sábado, 5 de marzo de 2016

¿RUMBO A LA CARCEL LULA?

FAUSTO MASÓ

Cuando participan periodistas, políticos, empresarios, banqueros, en la corrupción todos guardan el secreto, hasta que con los años, algún involucrado, por alguna razón, para evadir una pena, confiesa la trama, revela la vasta conspiración. Está ocurriendo en Brasil en un caso que ya involucra a Lula y amenaza a Dilma. Como eran tantos los corruptos unos ampararon a otros, hasta ahora cuando hasta el supuesto prestigio de Lula se desbarata y se publica en Argentina y en Brasil como una empresa brasileña financiaba las campañas de Chávez, empresa que recibió como pago grandes contratos.
Por ahora, por flojera o complicidad, esos escándalos no salpican a la política venezolana que prefiere mirar hacia otro lado, porque Venezuela está llena de contradicciones y mentiras.
Algún día el chavismo reconocerá su deuda con Rómulo Betancourt. El extinto héroe llegó al poder por un sistema electoral que había impuesto l país el fundador de Acción Democrática, el mismo que impulsó la construcción de la represa del Guri, la gran obra de la democracia y que en su momento fue la mayor del mudo.
Ahora al presidente Maduro se desvela ante la posibilidad de que el Guri deje de funcionar. Se paralizaría el país. No han servido los bombillos ahorradores, las barcazas que se colocarían con energía eléctrica, la generación distribuida y otros inventos con que el gobierno quiso aplazar lo inevitable, el momento en que el Guri no generará la energía suficiente para el país, porque la represa se construyó cuando el país tenía la tercera parte de la población actual y se terminó cuando era también mucho menor que ahora. A continuación en estos años del chavismo arrancó una charlatanería sobre los planes eléctricos, se invirtieron, gastaron, o desaparecieron, 40 o 50 mil millones de dólares en planes para generar electricidad, porque el Guri pronto no alcanzará para darle energía al país. Parece que ese momento se aproxima.
El propio ministro anunció que el colapso del Guri ocurriría el mes de abril, es decir, si no comienza a llover este país se lo lleva quien lo trajo. Esto no ocurrirá porque al final a Venezuela la salva la suerte y de pronto los cielos se abrirán para que llueva de verdad, verdad y nuestra angustia desaparecerá hasta el próximo,  año cuando ocurrirá lo mismo, igual que sucederá los años siguientes hasta que alguna vez no lloverá hasta mayo o junio y entonces las amas de casa perderán su novela favorita, los chavistas enriquecidos no saldrán de viaje, todo estará oscuro y ocurrirán mil cosas horribles.
¿Es posible? Sí, tarde o temprano. A continuación usamos una información sacada de una presentación de Cedice: “La recuperación de un accidente de esta naturaleza requiere tiempo y dinero. Lo sano sería sacar de servicio a 8 máquinas de Guri para preservar su estado físico operativo. La salida de las 8 unidades de Guri implicaría incrementar el racionamiento eléctrico en unos 5.000 MW que sumados al existente, daría 6.500 MW a racionar diariamente, al menos por 2 meses La magnitud de este racionamiento se puede asociar a 3,25 veces Caracas (tener sin electricidad a 3 ciudades como Caracas) La verdadera razón de la crisis eléctrica no es el fenómeno del Niño, es la falta de planificación de la termoelectricidad que debe complementar a la hidroelectricidad.
“Solo un diluvio o la activación del parque termoeléctrico puede revertir la tendencia. Es imprescindible ejecutar correctivos, que ya se han debido tomar hace meses, que no son otros que la urgente restauración de más de 4.000 MW termoeléctricos en combinación con un intenso programa nacional de racionamiento.”
Vivimos ignorando la realidad, de la corrupción y de la energía, flotando en una nube, hasta el momento que se acabe la dulce fiesta, lo que ocurrirá más temprano que tarde, cuando al coro de los amigos de Lula se unan los confidentes venezolanos, los que se han beneficiado con estos planes eléctricos que tanto le gustaban a Chávez.
Lula puede terminar preso.

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