Aliados: ¿incoherencia, viveza o reflexión?
LEONOR FILARDO
EL UNIVERSAL
En 2004 los gobiernos de Venezuela, Cuba y siete más crearon la Alianza Bolivariana para América (ALBA). Entre sus principios fundamentales destacan la lucha contra la pobreza, contra la imposición de políticas de ajustes estructurales del FMI y el BM; dan importancia crucial a los derechos humanos y a los problemas que afectan la consolidación de una verdadera democracia. Luego Venezuela se incorpora a Unasur, organización de 11 países latinoamericanos para promover la integración.
Los gobiernos de esos grupos han defendido la revolución bolivariana. Pero, escuchando declaraciones de los presidentes de Uruguay y Ecuador y analizando como muestra las políticas económicas de tres de los aliados versus la de Venezuela, me pregunto: ¿existe coherencia entre lo que predican y lo que hacen? ¿La violación de principios que aceptan es viveza o, después de 15 años de fracaso y caída contundente de la revolución, desean darnos una lección?
Declaraciones
El 16/5/2014 el diario La Razón publicó declaraciones de los presidentes Mujica, de Uruguay, y Correa, de Ecuador, verdaderamente sorprendentes. Critican duramente los errores del presidente Maduro en el manejo de sus políticas económicas y de la crisis política.
Mujica, líder de izquierda del Movimiento de Liberación Tupamaros, preso varios años, liberado al regresar la democracia, constituyó un partido y se incorporó a la política. Ocupó cargos importantes hasta ser elegido presidente. Su gobierno ha sido exitoso. Su reciente visita a Estados Unidos para reunirse con Obama y los empresarios, solicitándoles ayuda, es un indicio de profunda reflexión. En uno de sus discursos dijo: "nuestro sistema político es adulto, somos un país decente, no somos corruptos, tenemos una excelente relación entre sindicatos y empresarios; estamos claros que éstos deben ser rentables. Somos un país justiciero porque hemos logrado la mejor distribución del ingreso de las Américas, pero necesitamos educar a nuestros jóvenes para que contribuyan aún más al desarrollo del país y a mejorar la condición social. Por ello necesitamos una alianza con Estados Unidos, el país más desarrollado del mundo". Su discurso fue genuino. Lo confirma el informe anual del FMI. En su visita a Estados Unidos en 2013, Mujica plantea que Uruguay ha experimentado un crecimiento sostenido desde 2002, y que en los últimos cuatros años el mismo ha sido de 6%, gracias a importantes reformas institucionales e inversiones en grandes proyectos atraídos por los incentivos para cautivarlas, aunado a las políticas macroeconómicas estables.
Revisiones
El presidente Correa, de Ecuador, economista con maestría de la Universidad de Illinois, de Estados Unidos, paradójicamente antiamericano, desde enero del 2008 no permite que el FMI realice las revisiones reglamentarias anuales que hace a todos sus miembros. Sin embargo, el mismo día que Mujica criticó las políticas económicas del presidente Maduro, Correa sumó su voz declarando que "la crisis política venezolana se profundizó por errores económicos cometidos por el gobierno de Nicolás Maduro. Venezuela era la Arabia Saudita del mundo, y ¿a dónde se fue ese dinero? Con mucho respeto, desde mi punto de vista, se debe a los errores económicos que exacerba sus contradicciones".
Dados los resultados económicos de Ecuador, Correa demuestra sensatez en sus políticas: en los últimos 4 años el PIB crece un promedio de 5% y su inflación 3,82%. Se concentró en desarrollar la infraestructura: aeropuertos, carreteras, hospitales, colegios, plantas hidroeléctricas, haciendo esfuerzos en pasar de una economía extractiva a una del conocimiento, becando a jóvenes para estudiar en universidades prestigiosas.
Reformas
Otro de nuestros aliados, Nicaragua, en 2007 obtuvo un programa con el FMI que completó exitosamente en 2011. En la última revisión anual de 2013 el directorio del FMI felicitó a las autoridades por su disciplina fiscal, monetaria, cambiaria, las reformas estructurales e incentivos a la inversión extranjera. Con ello logró un crecimiento promedio de 5% en los últimos 4 años, reduciendo la inflación a 7%. Pero, el FMI señaló la fragilidad del sector externo por la posible reducción de la asistencia financiera de Venezuela.
Mientras el gobierno venezolano destruye el aparato productivo, aumenta el desempleo y la pobreza, despilfarra el dinero de todos los venezolanos regalándolo a los aliados para comprar voluntades políticas, ellos nos dan una lección: disfrutan del subsidio petrolero utilizándolo eficientemente, gozan de los privilegios que les otorga Venezuela; y para aprender a manejar mejor sus economías, buscan al imperio.
@cedice
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