Pompeyo Marquez
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Este es un momento en que podemos exclamar ¡Llegó la hora! El historiador Germán Carrera Damas es quien más ha escrito sobre el tema de la larga marcha hacia la democracia, y ubica el inicio de esta ruta en los años 1810-1811. A lo largo de este proceso, lo que más hemos vivido son autocracias militaristas, como la de la actualidad, cuando el país está bajo una dictadura militar con tendencias totalitarias.
Este es un momento en que podemos exclamar ¡Llegó la hora! Por una razón muy sencilla, porque este gobierno “cambia o revienta. Está haciendo todo para reventar”, como dice Capriles en la entrevista que concede a Giusti en EU del 18-M. De allí rescatamos la idea de reunificar a todos los opositores de las más diversas corrientes sobre la base de una plataforma unitaria lo más amplia posible.
Justamente, el cambio de esta dictadura militar tiene que ser hacia un nuevo régimen que reinstaure la democracia, y las libertades democráticas en el marco de la Constitución. Y no hay otra salida después del fracaso de 16 años de gobierno chavista-madurista que ha colocado a Venezuela al borde del abismo.
Hay que convocar a la Nación venezolana a la lucha para lograr ese cambio, y las perspectivas para Venezuela no son otras que normalizar el país, sus instituciones, en una palabra, lograr una convivencia de todos los venezolanos.
Se están conformando las fuerzas que van a producir ese cambio, y están representadas por la MUD, varias ONG y otras instituciones como las universidades, el movimiento estudiantil que es hoy la vanguardia de esa efervescencia, y en gesto heroico se enfrenta a la acción oficial que busca criminalizar la protesta social, ilegitimar a las organizaciones defensoras de los derechos humanos y reprimir la disidencia política con juicios ilegales, y promoción de falsas pruebas contra los jóvenes detenidos con la intención de destruirlos moralmente.
Hay que preguntarse cómo después de más de 3 mil detenidos, decenas de muertos, centenares de heridos y decenas de torturados y violaciones a los derechos humanos, se mantiene incólume el combate por la libertad.
En situaciones como esta de la marcha hacia la democracia, la idea de la unidad nacional es algo perentorio y parte determinante de la salida a la crisis. Ese espíritu de unidad de todos los factores que se oponen a esta dictadura militar y que luchan por la democracia y la República civil está en el ambiente. Lo que falta es materializarlo. Hacer viva la unión del país.
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