Entiendo que mi referencia reciente al principio de "odious debt"
ha causado alguna polémica, por decir lo menos, y me gustaría
aclarar mi percepción y las recomendaciones de política se derivan
de allí. En primer lugar, conviene recordar la definición de odious
debt de Kenneth Rogoff: "Cuando los prestamistas le dan dinero
a un gobierno conspicuamente cleptómano y corrupto, los
gobiernos subsecuentes no tienen la obligación de honrar
dichos compromisos".
Resulta evidente que la ausencia de institucionalidad en
Venezuela le ha permitido al Gobierno endeudarse de forma
indiscriminada. Los fondos provenientes de esos compromisos
en muchos casos no son utilizados en usos que favorezcan
los intereses de la República y sus ciudadanos, o al menos
eso cabe presumir, dado que el manejo es totalmente opaco,
a espaldas de la nación. Si, quizás Pdvsa era una caja negra.
Pero es que esta gente se ha llevado la caja. Esta situación
es conocida para todos los que deciden apostar sus fondos
al Gobierno de Venezuela. Todo parece indicar que los nuestros
están dispuestos a seguir endeudándonos al infinito, más allá
de las tasas de interés que los mercados decidan imponer.
Para engañarnos (a nivel internacional nadie se engaña)
calculan el PIB venezolano a tasas de cambio muy sobrevaluadas:
Nos presentan niveles de deuda/PIB de 30%-40% que en realidad
son de 60-70%.
Hay deudas mucho más opacas que otras. Tómese por ejemplo
el Fondo Chino. Por lo que sabemos de las cadenas presidenciales,
el gobierno chino le abrió una línea de crédito al venezolano y
cada vez que éste gira contra esos fondos se genera un
compromiso de envío de petróleo. Este contrato no ha sido
discutido, presentado, ni tan siquiera conocido de forma pública
en Venezuela. No sabemos cuáles son las condiciones de
descuento, la tasa de interés implícita, los plazos, o qué
tanto compromete la venta futura de petróleo. Ahora que
la oposición tiene una probabilidad real de llegar a ser gobierno
me parece inteligente que, a través de algún canal diplomático,
se le haga saber a los chinos que existe una posibilidad de
que no se cumplan esos compromisos. Los chinos, que no
pierden una, seguro ya lo han descontado y están ganándole
al trato actual cualquier cosa que puedan perder a futuro.
Pero en cualquier caso, me parece una medida necesaria y
entiendo que algunos partidos políticos en Venezuela la están
considerando.
Luego está la deuda documentada. En este frente, tiendo a
pensar que será necesario primero hacer un reordenamiento.
Si en lugar de las "emisiones sorpresa" e indiscriminadas del
gobierno, se hiciera un road-show y se explicara cuál es la
estrategia y qué uso se le dará al dinero, dentro de un marco
de sostenibilidad fiscal, la prima de riesgo de Venezuela caería
unos 200-400 puntos básicos. Ahora bien, quienes le prestan
hoy a Venezuela tienen que considerar que las enormes tasas
de interés que están devengando compensan su temor de
que Chávez no tenga disposición a pagar. Para el momento
en que deje el poder, cuando quiera que eso ocurra, el
problema de podría ser mucho más de capacidad de pago
que de disposición. Y, ya en ese escenario, habría muy poco
de que hablar.
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