¿Qué pasa con las reservas del BCV?
José Guerra
Un aparente misterio envuelve el comportamiento de las reservas internacionales del BCV. Con una subida espectacular como la que experimentan los precios del petróleo desde mediados de 2009 cuando se situaron en US$ 50 por barril hasta US$ 101 por barril al 25 de marzo de 2011, es suficiente motivo para que el BCV hubiese fortalecido significativamente su posición de activos internacionales. Pero eso no ha sucedido. Todo lo contrario, las reservas del Instituto Emisor reflejan un sostenido deterioro como se aprecia en el gráfico anexo.
Conviene aclarar que en Venezuela, y en muchas otras economías, las reservas internacionales son la base fundamental para la emisión de dinero por parte de los bancos centrales y cuando crece la liquidez en moneda local pero los activos externos se estancan o no crecen, la moneda se debilita y su depreciación o devaluación abrupta es inevitable, tal como ha sucedido recientemente en Venezuela.
La explicación del aparente enigma de precios del petróleo con tendencia fuertemente al alza y reservas internacionales cayendo reside en los siguientes elementos. En primer lugar, los traspasos al Fonden han mermado sustantivamente la base de activos líquidos del BCV. Y lo más sorprendente es que no se sabe ni se conoce en qué está gastando Fonden los recursos que le son extraídos al BCV.
El peligro de la doble monetización de las reservas internaciones del BCV es real por cuanto es un verdadero misterio las erogaciones de Fonden en moneda extranjera y el bolívares. De esta manera, Fonden se ha convertido en un verdadero enemigo de la estabilidad monetaria de Venezuela en la medida en que debilita la solidez del bolívar al minar la cantidad de reservas en manos del BCV. Pero tal vez lo peor de todo es que no se conoce la regla que usa el BCV para transferir sus activos a Fonden. Se trata de una especie de secreto de Estado.
En segundo lugar, la caída de la producción petrolera, tal como documenta el mismo BCV al contabilizar el PIB petrolero. Con una producción declinante, es claro que los acuerdos de suministro de petróleo a Petrocaribe y Cuba por más de 200.000 barriles diarios y un consumo interno situado en casi 700.000 barriles diarios, se disminuyan los saldos exportables, tal como ha venido sucediendo. De esta manera Pdvsa acumula montos importantes en cuentas por cobrar que al final del día son facturas que carecen de valor y por ellos dejan de ser activos.
En tercer lugar, los acuerdos recientes con China. Como se sabe, en septiembre de 2010 el Gobierno firmó un acuerdo con ese país, cuyos términos financieros no son conocidos. Se sabe, sin embargo, que ese acuerdo contempla la entrega de 250.000 barriles de petróleo diarios a partir de 2011 a cambio de US$ 10.000 millones, de los cuales, la mitad fueron entregados y gastados y la mitad restante, se recibirán en productos hechos en China debido a que el préstamo fue en yuanes.
De esta manera, Pdvsa está dejando de recibir lo que ha debido ser el producto de vender esos 200.000 a más de US$ 100 por barril. Son obvias entonces las razones por las cuales se ha producido la merma de las reservas internacionales y con ello la presión devaluacionista sobre el bolívar.
La creación de Fonden en 2005 ha dinamitado la posición de reservas internacionales del BCV, ha creado una especie de presupuesto paralelo con gastos desconocidos y por tanto también ha incidido negativamente sobre las finanzas públicas de Venezuela. Tocará a partir de 2012, rehacer al BCV, dotarlo de una nueva institucionalidad y además ordenar el monumental desorden que hay en las finanzas nacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario