FAUSTO MASO
¿Cómo se le ocurre a un dictador ser de derecha? Con la
izquierda los dictadores terminan sus días visitados por presidentes e
intelectuales. Si usted decide ser dictador lleve siempre un ejemplar de El Capital
en el sobaco y reviente a la humanidad en nombre del hombre nuevo. En América
Latina, para nuestra desgracia, oponerse a los Estados Unidos ha sido el gran taparrabos,
la excusa para no pensar. Nicolás Maduro es el último caso de esa pobreza mental,
todavía cree que la Cuba de Castro es un modelo a seguir, no ha comprendido que
los Estados Unidos representa una forma de vida superior, a pesar de que en el
pasado hayan abusado de su poder para intervenir en nuestros países, siguiendo
la norma de abusar del débil. Pero aun así la sociedad norteamericana
representó un valor superior a la soviética, cosa que en América Latina nuestros
políticos se negaron a reconocer. Por esa razón hemos sido víctimas de tantos
demagogos. Nos basta con gritar abajo el imperialismo para gobernar como
imbéciles y recibir apoyo popular, en especial de los supuestos inteligentes,
los intelectuales.
Las políticas económicas Pinochet las han seguido disimuladamente
los gobiernos chilenos, ningún presidente democrático ha reivindicado a Salvador
Allende quien murió dignamente pero provocó que muchos chilenos aplaudieran un
golpe militar sangriento. Un Hollande nunca hubiera visitado a Pinochet, a
pesar de que casi la mitad de los chilenos hayan votado a su favor en un plebiscito.
Hoy la Bachelet está consiguiendo el milagro de arruinar a Chile.
Algo le
pasa a Nicolás Maduro. A François Hollande, no se le cae la baba en Maiquetía. Nadie
lo visita ni por equivocación, ni siquiera hacen escala en Maiquetía camino a
la Habana. Castro y François Hollande sostuvieron “un interesante diálogo”
acerca de los lazos históricos entre Cuba y Francia, según reportó la
televisión estatal. ¡Hollande llamó histórica a su visita a Cuba!, no preguntó
las razones por las que los cubanos saltan de alegría al enterarse de que los
norteamericanos invertirán en Cuba. ¿Para esa tontería se hizo la revolución?,
para reconocer que la isla está ligada geográficamente a los Estados Unidos.
Hollande
no preguntó por Las Damas de Blanco, ni por la bloguera más famosa del mundo.
Hollande en realidad es un francés bruto, hasta lo criticaron en Haití cuando
llegó anunciando que regalará dinero a la antigua colonia francesa.
Culturalmente
el mundo es de izquierda, aplaude la revolución de lejos. Hollande no gobierna
como Castro, pero lo admira. Hollande acabó con el socialismo francés, la
extrema derecha puede ganar las próximas elecciones.
El pobre Maduro no es ni Pinochet ni Castro, Maduro es
Maduro, qué triste. Su momento de gloria fue su viaje a Moscú Putin lo colocó
en un lugar destacado, quizá porque era el único latinoamericano que acudió a
la conmemoración de los 70 años de la victoria rusa sobre los nazis, una hazaña
a pesar de que según Hollywood los
Estados Unidos fueron los que ganaron la guerra. Pero, como siempre, la
historia la escribe Hollywood.
En su oportunidad
Europa y USAS apoyaron los gobiernos militares contra la insurrección de
izquierda, miraron hacia el otro lado cuando asesinaron guerrillero. Hoy se
emocionan visitando Cuba.
Yo estoy al volverme castrista,
Es tan
tierno ver a Fidel transformado en un viejito memorable. Desde el Papa hasta Obama
quieren visitar la isla.
Convénzanse,
hay que ser de izquierda y gobernar con la derecha. Para la desgracia de los
cubanos Fidel Castro durante medio siglo gobernó con la izquierda más rancia.
Así le fue a la isla, hasta acabó con la industria azucarera y al final la
esperanza de los Castro de aliviar la pobreza es que vengan los gringos.
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