lunes, 9 de junio de 2014

Las Perversidades de la Troika

        Pedro Luis Echeverria
                                         
Para quien navega sin rumbo, ningún viento le es favorable.
                                              Séneca                                                                                             

La “troika” gubernamental espuria, falaz e ineficiente que ha tomado por asalto el poder en nuestro país, adoptó la peor medida de perversidad contra el poder adquisitivo del ingreso de los venezolanos: no hacer nada ante los desequilibrios crecientes y recurrentes de las variables económicas que erosionan nuestra calidad de vida. Esta irresponsable inacción gubernamental para adoptar las medidas destinadas a morigerar y compensar las negativas consecuencias de una desbocada inflación, es, por decir lo menos, criminal. Hay que recalcar que las  correcciones  que demandan los desequilibrios macroeconómicos son causadas, precisamente, por la extendida incapacidad administrativa gubernamental, por el malbaratamiento de los ingentes recursos recibidos por el país  y por las malas y equivocadas políticas que ha venido aplicando. Esa actitud de indiferencia ante la hecatombe nacional adoptada por el gobierno, ha tenido como únicos resultados: el establecimiento de más opresivos controles a la ciudadanía, más inflación, más corrupción, más falta de incentivos para la  inversión, más desempleo y escasez, más vulnerabilidad a una economía altamente dependiente del comportamiento de las exportaciones de petróleo y, por si fuera poco, mantiene abierta la senda a futuras devaluaciones adicionales como ya ha ocurrido, durante los largos años en que ha gobernado. Es decir, en lugar de solventar los serios desajustes  económicos que padecemos, por el contrario, los profundiza  y cierra las posibilidades de recuperación  lo que peligrosamente nos acerca, aun más, a la noción  de una economía colapsada.
La propaganda del régimen tiene como  finalidad  esconder la terrible realidad que los proventos petroleros no alcanzan para mantener el enorme gasto fiscal y para cubrir las deudas y que sus desesperados intentos de obtener recursos  externos no han obtenido los resultados esperados. Esa es la secuela de su  incompetencia y la desestabilización a la  que sistemáticamente ha sometido  al aparato productivo nacional y cuyos efectos se expresan en  baja productividad, pérdida de la capacidad competitiva de la industria y el agro, la desaparición física de muchas empresas tanto por su vulnerabilidad operativa, como por  las expropiaciones y, un enorme endeudamiento improductivo y dañino que no ha aportado nada positivo a la calidad del desenvolvimiento económico.
El que se fue, es el gran responsable de esta caótica situación. Los actuales segundones que conforman la “troika”  continuarán gobernando, ayunos de ideas y “auctóritas” y pletóricos de mentiras y banalidades. Por sus propias carencias no han podido ni podrán  superar la grave crisis que causaron. Salta a la vista que no  están resolviendo los problemas. ¿Podrán seguir engañando al sufrido pueblo o éste finalmente se dará cuenta que el modelo del gobierno es una utopía perdida e insostenible?


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