LAS PRIMARIAS: ¿CUANDO REALIZARLAS?
Trino Marquez
Estoy convencido de que las elecciones primarias para escoger al candidato presidencial que enfrentará a Hugo Chávez en diciembre de 2012 deben realizarse cuanto antes, a más tardar a finales del primer semestre de 2011. Como los comicios presidenciales coincidirán con los de gobernadores y alcaldes, sería conveniente que esas consultas populares se efectuasen por separado: en la primera fecha las del abanderado presidencial y posteriormente la de los candidatos a gobernadores y alcaldes que se medirán con los seleccionados del otro patio. De esta manera la atención del país se centraría, primero, en la figura de quien retaría a Chávez y, luego, en quienes aspiraren ir a los gobiernos regionales y locales.
La necesidad de elegir la contrafigura del comandante es urgente. Él ya anda en campaña y a medida que avancemos hacia 2012 la ofensiva será más intensa. Su estrategia consiste en tratar de copar la escena por todos los medios y vías imaginables. Convertirse en el centro de atención exclusivo e indiscutible. Su egocentrismo no se centrará en atraer la mirada de los venezolanos hacia las grandes obras que emprenderá, sino hacia el caos que sembrará en todos los frentes de la vida nacional. Intentará atemorizar, esparcir el pánico, proyectar la idea de que las elecciones no van realizarse salvo que sea él quien triunfe, pues de lo contrario sobrevendrá el desastre, la inestabilidad y la anarquía. Hugo Chávez se aferra a dogmas que le impiden adoptar posturas democráticas y liberales.
El cerco a la propiedad privada se mantendrá. La ruina del aparato productivo nacional continuará porque se ha fijado esa como su meta más trascendente. La propiedad privada de los medios de producción es la frontera que separa el socialismo del capitalismo. Ya que busca acabar con el capitalismo, su única opción se reduce a pulverizar la propiedad privada. Demoler la democracia en el plano político y las relaciones mercantiles en el económico son sus objetivos vitales. El manto ideológico lo obliga a insistir en las acciones que lo han alejado de la mayoría de los electores.
Para recomponer la base social que se le ha resquebrajado y atraer a los votantes que han huido despavoridos por la ejecución de su proyecto comunista, tendría que girar hacia el centro, moderar su discurso, remozar el Gabinete, salir de personajes tan anclados en la prehistoria como Jorge Giordani y Elías Jahua. Pero, nada de esto ocurrirá. Lo más probable es que insista en sus prácticas fidelistas y en su ideología marxista, reñidas con toda apertura e inclusión modernizadora. En todo este ambiente lóbrego, las Fuerzas Armadas desempeñan un papel crucial. Su ideologización y sometimiento al proyecto hegemónico chavista se mantendrá, al menos en apariencia. El caudillo las mostrará como sus aliadas más importantes.
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