La Economía
Eduardo Fernández
El remedio para enfrentar a la inflación y a la recesión se conoce:
Disciplina fiscal y aumento de la producción y de la productividad. Para
eso, hay una palabra clave: confianza. Un nuevo gobierno tendrá que
derrotar a la inflación y a la recesión con disciplina fiscal y con
aumento de la producción. Para eso, tiene que generar confianza.
Por culpa de las políticas equivocadas del gobierno, la economía
venezolana está enferma. Tenemos las dos más graves enfermedades que una
economía puede sufrir: Inflación y Recesión. Gracias a la inflación
hemos presenciado una devaluación grotesca de nuestro signo monetario,
un costo de vida galopante, un envilecimiento de nuestro signo monetario
y gracias a la recesión asistimos a un empobrecimiento del país y de
cada una de las familias venezolanas.
Adicionalmente, la crisis económica se traduce en desabastecimiento,
dificultad para conseguir los productos más esenciales para nuestra
propia sobrevivencia y un desempleo creciente que explica la humillante
migración de venezolanos hacia el exterior en busca de un destino mejor.
La catástrofe económica no puede haber sido peor. Paradójicamente, esa
catástrofe se produce cuando gracias a la elevación de los precios del
petróleo en los mercados internacionales, el estado venezolano recibió
los más altos ingresos de la historia.
¿Dónde están los reales? Podríamos preguntarnos como lo hicimos durante la bonanza petrolera de los años setenta.
La respuesta es muy triste. Los “reales” se fueron por el desaguadero de
la más grosera corrupción de la que tenga noticia la historia. Los
reales se los llevó la corrupción. Al comienzo de esta aventura que
representa el socialismo del siglo XXI advertí que esta sería una
administración con muchísimo dinero, con poquísimos controles, y con
absoluta inexistencia de escrúpulos morales.
El resultado está a la vista: hambre, miseria, pobreza, desolación,
migración de familias enteras para el exterior y todo esto para que un
grupo de “revolucionarios” y de favoritos del régimen hayan disfrutado
de insolentes riquezas y de lujos inconcebibles. Es inmensa la
indignación colectiva que esta situación produce.
A pesar de todo, la recuperación económica de Venezuela es posible y puede lograrse en un plazo relativamente breve.
El remedio para enfrentar a la inflación y a la recesión se conoce:
Disciplina fiscal y aumento de la producción y de la productividad. Para
eso, hay una palabra clave: confianza. Un nuevo gobierno tendrá que
derrotar a la inflación y a la recesión con disciplina fiscal y con
aumento de la producción. Para eso, tiene que generar confianza.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
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