Claudio Fermin
La oposición no es un grupo que a fuerza de publicidad y marketing político se apropia de la marca “oposición”. No es una franquicia.
La oposición no es un club que administra nuestro descontento y hace de esa tarea una jerarquía institucional y una manera de relacionarse con el poder.
Tampoco es un derecho divino que unge a unos escogidos para asumir de forma vitalicia una inexistente representación y presentarse como alternativa ante el poder.
La oposición no es un sindicato de gobernadores, alcaldes y diputados que carecen del favor del gobierno nacional y como consecuencia de ese enfrentamiento se las arreglan para monopolizar la voz del reclamo y de la protesta.
La oposición no es ejercicio sistemático de la confrontación, por lo que sea, para confundir con una polarización que aturde, que crea la sensación de ser entre extremos antinómicos y fabrica el ambiente para que ninguna otra voz se escuche.
Tampoco es reparto del mercado electoral en el que todo aquel quien no reciba beneficios de la rosca en el poder está condenado a votar en las elecciones por quien le ordene la otra rosca.
La oposición es otra cosa.
Es el cansancio del ciudadano por la ineptitud y los errores en la conducción de los asuntos públicos. Es la contrariedad e impotencia por el vacío de propuestas, por el desierto temático, por la banalización de la política.
Oposición es el reclamo de una conducción distinta. Es el deseo ciudadano de una vida mejor, de la incorporación de Venezuela a un mundo que deje atrás la pobreza, la corrupción, la improvisación y ese océano de intrigas y chismorreo que en algunas crónicas llaman política.
Oposición es la lucha por alcanzar la igualdad y la justicia, distinto del empeño de los cogollos por privilegios y exenciones.
Oposición es que los ciudadanos de cada municipio postulen sus candidatos a los poderes públicos en vez de ser tratados como rebaños que siguen el alarido del jefe de alguna manada.
Oposición es que todos los sectores del país estén representados en la Asamblea Nacional y no el grupo blindado, cerrado, de los políticos más avispados.
Por todo eso, convoco a escoger en consultas a los ciudadanos, en elecciones de base, los candidatos a las elecciones para la Asamblea Nacional.
@claudioefermin
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