miércoles, 21 de mayo de 2014

BOKO HARAM: ¿Dónde están los musulmanes?

 
       ALEXIS ORTIZ


La Boko Haram de Nigeria es una banda de delincuentes y los creyentes del Islam deberían ser los más interesados en diferenciarse de ella.
Quiero creer que el islam es una religión de paz, enemiga de la violencia y los criminales, ajena a toda tentación de expansionismo compulsivo, tolerante con los otros credos e ideologías, contraria a la sacralización de las guerras, respetuosa de la condición de la mujer, en fin, moderna y tolerante.Y el Dios nuestro y el Alá de ellos, en su infinita misericordia, les está dando la oportunidad en este momento a los musulmanes de expresarse, sin ambages y con reciedumbre, contra la barbarie representada por el grupo terrorista islámico de Nigeria, Boko Haram.Este grupo cuyo nombre significa la educación occidental debe ser prohibida, ha perpetrado las fechorías más grotescas en el nororiente de Nigeria, sin que la mayoría de la gente sensata del mundo musulmán haya lanzado sus voces de repudio. Siempre es así, los seguidores de Mahoma, por temor a las represalias de los fanáticos, o por ceder al chantaje doctrinario, guardan un ominoso silencio ante las barbaridades de los que, en nombre de El Corán, asesinan impunemente. Si un grupo fanático cristiano secuestra, viola, esclaviza, obliga a la conversión religiosa, e impide que se eduquen a unas niñas estudiantes, como hizo sin pudor Boko Haram, la protesta y el rechazo nuestro resonaría en las cuatro esquinas del planeta, comenzando por el Santo Padre Francisco, la reina de Inglaterra como máxima pontífice de los anglicanos y siguiendo con los principales voceros de las distintas denominaciones cristianas. Y si se tratara de un extremista hebreo ocurriría lo mismo, el estado de Israel y los líderes judíos religiosos y seculares, no escatimarían su condena a los criminales. Uno entiende que los chiitas y sunitas de Irak, muy ocupados en matarse entre ellos, los egipcios atrapados entre el autoritarismo del ejército y el de la Hermandad Musulmana, los iraníes oprimidos por la teocracia de los ayatolás, los sirios envueltos en una carnicería bélica y los libios a punto de imitar a los sirios en la rabia guerrerista, no tengan tiempo ni deseo de ocuparse de los descaros de Boko Haram. Pero lo que no se entiende es el silencio de Arabia Saudita y Kuwait, de los líderes de los emiratos del Golfo Pérsico y sobre todo, de los intelectuales, hombres de empresa y periodistas árabes, y de los imanes de todas las latitudes.
La Boko Haram de Nigeria es una banda de delincuentes y los creyentes del Islam deberían ser los más interesados en diferenciarse de ella. ¿No les parece?  

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