Ganadores y perdedores latinoamericanos
CARLOS RAUL HERNANDEZ
En 2014 se desplomó el crecimiento económico lati-noamericano, como consecuencia de fenómenos en China, Europa y EEUU. Pero los países que han asumido un modelo basado en la inversión productiva, privada y pública, la apertura global y la eficiencia del Estado en el uso de los recursos, enfrentan la crisis satisfactoriamente, mientras el neopopulismo zozobra y amenaza continuar el naufragio. Esta confrontación práctica entre modelos económicos se aprecia en los divergentes destinos de los dos grandes experimentos de integración latinoamericana: Mercosur y Alianza Pacífico. Solamente Venezuela y Argentina en Latinoamérica, ambos de Mercosur, padecen los males de la contracción económica, -3% y -1.5% respectivamente. Por si fuera poco, las dos más grandes inflaciones de la región las tienen a finales de 2014, Venezuela con más o menos 70% (con datos gubernamentales opacos).
La escalada de precios en Argentina llega a 37% según analistas, empresas de consultoría y organizaciones como el FMI, el BBV y Cepal. Otro socio de ese bloque, Brasil en medio de tremendas tribulaciones experimenta un crecimiento pírrico de 0.5% pero sus perspectivas mejoran, en la medida que Rousseff comienza a dar pasos correctos. Sus declaraciones sobre la necesidad de corregir fallas acumuladas y la designación de economistas de muy alta credibilidad en su equipo de gobierno, estimulan el optimismo. Las naciones de Alianza Pacífico tienen un panorama totalmente distinto. Colombia crecería el 4,9%; Perú, 3%; México, 2,5%, Chile, el 2,2%, con inflaciones estables, pese a que varias propuestas de la presidenta Bachelet, tales como una reforma educativa discutible y la reforma impositiva, crean inseguridad entre los factores económicos. (Fuentes 2014: FMI, BBV, Cepal)
La economía del gatuperio
Es una evidencia para comenzar un trabajo en el que se quiera establecer una relación entre ambos bloques para ver qué pasa cuando la economía se conduce con gatuperios ideológicos. Altos funcionarios venezolanos y bolivianos, y dirigentes políticos, mostraron reticencias desde que México, Colombia, Perú y Chile crearon en 2011 la Alianza del Pacífico (Panamá y Costa Rica se adhirieron como asociados). Quisieron hacerla ver como una respuesta política e ideológica a Mercosur, formado por Argentina Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú son asociados) donde predominaban gobiernos vinculados al ALBA. El error de este cálculo consistió en creer que la Alianza Pacífico, que estuvo precedida por el ensayo conocido como Arco del Pacífico entre 2007-2011, tenía que ver algo con ideologías y no evaluarla en su exacta dimensión.
Se trata de un acuerdo económico que busca potenciar el comercio abierto y el crecimiento de las economías que forman parte, a diferencia de Mercosur que mantiene deliberadamente sus aparatos productivos nacionales en mayor o menor protegidos y cerrados, con las consecuencias que se aprecian en la actualidad, vistos los grandes problemas de Argentina, Brasil y Venezuela. El pragmatismo comercial priva en la Alianza por lo que el presidente Evo Morales alguna vez dijo que se trataba de un "pacto neoliberal". Las diferencias fundamentales entre ambos grupos se cifran en que los de la Alianza Pacífica, además de ir en procesos de apertura económica, transitan también, con graves problemas -como el narcotráfico y la guerrilla-, la apertura democrática, el fortalecimiento de las instituciones, el Estado de Derecho y la separación de poderes.
Alianza pragmática del Pacífico
Y si algo resalta en la Alianza es que deliberadamente no está politizada sino que es totalmente pragmática, por lo que, a diferencia de Mercosur, no se inmiscuye en las decisiones políticas particulares de sus miembros. Eso quedó consagrado en su Acuerdo Marco, firmado en 2012 en la IV Cumbre. Por el contrario Mercosur desde 1991, no pasa de ser una unión aduanera y se ha mantenido estancado a lo largo de muchos años contra las expectativas creadas por su nacimiento en 1991. Aunque no avanza en el plano económico, se ha caracterizado, particularmente desde el ingreso de Venezuela, por declaraciones políticas de índole tercermundista. Para muchos observadores se ha convertido en una burocracia pese a la superioridad numérica de su población y su economía (276 mill. de hbts. y US$ 3.3 billones, mientras la de la Alianza Pacífica cuenta con 208 mill. de hbts. y US$ 1.9 billones. Cepal, 2014).
El estancamiento de las principales economías de Mercosur a diferencia del éxito y la pujanza de los países de la Alianza, hace previsible que se le haga muy difícil arrancar a corto plazo y producir una transformación en el subcontinente. Los pronósticos sobre la segunda son positivos incluso para México pese a las circunstancias políticas que atravesó como consecuencia del estallido criminal en 2014. Según el Banco Bilbao Vizcaya (2014) el crecimiento de la Alianza duplicará el de Mercosur en 2014 y 2015... Respecto a hace tres meses, revisamos ligeramente al alza el crecimiento promedio de la Alianza del Pacífico hasta el 3,8% en 2014 y 3,7% en 2015, mientras que el de Mercosur llegará hasta el 1,5% y 1,8%, respectivamente. Nuevamente serán los tres países andinos, Perú, Colombia y Chile los que -junto con Paraguay- presenten un mayor dinamismo en 2014 y 2015.
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