viernes, 8 de mayo de 2015

MUD : "LO QUE VIENE ES HAMBRE"

El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba, pintó este viernes un escenario sombrío del sector de alimentos, urgiendo a una declaratoria de emergencia nacional en dicha área.

Así lo dijo en compañía del coordinador de la Comisión Técnica Agroalimentaria de la MUD, Rodrigo Agudo, quien presentó la ponencia: “Situación del Abastecimiento Alimentario en la Venezuela del 2015 ¿Un Problema Coyuntural o Estructural?”
Dijo Torrealba: “Lo que viene es hambre, caballero. Se acabaron los inventarios de los mayoristas, minoristas y de todos los proveedores. No tenemos inventarios de ningún tipo, por lo tanto es imposible garantizar que esos productos estén en los anaqueles. Por lo tanto, lo único que debe hacer el Gobierno es generar confianza y dialogar para reactivar la producción. La única forma de acabar con la escasez es generando confianza”.
Por su parte Agudo, quien es ingeniero químico, explicó que el Estado es el mayor responsable del desabastecimiento de alimentos básicos que atraviesa la nación, incurriendo en una política de destrucción del aparato productivo.
“Nos sentimos en la obligación de hacerle un llamado de atención al Gobierno Nacional; este problema es un problema de confianza de parte del sector productivo al Gobierno. Es un problema que el Gobierno solo no puede garantizar el pleno abastecimiento. Es responsable de la escasez agroalimentaria. Es imposible garantizar la presencia de los productos en los anaqueles si el mismo día que se producen, el Gobierno los obliga a vender. Citó, como ejemplo, el caso de Empresas Polar, “que son inspeccionadas a diario por el Gobierno, así como la mayoría de las empresas privada”, aseguró Agudo, especialista en planificación y gerencia, en el sector alimentario.
En la misma línea, Agudo enfatizó que el Estado Venezolano se presenta como propietario de en lácteos, 50 % de la capacidad instalada de pulverización y pasteurización de leche cruda y único importador de leche en polvo; en café, de 70 % de las torrefactoras; de 55 % de la capacidad instalada del trillado de arroz; en pesca y acuicultura, de 65 % del procesamiento y envasado de sardinas y atún; en cárnicos, del 60 % de la capacidad de los mataderos; en maíz, de 45 % de la actividad relativa a harinas precocidas; y en azúcar, dueño del 63 % de los centrales que procesan el rubro en Venezuela.
Aunado a esto, el perito de la MUD entiende que la escasez que se arrastra desde el año pasado proviene también de la conjunción de factores tales como la alta dependencia de lo que el gobierno llama “el imperialismo” y la pérdida de los créditos externos y recursos directos a través del endeudamiento, que tornan sumamente difícil recuperar la producción nacional en las diferentes categorías de la producción agroalimentaria. Disminuyen, asimismo, los inventarios y la oferta, generándose la angustia que estalla en el último eslabón de la cadena, la familia venezolana, al no poder surtir adecuadamente la mesa con los productos de la dieta básica, registrándose una notable baja del consumo per cápita.
“Se acabaron los inventarios de los minoristas y de todos los proveedores. No tenemos inventarios de ningún tipo, por lo tanto es imposible garantizar que esos productos estén en los anaqueles. Por lo tanto, lo único que debe hacer el Gobierno es generar confianza y dialogar para reactivar la producción. La única forma de acabar con la escasez es generando confianza”, puntualizó.
Por supuesto, que en todo este fenómeno, el ingeniero recuerda que inciden sobremanera los descensos del precio del barril de crudo, con una caída de 55% al revisar – en el presente estudio – la cotización de 2014 y la registrada en enero pasado; y una inflación que se ha quintuplicado en tres años de recesión económica.
Lamentablemente, opina Agudo, el Ejecutivo Nacional “no aprende la lección” y eso se verifica, por ejemplo, en las recientes declaraciones del ministro del Poder Popular para Agricultura y Tierras, José Luis Berroterán, afirmando, en torno al mercado cárnico, que “mientras más control tengamos, garantizamos más eficacia”; o haga caso omiso de señalamientos en el tenor del difundido hace por el Fondo Monetario Internacional, alertando: “El parco crecimiento de Latinoamérica de 2014 se desacelerá en este ejercicio (2015) al bajar al 0,9 %, para repuntar ligeramente en hasta 2 % afectando principalmente a Venezuela”.
Para el experto en materia agroalimentaria, es prácticamente imposible con el modelo económico vigente, garantizar el pleno abastecimiento, bien sea por vía de la producción nacional – en el corto o mediano plazo – o de la importación, dada la mengua en materia de divisas. No se concretan, entonces, con esa falta de confianza a la cual hace alusión, la inversión, la reinversión y que la ciudadanía abandone la intranquilidad en la cual se encuentra postrada.

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