Las palabras de Obama, que su diplomacia quiso homologar a la Alianza para el Progreso del presidente John Kennedy, parecen tener incluso un lapso breve de vida, según líderes regionales.
Santiago de Chile. - El presidente estadounidense, Barack Obama, propuso hoy a las Américas una alianza de futuro, pero sin poder enunciar medidas, plazos o al menos comprometer apoyos políticos en su Congreso.
"Somos todos americanos", aseguró Obama en Chile, teniendo como telón de fondo la pérdida de influencia de su país en una región cada vez más sólida económicamente y ligada a China, informó DPA.
Las palabras de Obama, que su diplomacia quiso homologar a la Alianza para el Progreso del presidente John Kennedy, parecen tener incluso un lapso breve de vida, según líderes regionales.
"En un año comenzará la campaña presidencial en Estados Unidos" y todo se puede bloquear, advirtió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
"Él anunció intenciones, vamos a ver lo que pasa ahora", agregó el funcionario de la OEA.
La arremetida de Obama, quien reiteró que no suspendió el viaje a Brasil, Chile y El Salvador pese a las crisis en Libia y la alerta nuclear en Japón, busca no obstante recuperar influencia en la región.
El ascenso de Brasil como la octava economía del orbe, la influencia de Venezuela en gobiernos de izquierda en Bolivia, Nicaragua y Ecuador, además de las arremetidas de China y Europa marcan un escenario nuevo para Estados Unidos en Latinoamérica.
La comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recordó hoy que Estados Unidos perdió fuerza como socio comercial con la región, una de las zonas que liderará la reactivación mundial.
"Su participación en las importaciones bajó de 55 a 32 por ciento entre 2000 y 2009, al tiempo que las exportaciones a Estados Unidos cayeron de 61 a 42 por ciento", detalló la Cepal.
"Latinoamérica es más importante para Estados Unidos de lo que jamás fue antes", dijo Obama ante ese escenario, que exhibe un debilitamiento en su antes "zona de seguridad".
Pero no es sólo un problema de comercio. Los últimos años América Latina comenzó a actuar con mayor independencia de Washigton en Defensa, política internacional y derechos humanos.
Brasil impulsó un enorme acuerdo de cooperación militar con Francia, Venezuela y Bolivia abrieron lazos con Irán, mientras que Chile y el Perú buscaron alianzas y acuerdos con China.
Estados Unidos, atrapado por su déficit económico y la discusión migratoria, no logró articular una propuesta de futuro para una región de donde proceden 45 millones de sus inmigrantes.
Obama, con su popularidad en baja y el fantasma de convertir a Libia en otro Afganistán, intentó hoy cambiar el rumbo, pero salvo la promesa de intercambiar 100.000 estudiantes, no garantizó nada más.
Ni siquiera pudo ofrecer cumplir los anhelos de libre comercio con Colombia y Panamá, dos de los países más cercanos a Washigton en la región.
Una situación no menor para un país que destina el 34 por ciento de sus inversiones externas a América Latina y que cuyas exportaciones a la región triplican las que destina a China.
En definitiva, quedó la duda de cómo Estados Unidos se acercará a una región que posee la mitad de los recursos hídricos del mundo, reservas de uranio, petróleo y gas, que crece a tasas de cuatro a seis por ciento y que es la patria de un cuarto de la actual población estadounidense.
"Pero no todo es tan malo, él definió una hoja de ruta", dijo el ex canciller chileno Mariano Fernández, presente en el discurso a las América de Obama.
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