, en el que el declive se ha venido acentuando.

Haciendo comparaciones con países que incluso reciben menos ingresos que el nuestro, salimos muy mal parados.

Cuadro sobre Inversiones en varios países latinoamericanos (CEPAL)

Años
2009
2010
Venezuela
- 3.105
- 107
Colombia
7.169
4.115
Costa Rica
1.339
741
Chile
12.702
8.029
Brasil
25.949
17.130
Argentina
3.902
2.174
México
13.976
12.238


Costa Rica, Chile y Colombia individualmente han recibido más inversiones que Venezuela en esos 2 años. Chile está cercano a uno de los grandes de América Latina, México, lo cual es decir mucho.

Como se sabe, en nuestro país se han estatizado cientos de empresas nacionales y extranjeras, en el marco de un enloquecido frenesí colectivista y destructor que no responde ni siquiera a un plan. Son los caprichos de un gobernante poseído por una ideología demencial los que dictan la conducta a seguir por el gobierno.

Nada les enseña la experiencia positiva de países que consideran amigos o afines a su ideología, como China o Vietnam.

Hoy, nuestro país, de acuerdo con los distintos índices que se publican en el mundo sobre clima de negocios, competitividad, corrupción o inversiones, se ubica lastimosamente en los últimos lugares, al lado de países fallidos y atrasados. Y a medida que pasan los años vamos descendiendo en el ranking.

La obra de demolición de las instituciones (gobierno central, gobiernos regionales, BCV, empresas estatales, tribunales, etc) que ha efectuado el gobierno venezolano tiene su correlato en el ámbito económico en una conducta deliberada que expulsa las inversiones existentes y espanta las que pudieran venir.

Todo este panorama desolador tiene aún menos justificación cuando vemos el aumento de la deuda externa del país, la cual ya sobrepasa, sin mencionar la deuda interna, y según cálculos conservadores, los 70.000 millones de dólares; para rematar, se espera mayor emisión de deuda por parte del gobierno en los próximos meses.

¿Como se explica entonces que con tanta supuesta necesidad de recursos financieros no se cree las mejores condiciones de entrada a mayores cantidades de dinero fresco del extranjero?

Hace ya tiempo que perdimos la recóndita esperanza de que el gobierno entrara en razón. No nos queda más que aguardar por el nuevo gobierno de transición que se instaurará a partir de 2012. Ardua será su tarea en todos los órdenes de la vida nacional. Y recuperar las inversiones tanto nacionales como extranjeras será una de sus prioridades.

EMILIO NOUEL V.

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