lunes, 25 de abril de 2011

EL BURÓCRATA MAYOR

Damian Pratt


En realidad estoy convencido que muchos de quienes usan esa “excusa” ya no se la creen o al menos dudan mucho pero la siguen diciendo bien porque de buena fe se aferran a no perder la esperanza ya que siempre es doloroso constatar el engaño, o bien porque creen que la única forma de intentar que los escuchen es culpando a terceros y diciendo que “mi Comandante no sabe nada”. Saben que en los gobiernos personalistas y autoritarios (y éste lo es) hay que estar haciendo constantes alabanzas al caudillo aunque no las merezca, para no ser objeto de la ira y la exclusión. Claro que también hay cientos de miles que hace rato han roto con la mentira y se suman a los que luchan por un cambio. Es un proceso indetenible, cada vez más numeroso, que seguirá en las semanas y meses venideros.

¿De cuál excusa hablo? De esa de culpar de todos los males a “los burócratas” o a “los infiltrados”. Cemex y todas las cementeras fueron estatizadas hace dos años pero en pocos meses su producción se vino a menos, al punto que en lugar de “cemento abundante para el pueblo” hay escasez. Entre 30% y 40% menos cemento. De allí nace la especulación y la corrupción. Y el gobierno medio tapa el desastre gastando los petrodólares que debían ser para obras, servicios y nuevas inversiones, importando cemento… ¡de las mismas transnacionales estatizadas! “Es que la culpa es de unos burócratas enquistados en Cemex”, dicen sin mucha convicción algunos chavistas para justificar el fracaso del gobierno y del modelo del “estatismo salvaje” que alguna vez pensaron sería “el paraíso y la justicia”.

Friosa es una ruina, llena de deudas y acreencias que no le puede cobrar a otras empresas del Estado también arruinadas. No tiene productos en sus supermercados ni en la distribuidora. Está en crisis en su servicio de comedores. En menos de un año, el “estatismo salvaje” la quebró. Si antes había defectos, ahora el patrono gobierno es perseguidor y maltratador de los trabajadores, violando sus derechos. ¿De quien es la culpa? “Son unos burócratas (los que dirigen la empresa “socialista”) que no cumplen las órdenes del comandante”, dice el chavista desencantado para no perder la esperanza.

Si la culpa es de “un burócrata infiltrado”, ¿por qué las briqueteras estatizadas producen al 30% de su anterior capacidad y se persigue con saña a los trabajadores, dirigentes laborales y delegados de prevención que cumplen con su deber, denunciando la corrupción y la masiva violación de los derechos laborales? ¿También en cada una de ellas “el malo” es un burócrata? ¿Y en Venalum de quién es la culpa ese desastre actual? ¿Acaso es del burócrata actual a quien la propaganda rojita llama “presidente-trabajador”? ¿Y no decían lo mismo del militar que estuvo al frente los dos años anteriores? ¿Y en Alcasa que va de mal en peor desde hace seis años? ¿Y en Sidor donde no solo hay una ruina productiva sino que la inseguridad industrial, producto del abandono y la dejadez ha cobrado la vida de 10 sidoristas en poco más de dos años? “Es que ‘el malo’ es Sanz”, decían los angustiados chavistas con mucho de razón. ¿Y ahora que no es Sanz, por qué todo sigue cuesta abajo? Y Bauxilum, Carbonorca. Ni hablar del desastre en Ferrominera o en Pellas. ¿O acaso alguien recuerda a FMO en una ruina semejante en sus 34 años?

¿Y Norpro estatizada y abandonada?Es que no han publicado el decreto de estatización”, daban como ingenua “explicación” algunos chavistas que culpaban a “los burócratas”. ¿Y en Tavsa donde no se producen los tubos que requiere Pdvsa pero que “convenientemente” el gobierno “soberano y socialista” (¿?) importa desde China y México? “Los burócratas de Pdvsa son los culpables”, es la excusa. ¿Y quien puso a Pdvsa a dirigir una planta siderúrgica como Tavsa? ¿Quién sigue en eso tres años después? ¿Y Cerámica Carabobo, tres años cerrada tras la estatización, donde los trabajadores perdieron todos sus derechos y beneficios mientras no se produce ni un refractario que ahora hay que importarlo? ¿Cual burócrata es responsable de esa política anti nacional de favorecer negocios y empleos en Brasil, China o qué sé yo cual otro país?

¿Y del abandono a los indios waraos y a sus niños fallecidos en medio de la desnutrición, quién es el responsable? Cierto, el gobernador y el alcalde, pero… ¿sólo ellos? ¿Y los ministros del área? ¿Y el gobierno que tiene en la miseria extrema al Delta por lo cual esas comunidades se vienen a vivir pidiendo limosna o recogiendo desechos en el basurero de Cambalache? El “indigenismo” de este gobierno es puro “bla bla”. Máscara para hacer populismo.

¿Y de Pudreval y sus 140 millones de kilos de comida podrida quién es responsable? ¿El “paganini” a quien tienen discretamente preso? ¿Y la ministra cubana Bárbara Castillo Cuesta que decidía todo allí? ¿Y el ministro todopoderoso Ramírez que despidió al auditor de Pdvsa que alertó lo que ocurría un año antes? ¿Quién es responsable de tener a una ministra cubana burócrata e ineficiente, que nada sabe de comercio, mandando en un ente del Estado venezolano? ¿Y del “negocio” que en Argentina llaman el “coima-gate” donde la corrupción medida en cientos de millones de dólares era el leitmotiv de la venta de alimentos vencidos o que jamás llegaban a nuestro país?

Y de que este sea el gobierno que menos viviendas ha construido en 50 años, ¿cuál burócrata es responsable? ¿Los 8 ministros que han pasado por ese cargo? ¿Y el que los nombró y jamás se ocupó de supervisar nada? ¿Y el caos del sistema eléctrico? ¿Cuál burócrata es responsable de haber arruinado a la siempre estelar Edelca? ¿El militar de antes o el “revolucionario” (¿?) de hoy? ¿Cómo es que la Electricidad de Caracas y el Metro, símbolos de calidad, dan pena hoy? Son demasiados casos. Casi todos. No puede ser que el culpable siempre sea un “burócrata aislado” aquí o allá. Lo excepcional es que alguna empresa estatizada funcione medianamente bien. Debe haber uno o dos casos. Son la excepción que confirma la regla.

Millones de venezolanos, comprenden que hay un “burócrata mayor”, el jefe de todos los burócratas. El que los nombra a todos, no porque sean capaces sino porque le jalan mecate a él y lo adulan. El que vive obsesionado por centralizar todo en sus manos y no da autonomía a nadie y más bien se la quita a los que la tienen. El que cree (e impone a Venezuela) que el viejo modelo dizque socialista, estatista salvaje, burocratizado, militarista, centralista hasta el paroxismo, basado en el “pensamiento único, sumisión al caudillo único” es algo nuevo, del “Siglo XXI” cuando en realidad es el rotundo fracaso que hizo extinguir por implosión de inutilidad e inviabilidad a la URSS pese a ser un enorme país, rico y gran potencia. El cavernícola modelo fracasado de Fidel Castro que hoy su hermano Raúl plantea con urgencia reformar a fondo para tratar de salvarlo “in extremis”.

Hay un burócrata mayor que concentra todo el poder en sus manos en lugar de delegarlo. Que opta por un sistema fracasado del siglo 19 el cual habla de “justicia social” pero solo genera más pobreza, niega el ascenso social y termina siendo el reino de la injusticia “en nombre del pueblo”. Es el gran burócrata y es el sistema el que fracasa en Friosa, Sidor, el aluminio, las cementeras, el sistema eléctrico, PudreVal, Pdvsa, Norpro, las briqueteras, las fincas improductivas que hoy nos hacen importar no solo carne, leche, aceite, pollo, azúcar sino ¡hasta café! El que ha llevado la deuda externa a ¡150 mil millones de dólares!, a pesar de tener el barril de petróleo a 100 dólares, hipotecando a Venezuela mientras habla de “nacionalismo, independencia y soberanía”. Tiene un discurso pero su práctica es la contraria.

Alcasa… ¿acaso no es deliberado?

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