CENTRO DE DERECHOS HUMANOS DE LA UCAB: FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO INTENTARON OCULTAR EVIDENCIAS DE TORTURA
Al menos diez estrategias utilizaron los órganos del Poder Público
venezolano para deliberadamente ocultar evidencias de tratos crueles o
tortura, así como para evitar que las mismas fuesen denunciadas
oportunamente, durante las detenciones ocurridas en el marco de las
protestas antigubernamentales de 2014, así lo señala el Centro de
Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-Ucab) en
un nuevo informe titulado “Que no quede rastro”.
El documento reseña la vulneración del derecho a la integridad física
durante las manifestaciones y aprehensiones que tuvieron lugar el año
pasado, cuando se registraron al menos 854 heridos y lesionados.
“Estas estrategias utilizadas por el Gobierno venezolano incluyeron:
la incomunicación de detenidos, el traslado de lesionados a
instituciones y hospitales militares, presiones a víctimas, el uso de la
Defensa Pública para evitar denuncias, omisiones por parte de jueces
durante las audiencias de presentación, la transformación de víctimas en
victimarios, la confusión entre examen médico forense y el
reconocimiento médico en el lugar de detención, la sustracción y
desaparición de evidencias de malos tratos y tortura, y presiones a
médicos”
El CDH-Ucab concluyó que fue “evidente la dificultad para presentar
quejas por malos tratos o torturas y a la realización oportuna del
examen médico”, violando el Conjunto de Principios para la protección de
personas sometidas prisión de Naciones Unidas y el Protocolo de
Estambul.
“Este tipo de conductas por parte de los funcionarios aprehensores se
tornaron reiteradas, al punto de llegar a poner en peligro la vida de
algunos de los jóvenes que habían sido detenidos, dado que, al impedir
el acceso a ellos y a tener conocimiento sobre las condiciones físicas
en las cuales se encontraban, se vio agravado el cuadro y el estado de
salud de los mismos, poniendo en riesgo sus vidas”, advirtió el informe
del CDH-Ucab.
Entre las irregularidades presentadas durante las detenciones, el
documento también señaló diversos casos en los que las víctimas
presentaban heridas de gravedad, y que fueron trasladadas por las
autoridades a instituciones médicas de carácter militar, violando las
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos de Naciones Unidas.
Asimismo, el Centro de Derechos Humanos registró testimonios según
los cuales funcionarios amenazaron a las víctimas con hacerles más daño o
simplemente no prestarles la ayuda médica requerida si no se abstenían
de declarar la verdad sobre lo acontecido.
Del mismo modo, la institución apuntó que se observó “una fuerte
insistencia en que los jóvenes aceptaran la representación de defensores
públicos designados por el Estado”, cuyo comportamiento “pareció estar
orientado a evitar que se dejara constancia de las lesiones en las
audiencias de presentación”.
El informe destaca la actuación irregular por parte de jueces al
momento de las audiencias, cuando en ocasiones los detenidos fueron
presentados para declarar aún heridos y sin importar su condición de
salud. “Varios de ellos se encontraban aún bajo el efecto de los
medicamentos o estos les fueron suspendidos para el traslado a
tribunales. Incluso algunos fueron sometidos a audiencia en el mismo
hospital, debido a la gravedad de su estado”.
Finalmente, el Centro de Derechos Humanos denunció que en varias
oportunidades, al momento de atender casos de personas heridas en
manifestaciones, funcionarios de los cuerpos policiales y militares
solicitaban a los médicos la entrega de los objetos que constituían
evidencia de las lesiones sufridas por las víctimas.
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