lunes, 24 de octubre de 2016

LA HISTORIA NO LOS ABSOLVERÁ

Pedro Luis Echeverría

Como persona y como ciudadano me llenó de ira, decepción y asco cívico el escandaloso espectáculo dado por el chavismo-madurismo al utilizar grotesca e ilegalmente a los poderes judicial y electoral para impedir la recolección de las firmas ciudadanas necesarias  para iniciar el proceso que nos conduciría  a la celebración del referendo revocatorio. El régimen, con la mayor irresponsabilidad y desparpajo político mostró fehacientemente su talante antidemocrático y su preferencia por alcanzar, como sea, sus abyectos objetivos.
La urgencia de los tiempos actuales, generada por la incapacidad y negligencia del régimen para enfrentar los problemas y los incesantes y crecientes reclamos  de la ciudadanía por la solución real de los mismos, lo han llevado a despojarse de la cínica careta con que había venido actuando durante el largo tiempo que lleva en el poder y mostrar su verdadero rostro: un régimen de fuerza violador de la constitución, las leyes y las instituciones. La destrucción sistemática de  instituciones, liderazgos individuales, espacios políticos de los opositores, propiedad privada y principios constitucionales, demuestran el advenimiento de una dictadura cívico-militar. En realidad, la acción del régimen es una declaratoria unilateral de guerra contra la Venezuela honesta, principista y democrática.
 Para ello, el régimen ha prostituido al poder judicial, al electoral y ha convertido a la otrora digna y no beligerante FAN en un partido político armado que actúa, con el beneplácito y complicidad de muchos de sus integrantes, no como el garante de la soberanía y la institucionalidad del país, sino como una fuerza de ocupación para acorralar, amedrentar y reprimir a una población que se resiste valientemente a aceptar dócilmente las aberrantes imposiciones del régimen. Vemos como la capacidad disuasiva de la FAN es utilizada perversamente por Maduro y sus secuaces acompañados y sostenidos por la camarilla de la cúpula castrense, para  inhibir al pensamiento opositor y para amenazar peligrosamente a una población pacífica y desarmada que quiere vivir en paz. La FAN fue una institución al servicio de todos los venezolanos y es triste e irritante verla sometida a los desvaríos mesiánicos de un dictador enfermo y enloquecido.   
 Alevosamente, el ególatra Maduro cierra los espacios para la convivencia y el diálogo entre todos los connacionales que tienen intereses y visiones divergentes y orientaciones político-ideológicas diferentes, pero envueltos en un conflicto de cuya positiva resolución dependen el destino y el futuro de la Nación. La insistencia de conducir al país mediante la aplicación de una paralela institucionalidad antidemocrática, excluyente, violatoria de las leyes existentes y contraria a nuestra idiosincrasia, indefectiblemente nos conducirá por los peligrosos y abruptos caminos de la confrontación y el odio fratricidas. Creemos en el diálogo. Sin él no hay convivencia ni interlocución posibles. Confrontamos serias dificultades de diverso orden que crecen en el tiempo por la imprevisión e ineficiencia gubernamentales y cuyos perniciosos efectos hacen inviables las perspectivas futuras del país. Es por eso que luchamos tozudamente por la preservación de la Venezuela que se nos va aceleradamente. Demandamos más unidad y visión y menos ambición de poder, para intentar rescatar lo que ha sido aviesamente destrozado    
    


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