Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el costo de los alimentos en Venezuela acumuló un incremento de 37,3% entre febrero de 2010 y febrero de 2011, mientras que el promedio de América Latina se ubica en 8,8%. Después de Venezuela, los países que registran la mayor inflación de alimentos son Paraguay (17,1%), Bolivia (17%) y Argentina (10,6%) mientras que Colombia, México y Perú tienen un impacto inferior a 5%.
En Venezuela la inflación alimentaria se debe a factores como la devaluación de la moneda, la caída de la producción local y el alza en el precio de los productos importados. No hay perspectivas de una desaceleración de los precios de los alimentos a corto plazo. ¿Cómo compaginarán estas cifras con la demagógica retórica revolucionaria del gobierno? Se nos ha repetido hasta el cansancio que sólo en socialismo se puede alcanzar el bienestar de la colectividad, pero por aquí no se ve nada de eso. Si pagar hasta cuatro veces más de lo que en promedio se paga en el resto de América Latina representa el gran logro del Socialismo del Siglo XXI entonces nuestro futuro es más oscuro de lo que creíamos.
Uno puede pensar que las iluminadas mentes de las que brotan las políticas económicas del gobierno venezolano se fundieron hace tiempo, pero si algo está claro es que no hay voluntad de mejorar las cosas y que lejos de creer que esas políticas son el resultado de “errores” hay que darse cuenta de que responden a un plan cuidadosamente trazado para someter a la población a lo que la revolución considera el mandato divino de Hugo Chávez.
En el cacareado “patria, socialismo y muerte” esta última tiene cara de hambre.
lapatilla.com
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