viernes, 7 de octubre de 2016

BUENAS Y MALAS PALABRAS

EDUARDO FERNANDEZ

Ángel Rosenblat fue un gran filólogo venezolano nacido en Polonia, que tuvo una columna muy leída que se llamaba Buenas y Malas palabras.

Tomo prestado el título de su columna para decir que en la actual coyuntura venezolana debemos tener muy presente que hay “buenas y malas palabras”.

Hago un listado de diez de cada lado. Las buenas son: Paz, patriotismo, unidad, solidaridad, justicia, amor, progreso, democracia, igualdad y libertad.

Las malas son: violencia, guerra, división, egoísmo, injusticia, odio, retroceso, dictadura, privilegios y despotismo.

De los muchos males que el socialismo del siglo XXI le ha hecho a Venezuela, uno es el de haber fracturado la unidad nacional y habernos dividido entre buenos y malos hijos de la patria.

Buenos son los partidarios del gobierno y malos son los adversarios. Esa política ha conducido a un clima de confrontación que le hizo perder al país una formidable oportunidad de progreso y desarrollo cuando los precios del petróleo llegaron a colocarse por encima de los cien dólares en el mercado internacional.

Lo más importante, pensando en el futuro inmediato, es que no podemos sustituir un odio de un signo por otro de signo contrario.

Si de veras queremos contribuir a un cambio positivo en la política venezolana tenemos que trabajar por la unidad de los ciudadanos. Tenemos que trabajar por definir una agenda compartida en la que tienen que figurar por lo menos cinco objetivos: más y mejor democracia. Más respeto por la Constitución y por el estado de derecho.

Más y mejores inversiones que nos ayuden a resolver el problema del desabastecimiento y el de la inflación y el alto costo de la vida.

Más justicia social. Resolver el problema de la pobreza, de la marginalidad y la miseria que cada día afecta a más familias venezolanas.

Asumir en ambiente de unidad, la cuestión de la violencia y de la inseguridad. Los venezolanos tenemos derecho a vivir en un ambiente de seguridad y de confianza y tenemos derecho a que nuestros hijos y nuestros nietos crezcan en ese ambiente.

Finalmente, los venezolanos tenemos derecho a crecer en un ambiente en el que se respeten los valores morales, cero corrupción, alto respeto a derechos humanos fundamentales como el derecho a la vida y el derecho a la propiedad.

Otros países lo han logrado. No pretendo que los venezolanos seamos superiores a ningún otro pueblo, pero tampoco acepto que seamos inferiores. Si otros han alcanzado metas de excelencia y de progreso, nosotros los venezolanos también podemos hacerlo.

Seguiremos conversando.

@efernandezVE

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